Beirán vuelve al ostracismo tras clasificar a España para el Eurobasket

«No es una decisión definitiva por mi parte». Así respondió Porfi Fisac en una entrevista a este periódico el pasado jueves tras ser cuestionado por si Javier Beirán, apartado desde el 4 de noviembre y ausente en los últimos siete partidos -tres de la ACB y cuatro de la EuroCup- del Herbalife Gran Canaria no volvería a jugar a sus órdenes en el presente curso.

«Suelo reunirme con él cada cierto tiempo y hablamos el tiempo que sea necesario, incluso le marco el trabajo y tiene su rutina. No he dicho cien por cien que mientras yo esté aquí, él no va a estar. Esto no se lo he dicho a él para nada», destacó el preparador segoviano en la entrevista, pero lo cierto es que la situación del jugador madrileño, que formó parte de la lista del seleccionador Sergio Scariolo en los partidos que dieron a España la clasificación para el Eurobasket 2022, no varía y continúa sin noticias de la entidad claretiana.

Pocos indicios públicos y privados vislumbran que haya un giro radical en los acontecimientos. El Granca no cuenta con él y, si bien algunas informaciones apuntan al interés del Casademont Zaragoza y del Coosur Real Betis por sus servicios, Beirán, quien tiene una temporada más de contrato, aunque con una cláusula de corte este verano, no escucha ofertas y pretende seguir en la isla para cumplir su contrato. De hecho, según ha podido saber este periódico, hace días que se tomó la decisión de vaciar su taquilla en el vestuario del recinto de Siete Palmas. Un aspecto que pone de manifiesto que se trata de un capítulo en una campaña desastrosa repleto de oscurantismo, de múltiples desplantes y de contradicciones.

No hay vuelta atrás. La situación es insostenible, pero sin ningún expediente disciplinario ni motivos contundentes. Solo una referencia pública a entender la capitanía de manera «diferente», pero con la intrahistoria de no estar satisfecho con su esfuerzo.

Pasan los días y el Club Baloncesto Gran Canaria se desangra en su travesía por el desierto y, lo que es peor, transita sin rumbo y sin visos de modificarlo.