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El director del hospital, Manuel Morales (derecha) junto a su equipo en una operación. COBER

El Hospital Veterinario de la ULPGC pide una fundación propia para autogestionarse

El centro ha tenido que cerrar las urgencias por falta de personal aunque el problema «no es económico» advierte su director

Luisa del Rosario

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 29 de septiembre 2024, 02:00

La falta de personal obligó hace un mes al Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria a cerrar los fines de semana. Desde hace casi seis meses también cerraron las urgencias nocturnas. Los impedimentos para contratar al personal necesario es la causa. Con la plantilla actual no llegan, motivo por el que estos profesionales se concentraron el pasado 18 de septiembre ante el rectorado. Para paliar esta situación el director del centro, Manuel Morales, pide que la gestión del hospital salga del paraguas de la Fundación Parque Científico y Tecnológico y se cree una «ad hoc» para así contar con su «propia tasa de reposición». Esa forma de autogestión es lo habitual en los hospitales veterinarios de las universidades españolas, añade.

En 2023 el Hospital Clínico Veterinario de la ULPGC atendió a 30.000 pacientes. «Podemos tener una media de 60 actividades clínicas diarias entre consultas, revisiones, intervenciones quirúrgicas, atención a pacientes hospitalizados...», explica Manuel Morales. Pero este ingente trabajo no se ve acompañado del suficiente personal. Cuentan con cuatro personas en administración, 12 profesores vinculados, 12 veterinarios contratados y seis auxiliares. «Es totalmente insuficiente», asegura. «Entre otras cosas porque hay una cosa que es importante, que tiene que haber una paridad entre veterinarios y auxiliares, por lo menos en urgencias. Y ¿qué quiere decir? Pues que siempre un veterinario tiene que estar acompañado de un auxiliar veterinario por motivos obvios. Si yo tengo que sacarle sangre a algún animal, yo solo no puedo mantener la cabeza, la pata... Necesito a alguien que lo mantenga, que te ayude a sujetarlo. A los humanos le dices que no se muevan, o que mire para allá... Pero aquí hay que bregar con los animales. Muchos de ellos son complicados, actúan por miedo, pueden tener una cierta peligrosidad. En Europa la recomendación es la paridad uno a tres. Por cada veterinario, tres auxiliares. Nosotros aquí no llegamos al uno a uno. Se lo hemos dicho al rector, Lluís Serra, y al equipo rectoral. Hay que ampliar la plantilla y contar con una figura que es vital como son los auxiliares veterinaria», añade.

Abrir 24 horas 365 días

La prisa por volver a contar con un hospital que pueda estar abierto 365 días al año durante las 24 horas es por la homologación europea de los estudios.

«Los estudios de Veterinaria tienen una directiva europea por la importancia que tiene respecto a la libre circulación de mercancías por el territorio europeo y la seguridad alimentaria. Europa decidió hace ya muchos años garantizar que los veterinarios que se forman en cualquier país de Europa tengan el mismo nivel de formación por la tecnología alimentaria y por todo lo que supone para la salud pública el consumo de alimentos. Y es una responsabilidad mayoritariamente de los veterinarios. A partir de ahí, esa directiva europea se considera como una norma y todas las facultades de Veterinaria de Europa quieren ese estándar de calidad para ser aprobados por Europa. De manera que el título de nuestros alumnos sea un título valorado a nivel europeo», señala Morales.

No es obligatorio, matiza, pero si no se cuenta con un hospital veterinario abierto 24 horas todo el año los titulados en Veterinaria de esa facultad solo pueden trabajar en su país y no pueden obtener la diplomatura europea como especialistas, que es el mayor nivel de especialización en nuestra área de Medicina y Cirugía Animal». Para lograr esa homologación «uno de los ítems que más valoran es un hospital veterinario de 24 horas para todas las especies animales, por lo que todas las facultades que quieran tener el estándar europeo tienen que luchar por tener ese hospital». Pero además, añade, «ese estándar de calidad cada día, cada año es más exigente. Ya no exige solo una ratio profesor alumno sino ratio profesor alumno y número de casos clínicos, número de casos clínicos por especies animales, los equipamientos... Nosotros nos tenemos que adaptar a eso si queremos estar en Primera División. Y hasta ahora lo hemos hecho pero siendo el segundo hospital público veterinario del país tenemos un problema de gestión administrativa», lamenta. Por pertenecer al Parque Científico Tecnológico «tenemos lo que llaman la tasa de reposición cubierta y no nos permite contratar» al personal que se necesita. «Desgraciadamente, nuestro problema no es económico. El problema es administrativo», remarca.

«Se disminuye mucho la casuística interesante, porque a los servicios de urgencias suelen llegar los casos más complicados»

Manuel Morales

Director del Hospital Clínico Veterinario de la ULPGC

Para Morales, además de este problema, un hospital veterinario universitario, donde el alumnado hace el 60% de las prácticas, sin urgencias la calidad educativa merma. «Se disminuye mucho la casuística interesante, porque a los servicios de urgencias suelen llegar los casos más complicados. Si los servicios de urgencias están cerrados, ya no solo afecta económicamente sino, lo más importante es que tenemos deficiencia en la formación», lamenta.

La Facultad de Veterinaria de la ULPGC abrió sus puertas antes de que naciera la universidad pública grancanaria pues estaba adscrita a La Laguna. También el hospital, «pero no teníamos los criterios de calidad europeo hasta hace siete u ocho años», dice su director que reconoce que el centro es referencia para muchas consultas privadas. .

«Perros y gatos son los pacientes mayoritarios, pero tenemos caballos y animales exóticos: conejos, loros, iguanas... También trabajamos mucho con los centros de recuperación de aves de Canarias, con Loro Parque, con Palmitos Park, El Poema del Mar. Un día te viene un delfín en una bañera lo sacamos, hacemos el TAC lo metemos en la bañera otra vez y lo devolvemos», asegura Morales.

Serra: «En menos de un mes deben abrir las urgencias y en tres aumentar plantilla»

Lluís Serra, rector de la ULPGC.

L.R.G.

El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Lluís Serra, también apuesta por la creación de una fundación propia para el Hospital Clínico Veterinario de la universidad. «Una fundación específica, como tienen otras universidades como la Autónoma y funciona muy bien, o mecanismos de gestión que nos pueden ayudar a adecuar mejor nuestras contrataciones son necesario», señaló. Pero eso sería para arreglar el problema a medio plazo. En lo inmediato, dice Serra, «queremos que esto se solucione. En menos de un mes tenemos que abrir las urgencias y en tres meses contar con una plantilla acorde a las necesidades», afirmó.

Serra recuerda que otras facultades de Veterinaria también están teniendo problemas, que ha habido inspecciones, como en la ULPGC, por lo que han tenido que regularizar a sus trabajadores. Al no poder contratar muchas optaron por la figura del autónomo. «Hemos mejorado mucho a cómo estaba con respecto a hace cuatro años. Esta facultad está equipada con los mejores medios» y asegura que es una de las mejor equipadas de España e incluso de Europa.

El director del hospital, Manuel Morales, considera que contar con una fundación propia, además, permitiría acordar un convenio colectivo adecuado. En estos momentos se rigen, explica, por el del Parque Científico que no recoge la «peculiaridades» de un trabajo sanitario.

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