Los fondos europeos, claves para garantizar la actividad agrícola y el desarrollo rural

La lejanía e insularidad de Canarias, que tiene reconocido un trato diferenciado en la Unión Europea por su condición de región ultraperiférica (RUP), supone para el sector agrario de las islas un importante sobrecoste que lastra su competitividad. La confluencia de factores como el precio de la tierra, la escasez de agua, el minifundio, la dificultad de mecanizar, la dependencia económica de un reducido número de productos como el plátano o la competencia del uso turístico o residencial del suelo han tenido como consecuencia la progresiva disminución del peso del sector en la economía canaria y en la creación de empleo. Ante esta situación, agravada en el último año por la pandemia, las ayudas de la Unión Europea son ahora más que nunca un elemento clave para la supervivencia del sector agrario canario.

«La agricultura tiene un papel fundamental en la conservación del medio ambiente, del paisaje y en el mantenimiento de diversidad agraria de las islas, además del importantísimo papel de asegurar el abastecimiento de alimentos a la población», señala la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, «por lo tanto esos fondos europeos son fundamentales, ya que vienen a paliar las dificultades con el objetivo de mejorar la actividad de sector y promover el desarrollo de las zonas rurales», añade.

Vanoostende, que desglosó la semana pasada las ayudas europeas y su importancia para el sector primario ante la comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior del Parlamento canario-, considera «prioritarias» las subvenciones del POSEI (el programa específico comunitario de apoyo a las producciones agrarias de Canarias) y del Plan de Desarrollo Rural (PDR).

El POSEI está vigente desde que Canarias accedió plenamente a la Política Agraria Común (PAC) en 1992 y tiene en la actualidad un importe total de 268 millones de euros, de los que 60 millones corresponden al Régimen Específico de Abastecimiento (REA) con el que se compensa el coste adicional de la lejanía e insularidad de determinados productos agrarios esenciales para el consumo y la transformación industrial. Ante la negociación abierta con Bruselas para establecer la ficha financiera del POSEI 2023-2027, el Gobierno canario ha intensificado las acciones con el objetivo de mantener sin recortes el importe de las ayudas, una meta que la consejera considera posible alcanzar, aunque puntualiza que es necesario explicar bien y visibilizar en Bruselas las dificultades a las que se enfrenta el sector primario canario por su lejanía del continente.

«Desde 2018 ya estaba la amenaza de recorte del 3,9% que finalmente se pudo contrarrestar, y ahora con un presupuesto europeo a la baja tras la salida del Reino Unido creemos que un objetivo realista es mantener la ficha financiera actual», señala Vanoostende, «contamos con el apoyo del Parlamento y del comisario europeo, pero también hay un grupo de Estados miembros que son reacios a ese mantenimiento, y por lo tanto tenemos que seguir trabajando», añade.

En esta línea, la consejera de Agricultura destaca el compromiso adquirido por el Gobierno estatal en defensa de los intereses de Canarias ante las instituciones de la Unión Europea y la próxima visita a las islas del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, al que atribuye un «papel fundamental» en la anterior negociación para evitar que disminuyera la ficha del POSEI en el tramo 2020-23. «Espero que en esta negociación tengamos un resultado tan positivo como el anterior», señala.

Además de las ayudas europeas derivadas del POSEI y del PDR -financiado parcialmente mediante el Feader (Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural)- Canarias va a participar de los 1.100 millones de euros que gestiona el Ministerio de Agricultura del Plan de Recuperación Estatal, con diferentes actuaciones para la mejora de infraestructuras de regadío declaradas de interés general. «Del total asignado al Ministerio, casi la mitad, 560 millones, son para un plan nacional de regadío», señala la consejera canaria de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alicia Vanoostende, «y ya hemos estado trabajando mano a mano con el Gobierno estatal para hacer propuestas de regadío en Canarias, que tengan unas ciertas características y sean proyectos maduros», añade.

En relación al plan estratégico de ámbito nacional que prepara el Ministerio, que ya está en su fase final tras una negociación que se ha alargado en el tiempo, el Gobierno canario mantiene reuniones bilaterales para terminar de establecer las cuestiones específicas que afectan a las islas. Según ha adelantado Vanoostende, se trabaja con la idea de que las reuniones bilaterales que el Ejecutivo estatal viene manteniendo con las distintas comunidades autónomas den lugar a una última conferencia sectorial en torno al mes de mayo para cerrar el borrador del plan nacional, a fin de que pueda pasar la evaluación medioambiental antes de final de año. «El objetivo es que el año que viene se puedan hacer los desarrollos legislativos necesarios tanto a nivel estatal como regional para que en 2023 entren en vigor los planes de desarrollo regional en cada una de las comunidades autónomas», expone la titular canaria de Agricultura.