Playa del Confital, que en abril cumple seis años cerrada al baño. juan carlos alonso

El Confital concentra la presencia de «una colilla por cada metro cuadrado de arena»

Un trabajo de la ULPGC dentro de 'Investiga en Las Canteras' muestra que el efecto de estos residuos en el ecosistema supera al de los microplásticos

Rebeca Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 17 de marzo 2023

«Una colilla por cada metro cuadrado de arena», ese es el saldo que arroja el estudio de evaluación de la concentración de microplásticos y colillas de tabaco en las playas de Las Canteras y El Confital, presentado este viernes por el docente e investigador de Ecofisiología de Organismos Marinos (Eomar) del Instituto Ecoaqua, Rodrigo Almeda.

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«Es algo muy preocupante», alertó en la exposición de un trabajo que se enmarca en el proyecto 'Investiga en Las Canteras', una iniciativa de la Concejalía de Ciudad de Mar del Ayuntamiento capitalino y de la ULPGC que ha permitido, a través de un convenio suscrito en 2020 -que se reeditará este 2023 con una aportación municipal de 70.000 euros-, poner en marcha 14 proyectos de investigación sobre el estado de sostenibilidad y la gestión de la Bahía de El Confital y sus dos playas.

«El de los microplásticos es un problema global, pero en Canarias es particularmente importante porque tenemos una corriente que arrastra todos estos microplásticos que llegan a las islas», expuso.

Apuntó que el primer estudio que su equipo puso en marcha «consistió en analizar tres puntos de muestreo» en la zona de La Cícer y Playa Grande -en Las Canteras- y El Confital, y «lo que hicimos fue cuantificar tanto microplásticos como colillas de tabaco». Este análisis reveló que en el entorno de La Cícer se daba una «concentración de 250 microplásticos por metro cuadrado de arena, es decir, concentraciones muy altas».

Sin embargo, la detección de colillas en la arena «mostró un patrón opuesto», mostrando esa mayor concentración en la playa del Confital.

Impacto

Almeda comentó que en esta parte de la investigación, realizada «durante dos o tres meses», se un dio un paso más para responder si «estos residuos causan impacto en el ecosistema». Así, comentó, «nos centramos en el estudio de los lixiviados, es decir, los químicos de plásticos que se liberan al agua», que pueden «causar impacto en el plancton», que al jugar «un papel clave en el ecosistema, puede tener impactos a distintos niveles».

Añadió que «lo que encontramos» al analizar «el efecto en la supervivencia y el desarrollo de los microplásticos» en organismos como «larvas de erizo de mar» fue «relativamente bajo».

«Sin embargo», indicó, «los lixiviados de colillas de tabaco tuvieron un impacto muy alto», pudiendo causar «hasta el 100% de la mortalidad de los organismos, malformaciones o reducción en el crecimiento».

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De igual modo, explicó que se hicieron estudios con «organismos planctónico, como el fitoplancton», así como su impacto en «copépodos», unos pequeños crustáceos «que es el animal más abundante del océano» y que «también juegan un papel clave en el ecosistema», porque es «fundamental como comida de peces», y que registraron «hasta el 100% de mortalidad cuando estaban expuestos a colillas de tabaco».

Distintos momentos del acto de este viernes. Juan Carlos Alonso

Almeda dijo que con este trabajo se quiere mandar el mensaje de que «sabemos que los microplásticos son un problema», pero que haya «otros residuos como las colillas de tabaco que también son plásticos, bioplásticos, que pueden causar incluso un impacto más alto en el ecosistema».

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De ahí que conminara a la comunidad científica a «promover la idea de que las colillas de tabaco son plástico, que no se deben arrojar al mar». Un «pequeño gesto» que entiende puede contribuir «a mantener el ecosistema de Las Canteras que todos apreciamos».

Este experto realizó su exposición en el Aula de Piedra del Rectorado, el mismo escenario en el que participaron los investigadores de la entidad universitaria que también participan en 'Investiga en Las Canteras', Miriam Torres, Fernanda Montero, Gabriel Winter y Adrián Peñate.

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Intervinieron en representación de sus respectivos equipos y dieron cuenta de la marcha de los trabajos que llevan a cabo sobre aspectos como el estado del ecosistema durante el confinamiento por la covid-19 y su evolución posterior; el impacto de contaminación emergente como los protectores y cremas solares; la capacidad de carga de Las Canteras en la arena y en el sector submareal; o la modelización de la dispersión contaminante.

Una presentación de conclusiones que presenciaron el concejal de Ciudad de Mar del Ayuntamiento, José Eduardo Ramírez; la vicerrectora de Investigación y Transferencia de la ULPGC, Marisol Izquierdo, y la doctora de la Universidad y coordinadora del proyecto 'Investiga en Las Canteras', Emma Pérez-Chacón.

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Pérez-Chacón, en su calidad de coordinadora, recordó que se trata de una iniciativa que ha congregado a investigadores de geografía física, ciencia de la computación e inteligencia artificial, fisiología vegetal, ingeniería de procesos, química analítica, matemáticas aplicadas, zoología, ecología de bacterias marinas y microplásticos.

Las Canteras sin botellón

Además, como responsable del informe sobre la presión humana en eventos festivos en Las Canteras, y en concreto sobre la noche de San Juan, dijo que «la playa y sobre todo la arena y el mar no son sitios para botellones». Y habló de que hay que «empezar» a impulsar una «cultura en la que las playas, sobre todo las urbanas, tienen que volver a renaturalizarse». Por eso, reclama «eliminar cualquier evento de carácter masivo». «No hace falta poner un escenario en la arena», dijo.

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Pero reconoció que «en líneas generales» hay que «estar muy orgullosos», porque el de Las Canteras es «un ecosistema saludable» a pesar de su gran intensidad de uso.

«Es una playa muy saludable, pero también tiene catarro de vez en cuando», señaló.

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