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La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se enfrenta a uno de los años más complicados en lo que a la vuelta al cole se refiere. Y no solo por el volumen de tráfico que se incorpora de manera tradicional al mapa viario capitalino, con más coches y numeroso transporte escolar, sino también por la sucesión de obras que están entrelazadas en la ciudad, sobre todo en la zona Puerto, y que provocan lógicas dificultades de movilidad.
El incremento del tráfico es el habitual en estos años. Según fuentes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, la circulación se incrementa entre un 15% y un 20% respecto a las condiciones del verano ya que muchos trabajadores estiran su periodo vacacional hasta después del Pino y se reincorporan en estas fechas. A ello hay que sumar el tráfico que generan el entorno de los centros educativos, que se reactiva ahora después de la siesta veraniega.
En la práctica, esto supone que alrededor de 23.000 vehículos privados y más de 185 transportes escolares se suman este martes a la circulación, de acuerdo con las estimaciones de la Policía Local y de la Federación de Empresarios del Transporte (FET).
El cambio más obvio respecto a los tres últimos meses es el que se producirá en los entornos escolares. De acuerdo a los datos que maneja la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria están en funcionamiento 212 centros educativos, de los que 123 son públicos; 38 son concertados; y 51, privados. Este número debe incrementarse con las once guarderías municipales que dependen del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
No todos tienen el mismo impacto en el tráfico: ahí influyen horarios, ubicación y si disponen de transporte público o no. En Las Palmas de Gran Canarias, 45 centros educativos públicos disponen de rutas para llevar a los estudiantes: 28 centros de Infantil y Primaria;trece institutos de Secundaria; dos centros educación especial;y dos centros de educación obligatoria.
Entre estos y los de los centros privados, el número de guaguas escolares que están operativas superan los 185. El secretario general de la Federación de Empresarios del Transporte, José Ángel Hernández, detalla que este dato incluye solo a las guaguas que callejean por la ciudad, pero no a las que salen a otros municipios desde la capital. Se trata, por tanto, de un número considerable, si se tiene en cuenta que es un nivel de servicio similar al que oferta Guaguas Municipales durante el turno de mañana en toda la ciudad.
Si se tiene en cuenta que estas rutas transportan una media de 45 niños, puede entenderse que, pese a sus dificultades de movilidad, al tratarse en su mayoría de vehículos de doce metros, estas guaguas evitan un mayor colapso de tráfico.
De hecho, Hernández asegura que en los centros educativos privados suele haber más problemas de tráfico porque el número de alumnos que recurre, proporcionalmente, al transporte colectivo es menor por su carestía. Por eso, desde la FET se ha insistido en la importancia que tendría que las administraciones públicas abrieran también una línea de financiación para el uso del transporte colectivo en los centros educativos privados.
Sin embargo, no solo el tráfico influirá en la fluidez de la circulación en este otoño. Una serie de obras, en especial la MetroGuagua y el soterramiento de la GC-1 a su paso por Belén María, podrían generar más dificultades al tráfico en la vuelta al cole.
Para empezar, la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, que dirige Pablo Rodríguez, iniciará este martes, y hasta el próximo 23 de septiembre, las obras de retirada de la vegetación de la glorieta, así como la demolición del faro y sus escaleras. Para ello, durante dos semanas, de lunes a viernes, desde las 09.00 hasta las 19.00 horas, se procederá al corte temporal del carril interior de la glorieta. Los sábados, estos trabajos se llevarán a cabo en el periodo comprendido entre las 07.30 horas y las 14.00 horas.
El Gobierno de Canarias también informa de que se realizarán trabajos en la mediana de la GC-1 para el tratamiento de las palmeras que se verán afectadas por la obra, con el objetivo de trasplantarlas a mediados de octubre a Jinámar y Tarajalillo, si bien estos trabajos no interferirán en el tráfico de la avenida.
Para los taxistas, el problema principal es la coincidencia de las obras. «El problema se va a triplicar», advierte el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Taxi, Jean Charles Chabot.
Para tratar de aliviar la situación, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha diseñado un dispositivo especial que consistirá en reforzar la regulación del tráfico en los puntos de la ciudad con mayor densidad de vehículos e intensificará la seguridad en torno a los centros educativos para evitar el absentismo y el abandono escolar, además de intervenir en los casos de acoso escolar.
Tanto los agentes de la Policía Local como los Agentes de Movilidad reforzarán su presencia en aquellos puntos con mayor tránsito de vehículos como pueden ser rotondas tales como Torre Las Palmas, Belén María, Hoya de La Plata o Lomo Los Frailes.
Asimismo, la Unidad de Tráfico y Atestados realizará vigilancias dinámicas en la Avenida Marítima. Los agentes, además, estarán situados en los tramos en los que se estén desarrollando obras como el tramo 8 de la MetroGuagua en la zona Puerto, la reparación del viaducto de Guiniguada que prohibe el paso de los vehículos de más de 3.500 kilos y el soterramiento de la Avenida Marítima en Belén María.
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Clara Alba y Edurne Martínez | Madrid
M. Hortelano y Gorka Navaz
Borja Crespo, Leticia Aróstegui, Sara I. Belled, Borja Crespo, Sara I. Belled y Leticia Aróstegui
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