Moya tendrá túneles soterrados en la GC-2
La última versión del Plan del Litoral del Norte descarta los túneles de montaña en Moya. La única variante propuesta discurre entre la rotonda de Bañaderos y el barranco de Azuaje. La vía también sería soterrada entre El Puertillo y Bañaderos.
El corredor que el Plan Territorial Parcial del Litoral del Norte (PTP15) establece para los 11 kilómetros de la GC-2 en Arucas, Moya y Guía aprovecha la actual plataforma viaria excepto en el tramo que va de la rotonda de Bañaderos hasta el barranco de Azuaje, para el que propone una variante, y no contempla los túneles que el Ayuntamiento de Moya reclama para el paso por su costa.
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Así lo confirmó la consejera de Política Territorial del Cabildo, Inés Miranda, al dar cuenta ayer de la nueva versión del documento que determinará la solución para el mayor embudo de la GC-2, el tramo entre Bañaderos y Pagador. Recién finalizada, la revisión del PTP15 en marcha se someterá ahora a evaluación de impacto por parte del Órgano Ambiental de Gran Canaria con la intención de llevarse a la aprobación definitiva del pleno «en unos meses». Difícilmente dará tiempo de completar ese trámite en este mandato.
Aunque la redacción del plan parcial no permite que el proyecto de ejecución de las obras de desdoblamiento de la GC-2 entre Arucas y Pagador, competencia del Gobierno de Canarias, incluya los túneles que el Consistorio de Moya reclama, sí deja abierta la puerta a un posible soterramiento de la GC-2 a su paso por este municipio. Esta solución «es perfectamente factible y también es más eficiente y económicamente viable», según declaró Miranda.
Además de en Moya, la revisión del PTP15 autorizaría el soterramiento de la GC-2 entre los núcleos de El Puertillo y Bañaderos, en Arucas, solicitado por el Consistorio aruquense en la anterior fase del plan.
En todo caso la creación de túneles para salvar el macizo rocoso de la costa de Moya no queda descartada para el futuro porque la revisión del Plan Insular de Ordenación (PIO) introducirá la posibilidad de construir nuevos trazados viarios con menos de tres kilómetros de longitud, como el de este caso, a través de modificaciones del planeamiento municipal.
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El trazado actual de la GC-2 a su paso por los barrios de Quintanilla y San Andrés, un tramo en el que la velocidad está reducida a 50 kilómetros hora, se convertiría en una travesía urbana con la construcción de la variante prevista en esta franja del litoral de Arucas.
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