«Carolina, trátame bien»

«Carolina, trátame bien. No te rías de mí». Con esos versos de la canción de la banda española M-Clan dirigidos a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, se cerraba en la mañana de este jueves la acción de protesta que por cuarta semana consecutiva protagonizó un grupo de vecinos de La Isleta que reclaman que la calle Dr. José Guerra Navarro recupere su doble sentido de circulación original.

La reivindicación que impulsa el Foro por La Isleta -plataforma ciudadana que congrega a colectivos vecinales, sociales y culturales del barrio portuario- volvió a consistir en pequeñas interrupciones del tráfico en Juan Rejón-La Carretera, junto a la intersección con Dr. José Guerra Navarro, donde continúan desarrollándose unas obras incluidas en el tramo 8 del proyecto de implantación de la MetroGuagua.

Una actuación que supone el estrechamiento de una vía por la que en estos momentos solo se permite circular en sentido salida del barrio hacia la GC-1, con la construcción de dos grandes parterres a ambos lados de la misma.es.

«No hay derecho a esto», apunta Mari Pino Niebla, quien se reconoce «enfurecida» por el hecho de que una calle en la que hay un centro de salud y un centro de mayores, se vea limitada a un solo sentido con los inconvenientes que esto supone «no solo para el barrio, sino para los servicios».

Pone a modo de ejemplo de lo que denuncia el hecho de que los profesionales que trabajan en el centro de salud que se ubica en esa vía vean condicionada la prestación de sus servicios por este cambio en el circulación. «Una enfermera me confesó el otro día que tardó tres cuartos de hora en llegar a Las Coloradas para atender a un paciente mayor en domicilio», dice sobre la obligación que tienen los vehículos de llegar hasta la Base Naval para poder volver a entrar a La Isleta.

Además, recuerda que es un problema para los mayores que acuden a estas dependencias sanitarias a someterse a alguna prueba y han de tomar un taxi para regresar a sus casas pues la carrera ve incrementado el precio con este rodeo. «Los enfermeros, los pobres, acompañan a los pensionistas hasta Juan Rejón para que cojan el taxi porque les cobran 10 euros», relata.

Mientras esta vecina explica los motivos que la llevan a tomar parte de la protesta, el resto de afectados cruza de un lado a otro de Juan Rejón con por el paso de peatones con proclamas como «Carolina, escucha, La Isleta está en la lucha» o «doble vía ya», al tiempo que reciben muestras de apoyo de los conductores en forma de bocinazos.

«Vamos a seguir hasta que nos hagan caso», apunta Félix Alonso, vicepresidente del Foro por La Isleta. Añade que más allá de que ahora se plantee un nuevo cambio en Dr. José Guerra Navarro para que vuelva a ser solo de entrada al barrio -como se estableció el pasado noviembre y se cambio con la llegada de los carnavales-, dada las condiciones de tráfico que existen en La Isleta, no entiende que se estreche la calle pues puede suponer un peligro para este núcleo «ante una situación de emergencia».

Alonso lamenta que la reunión que mantuvo el Foro con el concejal del Distrito no sirviera de nada «pues nos dijo que él no tenía competencias en esto» y lamenta que el responsable de Urbanismo no haya atendido la solicitud de entrevista que han cursado vía telemática.

Ante esa falta de respuesta algunas de las personas que se sienten afectadas solicitan la intervención directa de Darias. «Que venga la alcaldesa, que es la que manda aquí, y vea el follón que se está formando y que estamos pasando. Porque dicen que esto es de Urbanismo, pero por encima de Urbanismo, manda la alcaldesa», dice Mari Pino Niebla.

«No hay derecho, yo no me imagino que eso se vaya a quedar así», señala quien llama la atención sobre el hecho de que esta situación afecta a muchas personas, incluidas las que acuden al centro de día. «Que venga y oiga a los ciudadanos», demanda.

También Fernando Fernández reivindica la «importancia» de una calle que «tiene Urgencias, Seguridad Social, centro de mayores con personas con alzheimer que para volver a su casa en la ambulancia tienen que ir a la Base Naval, y los taxis igual». Además, dice, «hay un supermercado y están las visitas al Castillo de La Luz».

Expone que la imposibilidad de entrar por ella al barrio complica la vida a todos y relata una situación vivida en su familia en primera persona». «Mi hija tuvo que venir el martes a buscar a mi mujer, que tenía que ir a hacerse una analítica al Negrín. Tenía hora para las 10.30 horas pero con todo este problema llegaron a las 11.15», apunta.

«Esto es un trastorno para todos», insiste Coralia Florido, otra vecina que reclama el doble sentido para la calle pues recuerda la obligación actual de tener que llegar «hasta Néstor de la Torre para volver al barrio porque antes podías entrar por Santa Catalina, pero también lo cerraron por la MetroGuagua».

«Si tanta inteligencia artificial hay, por qué no ponen unos semáforos inteligentes y cuando venga la MetroGuagua se para el tráfico», propone.

Antes de acabar la concentración, la Policía Nacional y posteriormente la Local se acercaron para comunicar a los participantes que deben informar con antelación de que van a desarrollar acciones de este tipo.

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