En busca del Gordo: tras el rastro de la suerte

Miguel González Rosales, propietario del Bazar Ítaca, en la capital grancanaria, constata el éxito que genera dar un premio, aunque solo sea con un único décimo como en su caso. «Estamos desbordados hasta tal punto que voy a contratar a una persona para el último tirón de ventas» en estos días previos al sorteo extraordinario, señala el lotero.

La fama que se han ganado estos despachos y mixtos ha provocado un peregrinaje de personas que se desplazan desde otros municipios a buscar la suerte. Hasta la administración de lotería La Movida, en Las Huesas, en Telde, se ha acercado «gente de La Aldea, por ejemplo, para adquirir décimos porque creen en nuestra suerte», cuenta su propietario Vicente Ortega Ojeda. «El año pasado dimos un Gordo, un número que se dio por máquina a un chico conocido del barrio. Este año estamos muy ilusionados con repartir más premios si cabe; estamos vendiendo muchísimo más que en el pasado sorteo. Es sorprendente», apunta. A María del Carmen Suárez, de la administración capitalina nº 39, por su lado, le hubiese gustado vender más de un décimo del Gordo en 2022 y confía que «suceda este año».

Esta imagen, sin embargo, contradice la consignación de décimos de Lotería y Apuestas del Estado (LAE) de 2023 que deja entrever que los canarios no confían demasiado en la suerte al invertir seis euros menos que el año pasado en lotería de Navidad, siendo la media de gasto de 51,49 euros, es decir, de uno a dos décimos por habitante, frente a la media nacional de 71,67 euros. De esta manera, las islas se posicionan como la segunda comunidad autónoma que menos compran, solo por encima de Baleares -con 41,66 euros–. Por provincias, siguen siendo más jugadores en Santa Cruz de Tenerife que en Las Palmas, 53,78 euros por habitante (ocho menos que en 2021) frente a 38,28 euros (cuatro menos).

Que se gaste más o menos en billetes para el sorteo no es importante mientras se juegue porque los bombos del sorteo acogen todas las combinaciones posibles, incluso las que no gustan a nadie. Sea como sea, muchos canarios tienen claro qué número jugarán, una decisión que toman siguiendo supersticiones, fechas de nacimientos, cumpleaños o de catástrofes -hace dos años se agotó el 19921, número que coincidía con el estallido del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma.

En esta estrategia de juego se ha puesto de moda adquirir números que se consideran «feos, esos que nadie quiere porque se repiten los números o son muy bajos», explica Ruymán Verona, propietario de la Administración de Lotería Caminito de Teror. «De estos vendemos mucho porque han salido bastante en los últimos sorteos: los de la serie 00000, 99999 como 00750, 00580, 09990 o 00338», confirma. «En este juego es indistinto que sean feos o bonitos. Juegan con la misma suerte una vez en el bombo», aunque reconoce que ha recibido devoluciones porque «no gustaban».

Verona tiene la solución para esto: los sobres sorpresa. Se trata de una iniciativa que fomenta la intriga y la ilusión de cara al 22 de diciembre porque mantiene oculto el número del décimo hasta la misma mañana del sorteo . «Es un regalo idóneo para estas fechas y así no se cogen nervios de si gusta o no», alude sin olvidar añadir que, hasta ahora Caminito de Teror no ha fallado casi ningún año en dar muchos premios . «Estoy convencido de que la suerte la tenemos de nuestro lado», confía.

Como es habitual, este año también se han lanzado predicciones del número que será agraciado con el Gordo en el sorteo navideño pero, en esta ocasión, a videntes y tiktokers se ha sumado la inteligencia artificial de ChatGPT que ha vaticinado que el ganador será el 03695. Y como la superstición no tiene fronteras, los jugadores en Canarias han arrasado con este número y las posibles terminaciones de 95.

Según la LAE, las terminaciones 85 y 57 han sido las más premiadas en la lotería de Navidad, en seis y siete ocasiones, respectivamente, seguidas del 75 y 54, que han salido cinco veces cada una, y la 94, en cuatro ocasiones. Y, de hecho, todos los números con estos últimos dígitos están vendidos hace tiempo. Las históricas del sorteo como el 17, 13, 69, 3, 5 y 7 también se encuentran agotadas, según los loteros.

El 33 de Fernando Alonso es una de esas que se viralizan en redes sociales. El piloto asturiano publicó sus ansias de lograr su 33 victoria en el Gran Premio de los Países Bajos del Mundial de Fórmula 1 de 2023, que finalmente no logró pero que hizo saltar las alertas de los jugadores de lotería de Navidad. En la administración de loterías nº 8 La Brujita de Telde, en el CC Alcampo, aún quedan billetes del 33633. Alberto Suárez, propietario de la oficina, insiste en que tiene muchas probabilidades de que sea cantado por los Niños de San Ildefonso.

Con o sin estadísticas por medio, Claudia Reyes, propietaria de la administración de lotería n° 54 en El Mirador, sueña con repetir el Gordo que dio en 2021 con 160 millones de euros tras vender 400 décimos del número 86148. «Hay muchísima cola y ventas porque todos quieren hacerse con el primer premio», dice.

Víctor Rosano juega todos los años el mismo número, que espera salga ganador porque aunque «no dejaría trabaja sí compraría una casa en la costa». Jesús Miguel Viera, por su lado, lleva tres décimos que si fueran cantados les ayudaria a «pagar deudas y a la familia.

En todo caso, se debe recordar que el Gordo de Navidad o primer premio son 4.000.000 de euros a la serie (400.000 euros al décimo); el segundo premio, de 1.250.000 euros a la serie (125.000 euros); o el tercero, de 500.000 euros a la serie (50.000 euros). Y más importante aún, tener en cuenta que Hacienda se lleva un 20% por cantidades y premios que superen los 40.000 euros.