Así empezó todo: una denuncia en Tenerife por 2.575 euros que salpica ahora al Cabildo

El caso Mediador tiene un origen que es cuando menos singular: una denuncia presentada en Tenerife por el entonces director de Deportes del Cabildo de Tenerife, Ángel Luis Pérez Peña, contra M.A., integrante de la presunta trama, y al que aquel acusa de una presunta estafa, con supuestos cargos fraudulentos con su tarjeta bancaria.

La denuncia fue archivada en primera instancia, Ángel Luis Pérez Peña recurrió y la Audiencia Provincial mantuvo el sobreseimiento, como publicó el periódico 'EldigitaldeCanarias'.

Fue en el marco de la investigación de esa denuncia cuando, en sede judicial, el intermediario de la trama -de ahí el nombre de caso Mediador- asegura tener pruebas de que los cargos en la cuenta de Ángel Luis Pérez eran una práctica habitual con políticos y que podía acreditar casos similares con muchas personas de diferentes ámbitos de la vida pública.

Los agentes policiales se encuentran entonces con un teléfono móvil marca Apple, en concreto el iPhone 11Pro Max, y otro iPhone 7 Plus con miles de archivos:mensajes, chats, imágenes, vídeos y horas y horas de grabaciones.

En cuanto a Ángel Luis Pérez, su denuncia ha quedado para la historia como falsa. Dejó el cargo en el Cabildo sin mayores explicaciones por parte del presidente, el socialista Pedro Martín, y en marzo se abordará el asunto en un pleno. Desde Coalición Canaria ya se ha reclamado la entrega de contratos en los que participara, ante las fundadas sospechas de posibles irregularidades.

En la investigación judicial aparecen mensajes del propio Ángel Luis Pérez Peña que acreditan la complicidad con el intermediario, la persona a la que habría denunciado. Así, se pueden leer algunos del siguiente tenor:«Yo confío mucho y plenamente en ti y te repito que mañana sí todo en marcha»;«Que si tú y yo nos ponemos el mono de faena, tú organizando el tema de tejido empresarial y yo coordinando en la parte técnica deportiva, estamos en tres años»;«siempre habrá que poner un tonto del pueblo matancero».

Y también mensajes alusivos al dinero que le llegaba: «De las 200 euros una se cargó bien y otra dio error». «¿Puedes volver a generarla?» «Tengo una de 500 y otra de 200». También aparecen enviados mensajes con imágenes de relojes de alta gama.

Con el testimonio y la documentación que aporta, los investigadores no tienen duda:se encuentran ante una presunta trama corrupta, por lo que la jueza abre una pieza separada. Después, según fuentes del caso, vendrían varias más, en una investigación que continúa. Ante algunos mensajes, los investigadores apuntan: «A falta de análisis individualizado y ulterior de las conversaciones mantenidas con estos políticos, en la conversación que nos ocupa ya se atisban pruebas de su participación en diversos delitos relacionados con la corrupción». Y se da gran valor a la existencia de abundante información gráfica, así como grabaciones. De hecho, se trata de una red clientelar profusamente fotografiada.

En ese material gráfico aparecen los pasajes en que el diputado Juan Bernardo Fuentes terminaba las giras con sus invitados en clubes de alterne en Madrid, así como de una fiesta en un hotel de la capital grancanaria en la que participó su sobrino y entonces director general de Ganadería, Taishet Fuentes. Esas imágenes, al menos en el caso de Taishet, habían llegado hasta instancias del Gobierno canario y aceleraron según, fuentes socialistas, su relevo como director general. La versión oficial del Gobierno es que no entonces no tenían conocimiento de actividades supuestamente ilícitas.

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