En el muelle ya se respira lo bueno

Lunes, 20 de julio 2020, 08:21

La cuenta atrás para que comience el campeonato de pegas ya colma de ilusiones y expectativas a todas las tripulaciones que van a ser protagonistas. Representantes del SPAR Guerra del Río, Puerto de la Luz y Minerva Digitalium ofrecen sus análisis e ilusiones para lo que ya está a punto de comenzar.

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Están siendo muy especiales estos días en el Muelle Deportivo. Preparativos, expectativas, apuestas... La familia de la vela latina canaria ya se contagian de los aires que trae el nuevo calendario y bien que se nota. El trabajo acumulado comienza a traducirse en sensaciones y la incertidumbre que amenazó con dinamitar todo ya parece superada. Es hora de hablar de lo que todos desean ahora que la rivalidad en el mar recobra todo su esplendor. «Un pueblo que pierde su identidad no es pueblo», recuerda convenientemente Miguel Suárez, presidente del Santa Catalina, mientras cose sacos a la vista de todos. En efecto, he aquí una seña de identidad innegociable del pueblo y que, blindada en el tiempo por el empeño de sus entusiastas, vuelve a sembrar de emociones la bahía capitalina. Faltarán el Polivela y el Risco. Todos les echarán de menos porque, dicen, la crisis económica los borró del mapa. El resto permanece y dispuesto a dar mucha guerra. «Será una temporada interesante, teniendo la opción de salir delante siempre, que es lo que estábamos demandando. Eso se ha corregido con la doble vuelta. Hay menos botes pero se ha modernizado todo. Todo estará muy igualado. Se han quedado los botes más fuertes y ninguno va a ganar con facilidad», pronostica convencido Javier Barreto, patrón del SPAR Guerra del Río. Daniel Rodríguez, su colega del Puerto de la Luz, comparte esta previsión. Y lo fundamenta: «Me gusta la competición que viene. Son muchas fechas, ahora incluyendo los domingos, pero el sistema va a ser mucho más justo, pues se premiará al más regular. Es una pena que seamos menos, pero los que se han quedado son muy potentes». En el cambio de formato, y con la teórica igualdad de oportunidades que ahora se privilegia, también redunda Alejandro Cabrera en nombre del Minera Digitalium. «La doble vuelta será muy interesante. Es la primera vez que se hace y creo que será un éxito. Lo de venir los domingos es quizás lo que menos ha gustado porque no hay costumbre de hacerlo, pero habrá que probar y seguro que terminamos adaptándonos, como siempre, a estas pequeñas novedades. Es ley de vida», razona. Todos coinciden en la necesidad de que la afición se enganche cada fin de semana a las pegas y, por ahí, imploran una mayor coordinación entre las consignas federativas y las relativas a la seguridad vial para que la facilidad que se da con el cierre de un carril en la Avenida Marítima se institucionalice convenientemente: «Pido que no nos acosen desde el Ayuntamiento, que dejen ver las regatas desde la Avenida. Considero que es necesaria una unión más grande entre las instituciones públicas y este deporta para abrirnos a la gente, que puedan involucrarse», dice Rodríguez. «Se supone que todo está más que aprobado, pero a veces no te dejan aparcar y eso aburre a la gente», añade a propósito Cabrera, quien considera «fundamental» que se termine de arreglar un asunto que, inevitablemente, y al calor de algunos desajustes recientes que causan perplejidad en participantes y simpatizantes. Barreto es más explícito al respecto: «Tienen que dejar en paz a la gente que lo único que quiere es disfrutar de la vela latina y apoyarla con su presencia. Bastantes dificultades estamos superando como para que se nos debilite de esta manera y con lo mejor que tenemos, que es la afición y todo nuestro entorno». Porque, como subrayan, parece garantizado un nivel que fidelice al personal, premisa vital para que lo demás venga solo. «La gente que nos siga se va a divertir. Y los que prueben una vez, terminarán enganchándose», subrayan a modo de advertencia.

El buen ambiente que rodea a cada familia botera y el deseo recíproco de seguir colaborando entre todos, rivalidad aparte, en el crecimiento de la disciplina impulsan a unos y otros a continuar añadiendo alicientes a una tradición que se apresta a escribir una página nueva en su rica historia.

Doble vuelta, paridad entre los competidores, posibilidades compartidas de pujar de igual a igual... «Lo único que queda es que comience todo. A partir de ahí no tendremos que hablar. Nuestras palabras se verán en el mar. Desde luego que será la mejor publicidad que podamos darle a la vela latina», apuntan a modo de despedida. Porque lo bueno está por llegar y es deseo unánime de que corra la voz para que nadie se lo pierda. Es deporte, es tradición y es Gran Canaria. Todo junto, allá en el mar y con el desafío de seguir prestigiando la herencia recibida.

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