Gáldar presume de capital del Norte
Por lo general, los vecinos y vecinas de Gáldar consideran que el municipio «está mejor que nunca» | Y si algo destacan es la gran actividad que tiene el casco histórico y comercial, lo cuidado que está, lo popular que es | «En Gáldar hay muchísimo que ver»
Aunque en el Norte de Gran Canaria algún que otro municipio se disputa el puesto, lo cierto es que ahora mismo Gáldar es la capital de la comarca.
No en vano en los últimos años su economía ha experimentado un auge, a pesar de la pandemia y la crisis sucesiva.
Con un Ayuntamiento casi saneado después de años de deudas y penurias, los vecinos y vecinas se han visto también recompensados, con una oferta de servicios públicos de calidad, una sólida programación cultural y festiva y un urbanismo respetuoso con la historia.
A nadie se le esconde que la gestión pública realizada por el grupo de Gobierno, con su alcalde Teodoro Sosa (BNR-NC) a la cabeza, es responsable de buena parte de la expansión socioeconómica del municipio y del bienestar del que hablan las cifras.
Y por recordar algunas, puede presumir Gáldar de excelencia social.
Ocupa el puesto 27 a nivel nacional al haber invertido el pasado año 3.414.440,36 euros en servicios sociales, 139,62 euros por habitante.
En la calle, al azar, los vecinos y vecinas tienen claro que su municipio está mejor que nunca. Y tienen memoria. Muchos recuerdan otros tiempos, en los que las cosas no iban tan bien; o en los que ser de un signo político o de otro podía marcar el día a día.
En los bancos de la Plaza de Santiago varios grupos pasan la mañana. La conversación gira en torno a diversos temas. De lo general a lo particular. De lo público a lo privado.
Más de cerca, un par de jubilados se aviene a contestar un par de preguntas. ¿Cómo ven su municipio? ¿Qué le pedirían a sus gobernantes?
Bartolomé Suárez, de 77 años, dice que «Gáldar está estupendamente bien, se ve movimiento para que Gáldar esté mucho mejor desde hace cinco o seis años».
«En estos últimos años Gáldar ha cambiado a mejor todo, podemos circular bien».
Y todo, apunta, «con este alcalde; es un alcalde que vale». Si hubiera que mejorar algo, no acierta Bartolomé a saber qué. Pone como ejemplo que las mejoras se notan en los barrios, como en La Montaña, donde reside. «Se ven las carreteras bienísimo».
Juan José Tacoronte, también vecino de Gáldar, apunta que el municipio en los últimos años ha cambiado para mejor.
«Se ha visto una diferencia enorme. Hay muchos más aparcamientos. El pueblo está muy limpio. Incluso en estos días vino una excursión de la Península y nos felicitaron a nosotros porque dicen que tenemos un pueblo muy bonito y limpio. Y tranquilo. La corporación se ha portado muy bien con el pueblo».
¿Qué le pediría al futuro alcalde? Pues «que me eche una mano a ver si Sánchez me sube la pensión», dice Juan José entre risas. Y es que la economía es algo que preocupa en la calle.
«Es que todo ha subido, está todo por las nubes. Es demasiado».
Aún así, entienden tanto Bartolomé como Juan José el gasto municipal por ejemplo en fiestas, aunque personalmente las disfruten poco.
«Para los viejos no puede ser todo. Y además, es bueno para la economía, mucha gente viene de fuera» y Gáldar se da a conocer por sus eventos culturales y festivos.
Tanto es así que no les extraña que estos momentos sea Gáldar uno de los pueblos más conocidos y visitados de Gran Canaria.
Además, «los mandatarios son gente buena y se les está viendo el resultado. Esperemos que sigan en la misma línea, o mejorando», sentencia Juan José Tacoronte. Así que, entienden los entrevistados, cuando las cosas funcionan es mejor no cambiarlas.
«Mi pueblo está vivo»
Por su parte, Mari Pino Martín, propietaria de la histórica Librería Imprenta El Norte, en pleno casco de Gáldar, lo primero que resalta de su pueblo es que «está vivo, activo. La verdad es que está siempre con actividades, fiestas, muy activo. Y en cuestión de embellecimiento, en Gáldar hay muchísimo que ver».
Una actividad que se traduce en un ir y venir de personas por esta zona comercial al aire libre y que redunda en la buena marcha, en términos generales, de los muchos establecimientos del área.
«Desde mi punto de trabajo, yo no me puedo quejar. La veo bien» la economía, dice Mari Pino.
Preguntada por qué le pediría a un futuro alcalde/sa, esta vecina tiene que pensarlo mucho.
«¿Qué te puedo decir yo? Pues, es que yo, particularmente, no sé. Yo estoy conforme con lo que tengo. Quizás un poquito más de seguridad por la noche, quizás. A lo mejor a la salida del instituto de los chicos que hacen el Bachillerato o ciclos. Quizás se ven un poquito desamparados en esa salida a una hora avanzada. Un poquito más de seguridad en esa franja horaria».
Pero en todo caso, «Gáldar está mejor que nunca. Yo no puedo quejarme de mi pueblo ni un pizquito. Ni por la gente ni por nada. Estoy muy a gusto en mi pueblo» y eso, asegura, lo traslada a su negocio, donde todos los días habla con muchísima gente que también transmite positividad.
Y mientras el municipio norteño, como sucede en el resto, espera el inicio de la campaña electoral, la vida sigue con las inquietudes diarias. La mayoría de las veces las preocupaciones son comunes: la economía, la seguridad, la limpieza, la buena gestión del dinero público... Esos son los temas más recurrentes de la ciudadanía. Y Gáldar no es distinta.