La casa de la Navidad ya luce en el corazón de La Isleta
Antonia Fuentes y Santiago Pérez se esmeran cada año en decorar el frontis de su vivienda con motivos festivos
El espíritu de la Navidad se encarna, en La Isleta, en la pareja que forman Antonia Fuentes y Santiago Pérez. Su casa es, sin dudas, la que cuenta con la decoración más cuidada, y en el barrio todos coinciden en que su vivienda, en la calle Angostura, es la más bonita del Puerto, por no decir de toda la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Si algunos edificios públicos o históricos, si en algunas calles se imprimiera el empeño decorativo que esta pareja de isleteros pone en acicalar su casa, la capital grancanaria competiría en atractivo turístico navideño con urbes como Madrid o Vigo.
La casa de Antonia y Santiago no solo reluce en Navidad. También es un referente en las otras grandes celebraciones que tiene la ciudad. La decoración cambia a medida que lo hace el año y su calendario festivo: en mayo, el frontis celebra la festividad de las cruces y el día de Canarias; y en julio, el inmueble se engalana para celebrar las fiestas del Carmen.
Todas estas citas ocupan un lugar concreto en el corazón de esta pareja. Y también un hueco en su garaje, donde se amontonan centenares de cajas con los diferentes motivos ornamentales que utilizan para cada celebración.
Antonia y Santiago prefieren no salir en las fotos. Para ellos, lo importante es disfrutar del ambiente y que los vecinos también puedan hacerlo.
«Esto lo hacemos desde hace muchísimos años», expone Antonia, «empezamos con la decoración de la casa por la ilusión que le hacía a mi hijo pequeño».
Pero en su casa siempre se vivió de manera intensa las navidades. «A mis padres les gustaba mucho», detalla la vecina, «no había tanto como ahora, pero hacían una decoración con papeles que era muy bonita».
También otros familiares colaboran en la decoración de la casa, como un hermano de Antonia, que se encarga de elaborar unas botellas luminosas que pueblan el hogar de esta familia. Ella, además, hace ramos con hojas de Pascua artificial, que se colocan sobre una base de corcho bañado en una mezcla de sal y purpurina. «Se los damos a la familia», explica.
Han viajado a otras navidades y han ido cobijando ideas e iniciativas que han visto en otras partes del mundo. Han estado en Laponia, donde han podido vivir la experiencia de viajar en un trineo tirado por perros; y les ha encantado la vivencia navideña de Madeira, donde «caminas sobre las luces» y se emplean las orquídeas; y de Holanda recuerdan el gusto por los tulipanes.
Un trabajo de días
La suya es una afición que requiere tiempo. Para decorar el frontis con la tira de guirnaldas, flores de Pascua, farolillos, estrellas y carruseles de papanoeles, Antonia y Santiago comenzaron a trabajar a principios de noviembre pasado. La ornamentación se remata con dos grandes banderolas, una con una imagen del Niño Jesús y otra con un motivo propio de estas fiestas.
Santiago explica que para fijar todos estos elementos a la fachada tuvieron que utilizar una quinientas bridas y un montón de cadenas. Además, para colocar toda la decoración, el matrimonio utilizó una polea con una soga con la que fueron subiendo los diferentes componentes desde la calle. «Empezamos por el centro y luego vamos a los lados», indica Santiago Pérez.
Se pegan unos tres días en tener terminada la fachada, que ha cogido ya tanta fama que hasta viene gente de otros municipios para contemplarla y disfrutar de ella. «Una señora viene todos los años en taxi porque no puede caminar, debido a un problema de corazón, y dice que le da alegría», explica Antonia Fuentes.
También conocen a gente que viene de Playa del Inglés y de Vegueta de manera exclusiva a contemplar la decoración.
En el barrio nadie permanece indiferente. Hay vecinos que piden permiso para hacerse fotos con sus familias delante de la puerta, y muchos se persignan al pasar bajo el manto del Niño Jesús.
Ni Antonia ni Santiago tienen constancia del número de pilas que necesitan para iluminar toda la fachada, ni lo que les va a subir la factura de la luz. «Siempre sube un poquito, pero este año no sabemos», barrunta él.
Los que no tienen oportunidad de conocer el interior de la vivienda se pierden también una concienzuda ornamentación, en la que no faltan grandes bolas que fueron compradas cuando Galerías Preciados abrió sus puertas.
Así se construye la casa de la Navidad más bonita de toda La Isleta.