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Todos juntos en familia disfrutar de la naturaleza y de la desconexión es esencial. Arcadio Suárez

Las acampadas en la cumbre traen la paz que la capital grancanaria te quita

Los Llanos de La Pez y el Corral de Los Juncos son dos de los sitios donde los canarios disfrutan juntos en Semana Santa

Aday Martín Santana

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 6 de abril 2023

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La paz mental es algo fundamental para vivir y tener tranquilidad contigo mismo. La desconexión es primordial para poder volver a la rutina con actitud y ganas. Por eso, las principales zonas de acampadas de la isla de Gran Canaria son una de las mejores opciones para disfrutar con la familia en Semana Santa y conseguir, aunque sea por momentos, esa paz mental y desconexión.

Bajo una niebla que asusta y con un frío que dice «bienvenido a la cumbre de Gran Canaria», la zona de acampada de caravanas de Corral de Los Juncos alberga multitud de familias dispuestas a pasar unas vacaciones diferentes. En una de las 81 parcelas de 7 metros por 7 se encuentra Celestino Rodríguez, aunque en este caso está lavando vasos y platos en la zona habilitada para ello.

«Voy a pasar toda la semana aquí, vine con mi pareja y nuestro perrito, es un lugar perfecto para traer a tu mascota». Mientras lava la losa que había usado para desayunar, Celestino, que vive en Telde, afirma que no es la primera vez que viene a esta zona. «Desconexión, tranquilidad, diversión y pasarlo bien con la familia, suelo venir mucho a este camping». Rodríguez explica que hoy en día, «estás en la ciudad, sumergido en la rutina y la familia está por un lado y tú por el otro».

Cada vez son más las familias que deciden venir a pasar la Semana Santa juntos al campo. Como Celestino, es el caso de Juan Francisco García, dueño de su particular caravana llamada 'La Caracola'. «Con mis tres hijos venir aquí es una manera espectacular de desconectar de las tecnologías, de los móviles y ordenadores». Asombrado, García se daba cuenta de que sus hijos «ni encienden la tele, no la ven». Una semana diferente, esta familia que vive en Santa Lucía de Tirajana son habituales de la zona, «esta área es idónea para caminar, ir al Nublo, está estupendo», afirma mientras recarga agua en la fuente para su caravana.

Las familias, en los cámpines de la cumbre grancanaria. Arcadio Suárez
Imagen principal - Las familias, en los cámpines de la cumbre grancanaria.
Imagen secundaria 1 - Las familias, en los cámpines de la cumbre grancanaria.
Imagen secundaria 2 - Las familias, en los cámpines de la cumbre grancanaria.

Sin embargo, su vecino Celestino pide más luz y mejorar los baños. «Lo que le falta a esta área es luz y renovar los servicios». Él, como gran aficionado de los cámpines, ha estado en el de Hoya de Morcillo en El Hierro y en Punta del Hidalgo en Tenerife y «no tienen punto de comparación con este, falta mejorar estas cosas aquí porque principalmente no hay mucha iluminación y es importante que la haya», reclama.

Otra familia que ha optado por pasar las vacaciones en plena naturaleza son Juan Carlos y Mari Carmen. «Nos llena mucho esto, nos da vitamina y vitalidad», afirman, aunque reconocen que su camping favorito es el de Tamadaba, más concretamente el de Llanos del Mimbre. Una zona que se encontraba cerrada desde la pandemia hasta hace unos días, que ha reabierto. «No pudimos pedir plaza allí, así que por eso venimos a este».

La pareja vive en la capital grancanaria y desconectar con su autocaravana es fundamental. «Estos tres días nos han servido para recargar pilas y encarar la vuelta al trabajo con otra cara», comenta Juan Carlos mientras coloca la tela que les protege de los mosquitos. «Gracias a esto porque si no te comen entero» añade Mari Carmen.

Las casetas, en Los Llanos de La Pez

No solo en caravana puede disfrutar de un fin de semana en Tejeda. Muchos prefieren acampar con su tienda de campaña. Una forma diferente de disfrutar con tus seres queridos de todo lo que te aporta la cumbre de la isla redonda. Cerca del Corral de Los Juncos, está la famosa área de Los Llanos de la Pez. Allí, 400 personas, tras pedir el permiso correspondiente, pueden acampar con su caseta y quedarse bajo la luz de la Luna en un lugar tranquilo y alejado del constante ruido de la ciudad.

Es el caso de las familias Quintana y Montes, que decidieron venir al área de acampada más grande de la isla, huyendo del trasiego y el constante movimiento de las grandes metrópolis grancanarias. «Trabajo en el sur de la isla, en el hotel Baobab y precisamente necesitaba estos días de frío y desconexión» comenta Enrique Montes con gesto de alivio y tranquilidad.

Las ocho zonas para acampar habilitadas en la cumbre de Gran Canaria tienen un total de 1.350 plazas

Por otro lado, está Ismael Quintana que se vino con su familia a esta zona de acampada inmersa en pleno Parque Rural del Nublo y en la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. «El ambiente entre todos los campistas es muy bueno, venimos menos de lo que nos gustaría, cuando podemos».

«Buscábamos este frío, estas temperaturas, si no, la esencia de acampar se pierde», afirma Quintana, natural de Arucas, que vino con sus dos hijos, su mujer y su suegra. El fresco es una de las señas de identidad de la cumbre grancanaria. Pasar de los 24 grados de Las Palmas de Gran Canaria a los 6 que había en Tejeda en Semana Santa es un placer para muchos y una odisea para otros no tan acostumbrados.

Pero lo que predomina en las zonas es la sintonía con el frío. «El fresquito es lo mejor que hay, estuve en noviembre del año pasado con lluvia y neblina y prefiero eso a que haya mucho calor», confiesa Celestino con su perrito en brazos. Su vecino momentáneo en Corral de Los Juncos piensa igual. «El café entra increíble aquí y las comiditas calientes y la barbacoa no pueden faltar nunca cuando venimos de acampada», admite Juan Francisco García mientras sirve un vasito de leche a su hija.

«Vinimos a la cumbre huyendo de la masificación y buscando la paz y la tranquilidad que te da este paisaje»

Enrique Montes

Campista

Unos niños, que no paran de disfrutar y de jugar. «Los chiquillos se divierten mucho, aquí se sienten libres, desconectan de los móviles y de la rutina del colegio», afirma García junto a sus dos hijos. Al tiempo que aclara entre risas que «falta uno, que se le pegaron las sábanas y no se ha levantado todavía».

Esta paz mental que buscan estas familias es esencial para seguir mirando con optimismo y alegría el futuro. Una paz que viene acompañada de compartir con la familia momentos únicos e irrepetibles, de salir de la rutina y desconectar, de aprender a conocer el entorno y observar las estrellas en silencio. Un tipo de paz que solo te la dan los paisajes de la cumbre de Gran Canaria.

Celestino Rodríguez junto a su mujer y su perrito en el camping. Arcadio Suárez

Los trámites a realizar

Si quiere obtener una de las 1.350 plazas que tienen las ocho zonas habilitadas para acampar en la cumbre de Gran Canaria tiene que ser vía online, a través de la sede electrónica del Cabildo de Gran Canaria o en la aplicación de dicho organismo.

Juan Francisco cree que es complicado conseguir el permiso. «Los trámites son algo complicados, después de que lo han hecho vía internet, es difícil coger plaza». Además, se queja de que siempre está todo ocupado y luego, el camping está a su mitad de ocupación. En estos casos, si la persona que pide el permiso no viene, el Cabildo le sancionará con 15 días sin poder obtener plaza.

Sin embargo, Celestino opina que es sencillo. «Te metes en la web del Cabildo, si hay plaza reservas y si está todo lleno pues tienes que elegir otras fechas». Juan Carlos y su mujer siguen la misma línea que su compañero de camping. «Lo han puesto bastante sencillo, con el certificado digital está mucho mejor, ya no tienes que ir presencialmente a reservar tu plaza»

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