Las Palmas de Gran Canaria
Belén María: un año sin salir de la rotondaLa obra para aligerar el conflictivo tráfico en el istmo de Las Palmas de Gran Canaria apenas ha avanzado once meses después de que se pusiera su primera piedra y espera por informes de viabilidad
La obra de la rotonda de Belén María, el gran proyecto para desanudar el tráfico de Las Palmas de Gran Canaria en el istmo, va camino de cumplir un año en punto muerto. Los «obstáculos sobrevenidos» en los trabajos hacen casi imposible dar con una fecha para su aceleración y los avances hasta el momento son poco relevantes.
Así quedó claro en la intervención de Bernardo Domínguez, director de la obra y personal del área técnica de la Dirección General de Infraestructura Viaria del Gobierno de Canarias, en las jornadas informativas que se desarrollaron este jueves en el Colegio de Ingenieros de Caminos de Las Palmas.
La aparición de restos de hidrocarburos en el fondo del pozo en el que se estaba testando la posibilidad de que la zona pueda asumir la carga de la zona ha sido «un grave contratiempo» para un proyecto que de partida contaba con una financiación de 25 millones de euros y un plazo de ejecución de 29 meses.
Ese proyecto inicial, es evidente, se encamina hacia un modificado que cambia los márgenes temporales y económicos con los que comenzaron. Pero primero se mantiene a la espera de un informe de Transición Ecológica para saber en qué dirección se deberá andar. «Abrieron expediente cuando les comunicamos cuál era la situación y nos están marcando los pasos a seguir. Esperamos que esté listo durante el mes de julio y si no hay inconvenientes, que parece que no los habrá, podremos seguir adelante», explicó Domínguez.
La realidad es que la presencia de la obra de Belén María, el soterramiento de la vía a la altura de la rotonda de acceso al Puerto y la salida de El Sebadal, generó cierta incertidumbre en sus primeros pasos. Fue el 22 de julio del pasado año cuando en una maniobra de aceleración política se puso en el solar contiguo la primera piedra de las obras, un acto que fue solo imagen y al que no quiso faltar ninguna de las administraciones implicadas.
Pero la realidad es que desde entonces, de verano a verano, apenas se ha avanzado nada en ese lugar decisivo del tráfico en la ciudad. «Esos problemas que han impedido el normal desarrollo de los trabajos nos han hecho limitarnos a retirar la vegetación de la zona y a identificar los servicios afectados para los trámites con Red Eléctrica del traslado de la alta tensión y la reubicación del colector de drenaje de El Sebadal, que ya cuenta con solución técnica»; indicó Domínguez.
Solo hay un hecho visible: la desaparición del faro y de la placa que lleva el nombre de Belén María, símbolo eterno de la lucha obrera desde su fallecimiento atropellada en el lugar durante una manifestación de estibadores en 1981.
Poder continuar con las catas en el subsuelo es trascendental para el desarrollo del proyecto. El ensayo de bombeo marcará las posibilidades reales de construir el paso subterráneo planteado para la obra. Un hecho que se descartó en 1986 porque «el suelo es un colador». Y en eso estaban cuando apareció ese tanque con restos de hidrocarburos que ha frenado en seco las obras y que muestra una rotonda desprovista de sus ornamentos a la vista de las casi 30.000 personas que circulan cada día por allí.
La excavación prevista en Belén María está calculada sobre una altura de ocho metros. Y se trata de cimentar con el mayor nivel de seguridad posible su subsuelo. Según explicó Bernardo Domínguez, el tapón que se colocará en el periodo de ensayos del futuro túnel estará prevista en tres partes correspondientes cada una a una técnica y materiales distintos. Con eso se pretende confirmar cuál será la mejor solución posible para eliminar cualquier riesgo. «Para acabar con la incertidumbre», según el responsable técnico de la obra.
Pero todo eso requiere superar ese gran obstáculo del que tiene que dar respuesta definitiva Transición Ecológica.
Punto negro
Aunque muchos expertos señalan que el verdadero problema para resolver los atascos en la salida del Puerto de La Luz está en el nudo de Torre Las Palmas, Belén María también es una apuesta decisiva para mejorar la movilidad en la ciudad.
El paso soterrado por Belén María será de un solo carril por cada sentido de circulación, y contará bajo tierra con arcenes y aceras anchas. Para acometer esa primera fase será necesario asumir determinadas obras en el entorno, como el derribo de muros de la Autoridad Portuaria al borde de la carretera actual y la aparición de un nuevo ramal de acceso al Puerto desde el sur que cuantifican que podría reducir la tensión del tráfico en la zona en un 33%.
Bernardo Domínguez reconoció durante su intervención ante los colegiados que esta obra se ha convertido en más necesaria por la reordenación del tráfico en la calle de Eduardo Benot que ha impulsado el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que ha complicado la salida a la vía de alta capacidad para los vecinos de La Isleta.
