Las nuevas vacaciones, como una experiencia que te cambie la vida
El viajero de este siglo XXI demanda combinar su tiempo de descanso y ocio con la posibilidad de poder descubrir sensaciones diferentes, ya sea participando de manera activa o accediendo a probar otras ofertas
Carlos Hernández / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 16 de julio 2020, 19:28
El mensaje está lanzado. El sector turístico español tiene, parece obligado, a cambiar su patrón de crecimiento, todo ello enfocado en la búsqueda de calidad, seguridad y deporte. Esos son tres de los parámetros en los que inciden los expertos. Al mismo tiempo se insiste en la desaceleración del número de visitantes para 2019 y los dos años posteriores. Es obligado la oferta de turismo de calidad porque, casi en cualquier circunstancia, la seguridad en España es mayor, su gastronomía es mejor y la infraestructura para hacer deporte supera a la de sus competidores. Este cambio de patrón turístico, tantas veces reclamado, no puede hacerse de la noche a la mañana. Requiere inversiones, una estrategia empresarial coordinada y apoyo desde la administración. Puede ser la oportunidad de iniciar la transición hacia la fidelización de un turismo más rentable.
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Hoteles: personal y clientes. El tiempo de estancia en el hotel tiene que resultar perfecto, y por eso de lo que se trata es de conocer qué espera exactamente el huésped de sus vacaciones. Para ello en muchos destinos turísticos, se intenta implantar una nueva cultura de relación con los clientes basado en la conversación y es que se invita al personal a conversar con los clientes. La imagen del lujo acartonado y distante ha pasado a la historia. Esa es una de las conclusiones a las que se llegaron en el transcurso de unas interesantes jornadas en las que participaron responsables de prestigiosos establecimientos hoteleros en España. La diferencia en los hoteles la hace el personal, no el edificio. Por eso se resalta la necesidad de recordar que el abc del turismo es cuidar a las personas y no vacilar a la hora de asegurar que es necesario crear un compromiso afectivo entre el hotel y sus clientes.
Un apunte para reflexionar / Santiago León-Hostelero
Cerremos los ojos unos breves instantes y recordemos que pensábamos cuando se hablaba de turismo en Canarias. Seguramente, nos daremos cuenta de lo que han cambiado los tiempos bajo cualquier prisma que se mire. Hoy, en este otoño de 2018, la vida va de otra manera. Muy distinta a las últimas décadas, a velocidad de coche de fórmula uno. La propiedad repartida entre muchos ahorradores e inversores privados fue en las Islas Canarias el modo, hasta hace poco perfectamente válido, para generar toda la infraestructura de alojamiento turístico. En la actualidad, los problemas y abusos en el uso de la unidad de explotación turística, junto con la necesidad de renovación de muchas unidades, han generado un frenazo en este sector, alejando esta oferta de la creada por la moratoria turística, con grandes hoteles en manos de grandes grupos empresariales. Tenemos la obligación de buscar los medios para convivir, elevar y mejorar la buscada calidad y eficiencia en todos los niveles de oferta. Desde el alquiler vacacional ordenado, los complejos de apartamentos y/o bungalows, hasta los grandes hoteles y resorts. No puede quedarse nadie atrás en este reto... cualquier sector que entre en crisis afectará a la imagen de toda la marca de Canarias. Y eso, sí que no nos lo podemos permitir.
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