Un conflicto interno cierra temporalmente a visitantes el albergue de animales de Santa Lucía

El Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana decidió días atrás cerrar temporalmente el centro de protección animal del municipio a la entrada de voluntarios tras un conflicto interno que enfrenta a algunos miembros de una asociación con otros voluntarios y trabajadores del recinto, aunque espera poder reabrirlo a la mayor brevedad posible, apunta el edil de Bienestar Animal, Mario Bordón. Aclara que los animales están perfectamente atendidos por tres operarios, que son los encargados de la limpieza de las jaulas, darles de comer y también pasearlos.

Las disputas no son nuevas, ya que en enero también tuvo que echar el cierre ante un problema similar, que ya ha provocado que cuatro trabajadores hayan decidido marcharse, el último, el más antiguo de los operarios, lo hizo el pasado viernes, durante una reunión que derivó en insultos y acusaciones.

Bordón detalla que algunos miembros de la Asociación de Protección Animal Las Carboneras (APAC) se han extralimitado en sus funciones, dando órdenes a trabajadores y a los veterinarios, cuando ese no es su cometido. Esto provocó que hayan dimitido personas de la plantilla por las presiones constantes y el acoso al que estaban sometidos, ya que cuestionaban cada una de sus actuaciones.

El concejal recibió ayer un escrito, firmado por una treintenta de voluntarios y visitantes, que muestran su disconformidad con la presidenta de la asociación, asegurando que han presenciado una conducta constante de hostilidad, con difamaciones públicas en redes sociales, acusaciones infundadas y falta de respeto tanto al personal laboral como a los voluntarios del centro.

También la Asociación de Defensa Felina de Vecindario (Adefeve) condena las faltas de respeto, acoso y agresión, a la vez que apoya que se tomen las medidas necesarias en el caso de que se vulneren los derechos de cualquier persona implicada en la protección animal.

Por su parte, en sus redes sociales APAC asegura que el único culpable del cierre del centro y de permitir lo que está sucediendo es el concejal Mario Bordón y le achaca que en febrero contrató a una prima para coordinar el albergue, que es la que se ha dedicado a enfrentar. «Su entrada ha provocado un ambiente de crispación continua, desplazando la labor del voluntariado, las adopciones se han frenado y el respeto a los voluntarios se ha perdido en general», especifican. Además, enumeran hasta diez quejas por el mal proceder de los trabajadores por la falta de atención a los animales.

Sobre la contratación de la coordinadora, Bordón especifica que se trata de una prima cuarta, con la que no comparte ni los apellidos ni un parentesco cercano. Sostiene que es un psicológica con una amplia trayectoria en diferentes municipios por su labor con los animales.

Desde APAC explican a este periódico que en la reunión del pasado viernes solo podían acudir los voluntarios de la entidad asociativa que hace sus funciones en el centro, que son ellos, pero que hubo gente externa y todos fueron calumnias e injurias hacia la asociación, especialmente hacia su presidenta. Sostienen que este encuentro estaba «orquestado» para justificar el cierre del centro, ya que se permitió entrar a los trabajadores cuando estaba previsto para voluntarios.

Destacan que llevan tres años realizando su labor de voluntariado y que hasta el mes de febrero, que entró la nueva coordinadora, iban a diario y siempre alababan su trabajo. Sin embargo, desde que empezaron a denunciar irregularidades con los animales han querido sacarlos del centro, pese a que jamás los hicieron público porque querían velar por la imagen del recinto. Entre esas quejas estaban las de que una de las veterinarias vacunaba a los animales fumando y bebiendo bebidas energéticas, o que había animales que tenía que ir a clínica por sus problemas de salud pero se les atendía en el lugar.

Destacan que la coordinadora, que el concejal dice que tiene trayectoria en el voluntariado, ni siquiera sabía cuando llegó como se leía un chip o diferenciar un gato macho de una hembra. Además, agregan que el edil les dijo hace meses que no iba a permitir una mala imagen del centro porque estaba optando a un premio internacional y eso iba a perjudicar.

Por otro lado, uno de los voluntarios de la asociación, Alfredo Méndez, reconoce que dejó de ir hace cuatro meses por su salud mental por temas relacionados con el bienestar animal ya que entiende que en algunos momentos no están siendo atendidos adecuadamente.

Reconoce que entró a una jaula para darle de comer a los animales, porque uno de los nuevos trabajadores, que acudió en sustitución por vacaciones, decidió reducir las raciones, por lo que los perros empezaron a adelgazar y mostraban ansiedad. Y que por motivos como ese se decidió poner una coordinadora para controlar.

Temas

• Animales
• Santa Lucía de Tirajana
• Redes sociales
• Dimisión
• acoso