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Pese a que el verano en Canarias no está siendo tan extremadamente caluroso como el del año pasado, en lo que llevamos de estío, el Gobierno regional ha emitido nueve alertas sanitarias por riesgo para la salud ante altas temperaturas. Sin embargo, el archipiélago no ha sufrido ninguna ola de calor.
Los avisos meteorológicos por calor extremo suelen coincidir con las alertas sanitarias por altas temperaturas, pero no solo el alza del mercurio interviene a la hora de determinar las alertas sanitarias, ya que el calor es acumulativo.
«Los avisos meteorológicos se determinan en función de las temperaturas medias de últimos años. Si las temperaturas están más elevadas de lo habitual y superan un determinado nivel, se declara el aviso por calor. En el caso de las alertas sanitarias, hicimos un cálculo cogiendo las temperaturas desde que hay registros y definimos un umbral de temperatura a partir del cual aumenta la mortalidad atribuida al calor, según el sistema MoMo, que monitoriza la mortalidad diaria», explica el coordinador del plan de prevención de riesgos para la salud por altas temperaturas, Eduardo García Ramos.
De momento, se han dado nueve avisos sanitarios por altas temperaturas. La última llamada a la precaución, emitida el 16 de agosto y prolongada hasta el 22 para varios municipios del sur y centro de Gran Canaria, también afectó a Tenerife, Fuerteventura, La Palma y El Hierro.
«Llevamos menos avisos que el año pasado por estas fechas. En Lanzarote no ha habido ninguno este verano. En Tenerife norte y en La Gomera, tampoco. El año pasado, a estas alturas, ya habíamos tenido alertas en todas las islas», comenta García.
Y es que Canarias, este verano, se está comportando como un refugio climático con relación a lo que está sucediendo en la península. Tanto es así que la zona norte de Gran Canaria es la única zona de meteosalud española, que abarca una de las diez ciudades más pobladas del país, que no ha sufrido una alerta de este tipo durante lo que llevamos de verano.
De hecho, aún no hemos sufrido una ola de calor en las islas. «Hemos tenido episodios cálidos de altas temperaturas, pero ninguno que pueda ser catalogado como ola de calor», explica el director de la Aemet en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Víctor Quintero.
¿Qué tiene que ocurrir para dar esta calificación a un episodio de calor? «Que las temperaturas no solo sean altas, sino que superen determinados umbrales específicos en ciertas estaciones de referencia con temperaturas superiores al percentil 95 de la serie climatológica, que el calor tenga amplitud geográfica importante, es decir, que abarque a varias islas o a todo el archipiélago y que tenga cierta duración en el tiempo, que dure tres o más días», comenta Quintero sobre los elementos que definen una ola de calor.
Tampoco es que Canarias se haya librado del calor este verano. «Se ha estado produciendo con cierta regularidad una onda de calor que a lo largo de los días va subiendo las temperaturas y luego, durante varios días, descienden para luego volver a ascender», explica sobre un episodio que se ha repetido de forma casi semanal durante el último mes.
En esos intervalos de temperaturas en ascenso se han emitido avisos naranja por calor en algunas zonas, especialmente en la vertiente sur y en el interior de Gran Canaria, «una zona mal ventilada que tarda más tiempo en refrescarse», afirma Quintero.
El meteorólogo no puede responder con certeza si el calor veraniego se está extendiendo cada año más hacia el otoño. «El año pasado, en agosto, hubo dos olas de calor y otra en octubre. No era la primera de la historia, pero no es habitual. No significa que cada año sea más caluroso que el anterior. Fluctúan. Pero si los miras de forma retrospectiva, los veranos muy cálidos son más frecuentes», dice el delegado de la Aemet.
El sistema de alerta sanitaria por calor estrena este año unos nuevos umbrales para cada una de las zonas meteorológicas de Canarias.
En Tenerife, las alertas se activan a partir de los 31ºC en la zona metropolitana; los 32ºC, en la zona norte y a los 34ºC en las áreas sur, este y oeste. En Gran Canaria, los 32ºC se deben superar en la capital grancanaria y en el norte para declararse el aviso, los 33ºC en la cumbre y en el sur, este y oeste, los 34ºC. En la isla de La Palma: se declara el aviso en cumbres cuando se rebasan los 35º C; los 30º C, en la zona este y los 35º C en la zona oeste.
En Lanzarote y en Fuerteventura el umbral está fijado en los 34ºC, en La Gomera en los 33º C y en El Hierro en los 31º C. Además de por superar estos umbrales, los avisos se prolongan por la persistencia del calor.
«Antes teníamos solo dos umbrales, uno para la provincia de Las Palmas y otro para la de Santa Cruz de Tenerife. Este año tenemos trece zonas con distintos umbrales», apunta el coordinador del plan de prevención de riesgos para la salud por altas temperaturas, Eduardo García Ramos.
Además, este año la Aemet y la Consejería canaria de Sanidad han mejorado sus canales de comunicación para coordinarse a la hora de afrontar las altas temperaturas y evitar que se traduzcan en un riesgo para la salud de los más vulnerables; niños, mayores y personas con patologías cardiacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad o cáncer.
En lo que llevamos de verano, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) atribuye al exceso de calor siete muertes en el archipiélago.
El año pasado, según consta en el panel, en Canarias se produjeron 115 muertes atribuibles al exceso de calor entre junio y octubre.
Estos decesos se produjeron a causa del empeoramiento de patologías preexistentes. El pasado verano cuatro personas murieron de forma directa por golpes de calor.
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Alfonso Torices/CANARIAS7
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