Canarias urge un acuerdo con Marruecos que frene la utilización de la inmigración como arma

La cuerda entre España y Marruecos sigue tensándose. La entrada de alrededor de 6.000 personas en Ceuta y Melilla ha obligado a dar una respuesta de emergencia por parte del Estado con el refuerzo de efectivos destinados a preservar las fronteras del país, devoluciones de carácter inmediato y el desplazamiento del propio Pedro Sánchez hasta las ciudades autonómicas para «calmar los ánimos» y hacer un control de daños.

Desde Canarias, el presidente Ángel Víctor Torres se mostró partidario de «poner toda la carne en el asador» para buscar un acuerdo con el país africano y normalizar las relaciones diplomáticas. En las filas del PSOE apuntan que actuarán con «absoluta contundencia» y que aunque desean seguir manteniendo una buena relación con Marruecos, debe existir «diálogo y respeto» en el cumplimiento de las leyes. Hector Gómez, portavoz de Asuntos Exteriores afirmó que por el momento no relacionan esta situación con la acogida de España del líder del Frente Polisario pero, en cualquier caso, trabajan respaldados por la Unión Europea para que no se produzca una deriva en otros espacios como podría ser Canarias.

En general, tanto los partidos del Gobierno como los de la oposición han mostrado su solidaridad ante la urgencia de esta crisis migratoria, conscientes de las similitudes que comparten ambas ciudades con las islas, al tratarse de territorios fronterizos. Sin embargo, también reclaman la misma contundencia ante el fenómeno que se ha agravado en el archipiélago durante el último año y medio ante la llegada de 26.000 personas, de las que más del 50% procedía de Marruecos.

Desde Coalición Canaria (CC) temen que «el fracaso diplomático» de Sánchez pueda hacer que Canarias «pague las consecuencias», que no solo podrían traducirse en un repunte en la llegada de pateras sino también en otros ámbitos como el conflicto en torno a las aguas canarias y la intención del país alauita de extraer petróleo y gas en su entorno o la pérdida de lazos comerciales.

Es por ello que reclaman al presidente del Gobierno que ponga a Canarias en «el lugar que merece» dentro de su agenda. Una visita que lleva tiempo de retraso, según apuntan los socialistas, por diversos motivos, principalmente debido a la crisis sanitaria.

A las declaraciones de CC se han sumado el Partido Popular (PP), que si bien muestra su apoyo en el refuerzo policial y del Ejército para garantizar la integridad del territorio y la soberanía nacional, denuncian el «abandono absoluto» del archipiélago. «De lo único que se habla —apunta su presidenta Australia Navarro— es del número de plazas fijas, pero no se preocupan de medidas, del cumplimiento de la Ley de Extranjería y seguimos sin ninguna información sobre las derivaciones, las devoluciones, etc.»

Precisamente en contra de este asunto se ha pronunciado también Gemma Martínez, responsable de Políticas Públicas de Podemos, ya que desde las filas de la formación morada se oponen a las devoluciones en caliente por no garantizar los derechos humanos de las personas que han cruzado la frontera y entre las que se pueden encontrar muchas que requieren protección internacional. Además, critican que Marruecos utilice como «moneda de cambio» a menores y familias en la crisis diplomática. «El país abre y cierra fronteras según le conviene. Ahora tenemos mal tiempo y nadie nos garantiza que por ello no se produzca un repunte en Canarias». Ante esto, se hace eco de las palabras de la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson y recuerda que «Ceuta y Melilla son frontera de Europa, pero Canarias también».