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El aula de la naturaleza de Fuente Morales está en el Guiniguada. Juan Carlos Alonso
Cuatro años y medio para desalojar Fuente Morales

Cuatro años y medio para desalojar Fuente Morales

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria culmina un requerimiento de recuperación forzosa de su aula de la naturaleza, iniciado en octubre de 2019 | El inmueble era usado por dos personas para criar gallos de pelea

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 4 de abril 2024

Once años después de su cierre, tras varios actos vandálicos y diferentes episodios de ocupación, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha dado la orden de iniciar el desalojo y la recuperación del aula de la naturaleza de Fuente Morales, en un procedimiento que se inició en octubre de 2019.

El inmueble, cuya construcción se inició en 2004 tras una inversión de un millón de euros (el 80% aportado por fondos europeos), se puso en funcionamiento dos años más tarde. Estaba llamado a ser un enclave fundamental en la formación medioambiental, en la divulgación de la historia hídrica de Las Palmas de Gran Canaria desde el siglo XVI y en un punto de pernoctación de amantes de la naturaleza en sus recorridos por el Guiniguada.

Sin embargo, en 2013 este recurso cayó en el olvido. Enterrado en el barranco, la falta de uso y de vigilancia, sufrió el robo del cobre de todo el cableado, así como de buena parte del mobiliario, lo que provocó su cierre.

En 2014, la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística (Geursa) trató de resucitar el aula. Para ello, se redactó un proyecto que no solo iba a recuperar el equipamiento existente, sino que planteaba un reto más ambicioso con un doble espacio: un área recreativo-ambiental, sobre una superficie de 4.033 metros cuadrados, de los que 105 metros cuadrados eran de superficie construida, incluyendo cafetería y tienda; y otro espacio didáctico, proyectado sobre una superficie de 2.071 metros cuadrados, de los que estaban construidos solo 383 metros cuadrados. Todo se remataba con un cerramiento al estilo del que tienen los grandes parques de Las Palmas de Gran Canaria.

Este proyecto se mantuvo con vida en el Ayuntamiento hasta 2018 aproximadamente, cuando se dejó definitivamente en el cajón de ideas no realizadas por discrepancias técnicas.

Imágenes de las instalaciones durante al celebración de un campus estival en 2011. Juan Carlos Alonso
Imagen principal - Imágenes de las instalaciones durante al celebración de un campus estival en 2011.
Imagen secundaria 1 - Imágenes de las instalaciones durante al celebración de un campus estival en 2011.
Imagen secundaria 2 - Imágenes de las instalaciones durante al celebración de un campus estival en 2011.

Un año más tarde, estamos ya en 2019, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria reclamaba la intervención en el inmueble «debido al estado de ocupación en el que se encontraba».

Habían pasado ya años desde que las instalaciones fueron ocupadas. En 2013 vivía allí una pareja de ciudadanos europeos. Tras varios cambios de inquilinos, en 2020 se llegó a un momento de tensión en la zona por el enfrentamiento armado que se produjo entre okupas, que obligó a una intervención policial en el lugar.

Dos años más tarde, el área municipal de Sostenibilidad reiteró a Patrimonio la necesidad de que se iniciara el expediente de desalojo del inmueble «ya que las instalaciones seguían en el mismo estado de ocupación, y era evidente el avance del deterioro y acúmulo de basura».

Cría de animales

Tres meses después del requerimiento de Sostenibilidad, en octubre de 2022 (habían pasado ya dos años desde que se inició la intervención municipal) la Policía Local levanta acta de que el aula de la naturaleza estaba siendo utilizada, desde hacía dos años, por dos hermanos para la cría de gallos de pelea, aunque en otros momentos tuvieron ahí también cabras, conejos, cobayas, perros y gatos.

Con esta verificación, el servicio de Medio Ambiente, ya en marzo de 2023, acude al lugar y respalda las declaraciones de la Policía Local. Fue el lunes, 13 de marzo. «No se pudo acceder al recinto por estar cerrado con candado», se deja por escrito, «desde el exterior, se observó la existencia de gallos y gallinas (...) y el evidente deterioro de las instalaciones, así como la existencia de cúmulos de basura, desechos y vehículos abandonados».

La tramitación queda en silencio hasta enero de 2024, en un periodo marcado por las elecciones municipales y el cambio de gobierno. Diez meses después del informe de Medio Ambiente, Patrimonio vuelve a dirigirse a la Policía Local para solicitarle la identificación de los ocupantes del aula de la naturaleza de Fuente Morales y exigirle que la abandonen.

Tras hacerlo, y constatar que «en dicho espacio natural hay varios coches abandonados, un corral y diversos enseres», Patrimonio efectuó el requerimiento para proceder al desalojo voluntario por ocupación indebida del aula de la naturaleza de Fuente Morales, que fue entregado a los dos ocupantes. Uno de ellos era uno de los hermanos identificado hacía dos años.

Una vez notificados, el concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Francisco Hernández Spínola, firmó, el pasado martes, una resolución para iniciar el expediente de recuperación posesoria del inmueble municipal. Han pasado ya casi cuatro años y medio de requerimientos y acciones de los diferentes servicios municipales. De este tiempo, diez meses corresponden al nuevo gobierno encabezado por Carolina Darias.

En este documento, se reitera a los ocupantes de que desalojen, de modo voluntario, el aula de la naturaleza, «retirando la totalidad de sus enseres de dicho espacio natural, dejando libre, vacuo y expedito el dominio público ocupado». Y les advierte de que se les pasará el cargo de los gastos del desalojo si la entrega del bien no es voluntaria.

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