Liga de Naciones

Del director ·

España no tiene estrellas de relumbrón, pero quizás por eso el mérito es mayor

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 19 de junio 2023

Según lanzó Carvajal el penalti que finalmente dio la victoria a España ante Croacia en la final de la Liga de Naciones, en algunas tertulias de radio y televisión, como también en redes sociales, se estaba cuestionando el mérito de la competición. Es más, no faltaban los que decían que era un título menor, que aquello no pasaba de ser una especie de pachanga y que se notaba que estábamos ya en verano y con los jugadores de relevancia planetaria de vacaciones.

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Claro que lo decían los mismos que, apenas veinticuatro horas antes, advertían de que, en caso de no conseguir el título, habría que proceder al despido inmediato del entrenador, del presidente de la Federación Española de Fútbol y a una renovación completa de la selección, echando mano de este o aquel que no habían sido convocados y no volviendo a llamar por los siglos de los siglos a este y a aquel que sí fueron a la competición.

Si nos guiamos por la respuesta ciudadana, pues el dato incontestable: casi uno de cada dos españoles que sintonizó la televisión el domingo por la noche estuvo pendiente del partido, un seguimiento que se prolongó bastante más allá del pitido final.

Y viendo la retransmisión, no parecía que a los miles de seguidores croatas les pareciera menor el título, como tampoco a sus futbolistas, algunos de los cuales están entre lo mejorcito del Viejo Continente. Otro tanto cabe decir de italianos y holandeses, que llegaron a la fase final de la competición y se quedaron con las ganas de disputar el partido que daba opción al título.

Es verdad que la España que ganó el domingo no tiene esas grandes estrellas de relumbrón, pero quizás por eso el mérito es mayor. De hecho, se nos olvida que la España que ganó la Eurocopa con Luis Aragonés y el Mundial con Vicente del Bosque tenía en sus filas a futbolistas que parecían mediocres y cuya inclusión en la lista de convocados también fue objeto de críticas.

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Es una pena que la polarización política que vive el país se traslade a todos los ámbitos y que cuando se produce una alegría, aparezcan los mensajes que tratan de aguar la fiesta. Como también es verdad que la Liga de Naciones, esa competición más bien reciente y con nombre de película de superhéroes, está un peldaño por debajo de la Eurocopa y del Mundial, pero no es menos cierto que a franceses, alemanes, portugueses e ingleses les habría encantado estar ayer en la final y que en lugar de Carvajal hubiesen sido Mbappé, Kimmich, Ronaldo o Kane quien hubiese marcado el último penalti.

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