El Gordo cae en Lanzarote

La identidad del comprador, con derecho a ingresar en bruto un pellizco de 400.000 euros, una incógnita. Ni siquiera se sabe quién vendió el décimo, según reconocía Saro Martín Noda, la encargada del despacho lotero desde su estreno en 2001. Bien pudo haber sido la vendedora, bien pudo haber sido cualquiera de las otras tres habituales tras la ventanilla, Dolorci Rodríguez, Cristina Borges y la novata Alicia Padrón. Todas ellas brindaron en equipo con cava catalán recién comprado, en cuanto los periodistas se agolparon a la puerta de la administración, repitiendo el ritual de 2014, cuando se festejó la venta de 10 décimo del Gordo de hace tres años.

Según relató Saro Martín Noda con una amplia sonrisa, «me enteré de que había vendido el Gordo por una llamada de teléfono de un periodista», encargando al colgar el espumoso para festejar la circunstancia, «no lo compré antes, porque trae mala suerte». Por supuesto, recibió la noticia con enorme satisfacción, «con la misma alegría, la misma ilusión que la otra vez», relató ante una nube de equipos periodísticos a la vez que se daba a conocer el último de los quintos premios, del que también en la administración del Deiland Plaza se vendió un boleto por máquina. En este caso, la persona agraciada tendrá derecho a recibir 6.000 euros.

Un boleto de este mismo quinto premio se vendió por la administración número 1 de Arrecife, donde de inicio se recibió con cierta cautela el anuncio oficial sobre la venta. Este despacho, regentado por Rosa Dolores Perdomo, sufrió una fallida circunstancia en 2012, puesto que se llegó a anunciar que había vendido por máquina un décimo de uno de los quintos de hace cinco años, para luego decirse que no había sido así algunas horas después. Confirmada la buena suerte, se festejó el premio dado y se hizo por colocar un cartel para presumir de la venta hecha.

Y no hubo más en Lanzarote en cuanto a premios mayores, puesto que esta vez no quiso la suerte que resultaran agraciados con grandes sumas boletos colocados en administraciones o puntos de venta que sí dieron premios relevantes en pasados año, como los bazares Ana o Wiki de Arrecife, la imprenta Vargas de la capital, la principal administración de Playa Blanca o el despacho de la familia Chablani de Puerto del Carmen.

Cabe precisar que el Gordo navideño ha tenido tres presencias en territorio lanzaroteño en toda la historia de este popular sorteo. La primera vez que la fortuna vino de cara fue en 2012, gracias a que se vendió un décimo de máquina del primer premio en un despacho del barrio de Argana Alta, con polémica, pues la confirmación oficial del hecho se dio tras antes haberse dicho que se había vendido en un punto del barrio de San Francisco Javier, donde incluso se festejó. De hecho, la circunstancia evitó la toma de imágenes en Centro Tienda Argana Alta con sus propietarios festejando la venta.

La segunda vez que el Gordo pasó por Lanzarote fue en 2014, al repartir 4 millones de euros la administración del Deiland, la misma que ayer hizo que ya pueda decirse que el primer premio navideño ha tocado tres veces en la isla desde que en 1812 se hiciera por primera vez el sorteo navideño de Lotería Nacional.

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