La niña encañonada

Más allá de las producciones que tienen un cariz realista, que retratan cuestiones sociales, políticas o familiares, el cine nórdico llega a cuentagotas a las salas comerciales nacionales. De vez en cuando, los distribudores ven la luz y se arriegan con títulos como la maravillosa Déjame entrar (Låt den rätte komma in, 2008), del sueco Tomas Alfredson, y la apuesta que a priori parecía muy arriesgada se transforma en un éxito mayúsculo.

Muy distinto a lo que habitualmente viene desde las frías tierras nórdicas es Thelma, del noruego Joaquim Trier. Al menos, de nuevo, en apariencia, porque esta producción noruega es mucho más de lo que aparenta.

Lo natural sería decir que estamos ante una bella y evocadora película sobre una joven con poderes paranormales. Pero Thelma, que así se llama la susodicha, protagoniza una historia con muchas lecturas paralelas, gracias a las que el conjunto se convierte en algo más que en una ensoñación entretenida.

El responsable de Reprise (2006), Oslo, 31 de agosto (2011) y El amor es más fuerte que las bombas (2015) aprovecha la turbadora realidad de esta niña para reflexionar sobre las relaciones paterno-filiales, la soledad, el descubrimiento del amor y el sexo, la adolescencia, las creencias religiosas y la exclusión dentro de la sociedad al que se diferencia del patrón más común.

Thelma tiene la capacidad de aunar estas pinceladas sociales dentro de una película de género fantástico o paranormal, que a pesar de ciertas lagunas en su guion, consigue despertar bastante interés desde la impactante secuencia inicial, en la que una niña se queda fascinada al ver un cervatillo, mientras su padre la encañona con una escopeta y cargado de rabia...

Dirección: Joachim Trier. Guion: Eskil Vogt y Joachim Trier.

Intérpretes: Eili Harboe, Kaya Wilkins, Henrik Rafaelsen, Ellen Dorrit Petersen.

Duración: 116 minutos. Nacionalidad: Noruega

«La soledad, la adolescencia, el descubrimiento del amor y el sexo, la exclusión social al diferente sobrevuelan las bellas y turbadoras imágenes de esta fábula social».

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