Desde mi sofá

Salimos mejorados

Desde mi sofá ·

La pandemia no se ha ido, por desgracia, pero lo que ya es una evidencia es que de lo padecido no aprendimos nada bueno sobre la condición humana y la vida en sociedad

Imagino que aún lo recordarán. Entre los mensajes o ideas que comenzaron a lanzarse durante el confinamiento decretado a nivel mundial para frenar la pandemia de la covid-19 figuraba aquel que decía que los que sobreviviéramos esta magna crisis sanitaria saldríamos mejorados. Fortalecidos por haber superado una situación tan crítica y con la lección aprendida. Habríamos comprobado que todo se puede ir al garete de la noche a la mañana y que para cuatro días que estamos en este mundo, mejor que nos respetemos unos a otros y rememos todos en la misma dirección.Aunque lo parezca y todo haya mejorado y vivamos, por suerte, casi como antes de marzo de 2020, la pandemia no se ha ido. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que fue quien la decretó, no ha firmado su defunción. A la espera de que eso suceda, lo que sí que está confirmado es que seguimos igual o peor que antes de que las mascarillas, las muertes a tropel, las limitaciones de aforo y los geles hidroalcohólicos irrumpieran en nuestro día a día. La guerra (salvaje como todas) ha vuelto a Europa gracias a la injustificada invasión rusa de Ucrania. Donald Trump no se fue sino que estaba de parranda y amenaza con regresar a la Casa Blanca. La violencia de género sigue desbocada, Perú ha estado a un paso de perder su democracia, en Alemania se ha querido volver a los años 30 del pasado siglo XX, la violencia verbal en el Congreso de los Diputados ha llegado a niveles alarmantes, la ultraderecha sigue viva, la izquierda ha perdido el norte, asistimos de nuevo a un Mundial de fútbol en un país dictatorial... Sin duda, salimos mejorados de la pandemia.

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