¿El mejor cabrito frito de Fuerteventura? Selena, en Casillas de Ángel
Gastronomía ·
Selena Cabrera Calero ha devuelto la fama al pueblo por la carne de baifo. La receta es simple: «ajo, carne de cabrito lechal y a la sartén». Desde hace tres años, regenta el bar del centro culturalSelena dice los ingredientes de la carne de cabrito frito y se guarda el secreto que hace que El Rincón de Calero, en Casillas del Ángel, en el municipio de Puerto del Rosario, vuelva a ser famoso por este plato: ajo, carne de baifo lechal y a la sartén. Confirma que es su plato estrella y que -da una pista- sigue los pasos del mejor cabrito heredado de Santiago Morales, Felo para todos, hace décadas y en el mismo Casillas del Ángel.
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Con las enseñanzas de su madre Isabel en la cocina, Selena Cabrera Calero (Casillas del Ángel, 1980) se hizo cargo del bar del centro cultural de su pueblo en junio de 2022. «Nada, no sabía nada más de cocina que las recetas de siempre de mi casa. Soy administrativa de profesión». Claro que no son recetas cualesquiera: la carne de cabrito frito, la carne de cabra en salsa y las costillas saladas de cerdo con piñas. «Todo, sazonado con cariño».
Sean las recetas de su progenitora, el cariño, la mano de Selena en los fogones, lo cierto es que el título de mejor carne de cabrito frito de Fuerteventura ha regresado a Casillas del Ángel. «Es el boom del bar. Viene gente de La Gomera, de un club de bola canaria de La Palma, de Gran Canaria o Lanzarote, todos me llaman para reservar mesa y dos o tres raciones de cabrito. Todos salen contentos y diciendo que han recuperado un sabor que hace tiempo no comían».
El baifo, o cabrito, tiene que ser de cuatro o cinco kilos, «si pesa más, ya no es cabrito. Nuevito, al mes y medio de nacido, cuando ya tiene cuerpito. Ajo, sal y con cariño, no lleva más».
El bar El Rincón de Calero tiene más platos estrella en el menú: carne de cabra en salsa y costillas de cerdo con piñas. «Son productos de cuchara, que llamamos nosotros, aparte de garbanzas, croquetas caseras, tomate majorero aliñado, queso de cabra y otras cosas que te encuentras en otros locales. Todo con productos kilómetro cero porque en Casillas del Ángel hay varias ganaderías».
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Las costillas saladas con piñas sólo se sirven los fines de semana porque son laboriosas: cuatro horas de fuego. «Si no tengo piñas de Fuerteventura, ni las preparo. Bueno, en realidad las hace mi marido, Daniel Padrón, que se le da bien la cocina».
La carne de cabra compuesta tampoco podía faltar en el bar. Selena Cabrera Calero se crió en la granja ganadera de sus padres. «En mi casa, nunca faltaron la carne de cabra y el queso majorero. Una vez más, nuestra receta es la de mi madre Isabel Calero, que a su vez la aprendió de mi abuela Dolores Nolasco».
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Con todo este bagaje, como más disfruta Selena, administrativa de profesión, es atendiendo a las mesas. «El tú a tú, me gusta que me digan que la carne estaba buena. Me gusta agasajar a la gente, como buena majorera, tanto, tanto, que me dicen la relaciones públicas del bar y que me acuerde de que también soy camarera».
Y atiende en el bar de un centro cultural que no es uno cualquiera, aclara Selena. Para empezar, ya lo dice el nombre del local: El Rincón de Calero. «Fíjate, que ya es raro que el bar de un centro cultural tenga nombre».
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El nombre tiene que ver con la historia de Casillas del Ángel del siglo XX que, en forma de chascarrillo, oía Selena en su casa. El entonces teleclub empezó a levantarse en el pueblo, pero la quiebra de la empresa constructora dejó a medias el local, entre los trabajadores estaba su abuelo Camilito Morales. «En mi casa, oía de pequeña decir aquello de que 'un rinconcito del centro cultural es nuestro'», en referencia a la familia Calero.
Como no había trazas de que el Ayuntamiento fuera a terminar la obra inacabada del teleclub, la gente del pueblo decidió hacerlo por su cuenta, «cada uno con un día de trabajo». Con esta historia de unión vecinal, creció también Selena. Por eso, cuando esta mujer se decidió por explotar el bar del centro cultural casi medio siglo después, le puso El Rincón de Calero.
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El centro cultural de Casillas del Ángel no es sólo el bar, también fue el germen del colectivo cultural Los Barbechos. «Lo formamos al mismo tiempo que Mafasca en Antigua o Tiempo Sur en Gran Tarajal». De aquel movimiento social salió la rondalla Tabaire y, entre otros, «me gusta pensar que fue el germen del actual club deportivo Terachi, que organiza la Ruta del Queso, o de que yo me decidiera a ser concejala de Servicios Sociales durante una legislatura».
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