En esa especie de huida hacia adelante en que, lamentablemente, parece haberse instalado la dirección del Partido Socialista o el Gobierno, que tanto monta, monta ... tanto, en el reciente Congreso Federal Pedro Sánchez anunció la creación de una empresa pública encargada de dar respuesta al problema de la vivienda.
Publicidad
Después hemos ido sabiendo que la empresa en cuestión ya existe pero que, supuestamente, va a ser refundada. Como también existe un Ministerio de Vivienda que, por lo que vemos, es incapaz de ofrecer por sí mismo esas soluciones mágicas. Ycomo también hay una normativa estatal sobre vivienda también con el sello parcial de los socialistas y que igualmente no parece haber obrado milagro alguno. De la misma forma que estamos a las puertas de una Conferencia de Presidentes en la que está previsto abordar este asunto para arbitrar una posible solución consensuada, de manera que no se entiende que el presidente se adelante a los acontecimientos. Y para completar el cuadro, los primeros decepcionados por el anuncio de Sánchez han sido sus socios de Sumar, que llevan un año reclamando cambiar la legislación y poner topes a los alquileres.
Con todos esos trazos, es muy difícil que el cuadro resultante sea ilusionador. Lo digo pensando en esos jóvenes que ya han visto que tener empleo no es garantía de acceso a una vivienda, ni en alquiler ni en propiedad. Como tampoco acaban de fijarse medidas que eviten la migración masiva de viviendas vacías hacia el alquiler vacacional.
¿Puede venir la solución de la mano de una empresa pública? Pues no parece. Salvo, claro está, que Pedro Sánchez quiera dar pasos atrás en la descentralización y recorte -o incluso anule- las competencias autonómicas en materia de vivienda, que son muchas, así como las municipales, que son también de gran calado práctico.
Publicidad
Igual sería más útil si de una vez por todas el Gobierno se tomara en serio que tiene un Ministerio que es tenedor de una inmensa cantidad de suelo que se puede liberar para crear vivienda pública de la mano de la iniciativa privada. Me refiero, por supuesto, al de Defensa. Como también igual sería más práctico que el Ministerio de Vivienda se convirtiese en un mero gestor de fondos finalistas hacia las autonomías para igualmente levantar vivienda pública.
Seguir poniendo tiritas donde hay una hemorragia severa es una inutilidad absoluta. Y ya está bien de crear nuevas estructuras burocráticas condenadas a entorpecerlo todo.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión