Pillados con el dinero en la mano
Los guardias civiles José Juan P.M. y Santiago A.S. negaron ayer ante el jurado que hubieran cobrado sobornos en el Aeropuerto de Gran Canaria a extranjeros a cambio de falsear su declaración de efectivo. Lo sostuvieron a pesar de que en el vídeo se les veía haciéndolo, con lugar a pocas dudas.
Antonio F. de la Gándara
Jueves, 16 de julio 2020, 08:39
La cámara que Asuntos Internos de la Guardia Civil camufló en el resguardo fiscal del Aeropuerto de Gran Canaria en 2008 –tras recibir una denuncia que aseguraba que los guardias civiles exigían dinero a los extranjeros que viajaban con más de 10.000 euros cuando pasaba por la oficina a declarar el efectivo– grabó el 12 de agosto de 2008 a los agentes José Juan P.M. y José Santiago A.S. cobrándole al menos 50 euros a un marroquí tras pedirle dinero «para café» supuestamente a cambio de no contar cuánto traía y consignar sólo lo que el africano decía traer.
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El jurado constituido desde el pasado lunes ante la Audiencia de Las Palmas para juzgar a 10 guardias civiles y dos ciudadanos extranjeros por cohecho, falsedad y amenazas vio ayer la segunda tanda de vídeos sobre los que el Ministerio Fiscal vertebra la acusación. En las imágenes cenitales se observa sin lugar a duda alguna cómo el ciudadano que está en el lado inferior de la imagen pone una suma no determinada de dinero bajo la gorra de uno de los agentes y como éstos, cuando ya el marroquí está fuera de plano, cuentan el dinero y se lo guardan en sus carteras.
En un tenso interrogatorio, los dos acusados –para los que la fiscal Teseida García pide las condenas más altas del proceso; 18 años de cárcel por cohecho y falsedad en documento oficial– negaron con vehemencia que hubieran cobrado soborno alguno y aseguraron que los vídeos no mostraban toda la verdad sobre lo ocurrido, ocultando partes que les beneficiaban. José Juan P.M. alegó que en aquellos días estaban haciendo una colecta para comprarle un regalo a un compañero que se jubilaba y por eso se les veía manejando dinero, y José Santiago A.S. aseguró que en el vídeo se había suprimido un pasaje en el que él aclaraba la situación.
El juicio seguía al cierre de esta crónica, y continúa hoy.
El juez a los acusados: «mi paciencia se agota»
Indignados. Los dos acusados que prestaron declaración ayer se condujeron como ciudadanos fuera de toda sospecha indignados por las afirmaciones de la fiscal. José Juan P.M. dijo primero que no se reconocía en el vídeo, después admitió que era él a regañadientes, y contestó a algunas preguntas de la fiscal prácticamente con burlas.
«Se caga». En esta clave, cuando la fiscal le preguntó qué quería decir cuando entre ambos advertían que uno de los extranjeros se estaba «cagando en los pantalones», respondió: «Ah, no sé, lo diría por mí mismo, tendría ganas de ir al baño».
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De golpe. El magistrado Secundino Alemán lo cortó: «Tengo mucha paciencia, pero se me está agotando», advirtió. El acusado acabó su turno pidiendo perdón si se había excedido con la fiscal.
Jurado. El tribunal popular también dio muestras de cansarse ante actitudes tan altaneras frente a pruebas en apariencia abrumadoras: «¿Por qué no les funcionaba la máquina de contar dinero, si la de mi banco siempre funciona?», le espetó una jurado a José Juan P.M.. «Porque su banco es rico y el Estado es pobre», replicó el acusado. «Pues, sabe?, no creo que fuera por eso», zanjó la ciudadana.
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