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Valentín Martínez Pillet posa en la entrada de la sede del Instituto de Astrofísica de Canarias, en Tenerife. Arcadio Suárez
Entrevista

«Es una urgencia poder predecir con tiempo las tormentas solares»

Valentín Martínez Pillet asume con «ilusión» el reto de dirigir el Instituto de Astrofísica de Canarias. Defiende la inversión en grandes telescopios para, por ejemplo, hallar vida extraterrestre

Teresa Artiles

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 4 de agosto 2024, 02:00

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El físico solar Valentín Martínez Pillet (Alicante, 1964) ha realizado el viaje de vuelta a Tenerife desde Estados Unidos para dirigir el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), centro donde se doctoró y del que es investigador. Se siente «muy canario» y espera lograr financiación para que el Grantecan «siga siendo competitivo» y, por qué no, estar en condiciones de hallar algún tipo de vida en un exoplaneta.

-Hace un mes que tomó posesión como director del IAC. Es una vuelta a casa.

-Sí. Yo vine a Canarias para hacer la especialidad de Astrofísica en la Universidad de La Laguna en el año 85, donde me licencié. Empecé mi tesis doctoral aquí, en la Universidad de La Laguna y en el Instituto de Astrofísica de Canarias. En el 93 y 94 estuve ya en Estados Unidos haciendo un postdoctorado, donde establecí contacto con la comunidad americana, que hacía ciencia similar a la que yo hacía aquí, la física solar, y siempre la he mantenido. Volví y en 2013 surgió la oportunidad de dirigir el Observatorio Solar Nacional de los Estados Unidos. Ahora he tenido la oportunidad de regresar, que iba a regresar en cualquier caso al IAC para mi última etapa profesional, y lo hago como director.

-Un gran reto...

-Un gran reto y un honor. Lo dije cuando me nombraron pero ahora que ya llevo un mes lo sé mejor. Es un reto que tomo con mucha ilusión porque el Astrofísico es una referencia para todos los canarios y hay que conseguir que siga conectando con la sociedad canaria, en La Palma, en Tenerife, en toda Canarias. Hay muchas cosas que están ocurriendo aquí que tienen interés. Por ejemplo el proyecto del estratopuerto en Fuerteventura y ahí podríamos tener interés en colaborar.

- El IAC es una referencia para la ciencia internacional ¿Cree que la sociedad canaria se siente vinculada al Astrofísico?

-Creo que ha tenido esa vinculación, que la tiene y que siempre se puede mejorar. Cuando empezó, que fue cuando yo llegué, hubo una etapa muy intensa en donde era lo más importante que prácticamente estaba pasando en Canarias. Canarias ha crecido, se ha integrado más en Europa, ahora hay muchísimas más cosas aquí, lo cual es bueno, con lo que a lo mejor es más difícil conectar, pero sí creo que la sociedad canaria conoce el Atrofísico y está orgullosa de tenerlo. El IAC es canario, es español, pero es conocido en el mundo entero, es un centro internacional y hay razones para estar orgullosos. Y a nivel institucional se le apoya muchísimo.

-Usted se ha dedicado a entender el Sol. ¿Se conoce lo suficiente?

-Lo conocemos bastante. Sabemos que dentro de 5.000 millones de años se convertirá en una nova y las capas externas serán expulsadas y la vida en la Tierra será imposible. De hecho la vida en la Tierra será imposible mucho antes y en 3.000 millones de años el Sol se va a hacer una gigante roja y emitirá muchísima más energía a la Tierra y será imposible la vida tal y como la conocemos. Todo eso lo sabemos porque conocemos los mecanismos internos del Sol que generan energía y cuándo se van a agotar.

«El IAC es una referencia y debemos seguir conectando con la sociedad canaria»

-En mayo se produjo la mayor tormenta solar en 20 años. Además de ver auroras boreales a latitudes muy al sur afectó a satélites.

-Si hay una tormenta magnética de origen solar una de las muchísimas cosas que puede hacer es impactar a la Tierra porque hay parte del Sol que se ha expulsado en esa explosión. Si llega a la Tierra se producen las tormentas geomagnéticas.

Recientemente hemos aprendido que hay tormentas solares que impactan a la Tierra y producen un efecto enorme, como esta que vimos en mayo. Pero hay otras similares que no hacen nada y eso ha sido siempre una incógnita. Ahora ya sabemos por qué es, pero no sabemos cómo predecirlo. Y los científicos solares tenemos que trabajar para intentar empezar a predecir estas tormentas, que tienen un impacto en sistemas como los GPS, sistemas de comunicaciones.

En meteorología espacial hay una necesidad de poder empezar a predecir todos estos fenómenos, la tormenta en sí y luego si son de las que cuando llegan a la Tierra van a tener un impacto grande o no en función de la orientación del campo magnético. Hay un satélite cerca de la Tierra que mide cómo viene ese campo magnético y con una hora de antelación vamos a saber cómo importante va a ser la tormenta geomagnética. Sin embargo, si lo predecimos en el Sol, vamos a tener dos días de antelación.

-¿Predecir el tiempo espacial es tan vital como hacerlo en nuestro planeta?

-Para nuestra sociedad tecnológica es fundamental. Y cuando hayan cohetes para ir a la Luna de forma regular más aún, porque habrá astronautas yendo con frecuencia. Para hacer eso hay que empezar a predecir qué pasa con las tormentas geomagnéticas solares.

- ¿Es esta una de las áreas de investigación clave en el IAC?

- Es muy importante. El Astrofísico es puntero. Además de mirar una parte del Sol en detalle y con muchísima sensibilidad, el Sol puede tener estas explosiones en muchísimos sitios y por eso hay que estar siempre mirándolo en una visión completa. Tenerife es uno de los seis sitios de la red mundial de vigilancia GONG, donde se ve el Sol entero en cualquier momento. De esa manera podemos saber que ha ocurrido la explosión y al menos podemos dar una alarma y a partir de ahí empezamos a hacer modelos para ver cómo ha venido esa nube magnética.

Es una urgencia el poder saber predecir con tiempo ese tipo de tormentas, porque nuestra sociedad tecnológica cada vez depende más de todos estos procesos. No es el Sol el que está cambiando, somos nosotros los que hemos cambiado muchísimo y ahora puede afectar incluso a transferencias bancarias internacionales, que usan el GPS.

«Las flotillas de satélites son un problema enorme, peligra seguir haciendo astronomía desde tierra»

- ¿Cómo afecta que haya miles de satélites orbitando el planeta?

-Es un problema enorme. Es la humanidad la que está lanzando todas las redes de satélites, por ejemplo Starlink, que tiene un aspecto positivo al dar internet a zonas que no tenían, pero se está haciendo de una manera poco ordenada y está siendo un problema muy importante para la astronomía. Cada vez que observamos un objeto astronómico tenemos satélites Starlink que cruzan estas imágenes y que nos impiden hacer la ciencia. Está en riesgo seguir haciendo astronomía desde tierra. Podría ser que en cien años si no resolvemos este problema solo haya astronomía con satélites, cerraremos los telescopios por la flota de satélites.

Tenemos que hacer un acuerdo entre todas estas redes, entre la necesidad social de tener estos satélites y poder segui haciendo astronomía desde tierra. La Unión Atronómica Internacional esta hablando con la ONU para contactar con estas compañías para que pinten los satélites de otros colores, que se sean más pequeños. Está afectando mucho a la cosmología, a los estudios del origen del universo, que se hace con telescopios de grandes campos.

-¿Hay demasiada basura espacial?

- Hay muchísima. Es sorprendente, pero desde aquí somos capaces de monitorizarla y controlarla, porque se mueve muy rápida. Por ejemplo, podemos controlar dónde está la Estación Espacial Internacional y controlar para que un trozo de basura no le dé. Tenemos un programa en el IAC con la Agencia Espacial Europea para monitorizar la basura espacial. Este es un gran problema porque una de las cosas que puede ocurrir es que un trozo de basura impacte con un satélite, se desintegre y se generen miles de trozos descontrolados.

- Uno de los grandes anhelos del anterior director del IAC fue que se instalara en La Palma el TMT, el telescopio de 30 metros. ¿Se logrará?

-Rafa Rebolo hizo todo lo que tenía que hacer. Se consiguieron los permisos por si el TMT hubiera elegido desde el inicio La Palma. Y esos permisos siguen vigentes vistos los problemas de construcción en Hawái. Este es un proyecto que empezó en Estados Unidos, aunque ahora hay más participación internacional. Se decidió que el sitio prioritario era Mauna Kea, porque claramente es el mejor sitio por una serie de razones. Si no llegan a un acuerdo con la comunidad nativa, que lo consideran un lugar sagrado, necesitan otra ubicación alternativa, y aquí entra La Palma. Tenemos los permisos actualizados y va a ser algo que se decidirá en los próximos dos años.

-¿Por qué es tan importante atraer esta infraestructura científica?

-Hay varios motivos. Primero el científico, el poder hacer observaciones con mucho detalle, mucha sensibilidad, de todos los objetos astronómicos del Hemisferio Norte. En Chile hay otro telescopio con esta sensibilidad para el Hemisferio Sur. Puede pasar que la primera tierra cerca de una estrella tipo solar en zona habitable se encuentre en el Hemisferio Norte y necesitamos un telescopio así para estudiar si hay vida en ese planeta, para ver rastros de vida, no tecnológica necesariamente, pero sí ver si hay vegetación y algún tipo de vida. Por eso necesitamos este tipo de telescopios en los dos hemisferios.

Luego hay motivos importantes para Canarias, porque es una alternativa a otros sectores como el turismo. En Canarias ahora la astrofísica supone el 3% del PIB. Si viene el TMT sería el seis o siete, unas 500 personas viviendo en La Palma y operando con tecnologías potentes como fuertes redes de internet que beneficiaría a la isla. Además, habrá más vuelos internacionales también.

«La ciencia ya puede atacar la pregunta de si hay vida fuera. Y se responderá en los próximos veinte, treinta años»

-Habla de la búsqueda de vida extraterrestre, una de las obsesiones de la humanidad.

- Sí, pero ha pasado de ser una obsesión de la humanidad a ser algo que se puede hacer científicamente hablando. Cuando empecé a hacer astrofísica la búsqueda de vida era una hipótesis pero no se podía atacar desde la ciencia y ahora sí lo estamos haciendo. En 20 años hemos encontrado que hay planetas alrededor de otras estrellas. Allá donde tenemos la sensibilidad para detectar planetas vamos y lo hacemos. Hay estrellas donde no detectamos planetas porque no tenemos telescopios de treinta metros, pero todo parece indicar que todas las estrellas tienen planetas alrededor, y eso es una magnífica noticia para la búsqueda de vida.

Ahora vamos a empezar a mirar las atmósferas de esos planetas, y ahí podemos encontrar rasgos de vegetación, podemos ver las moléculas que se producen por los procesos de fotosíntesis, por ejemplo. Ahora ya podemos atacar desde el punto de vista científico la pregunta de si hay vida fuera. Y creo que se responderá, y hablo de vida de algún tipo, en los próximos veinte, treinta años y dependerá de estos telescopios.

- El Grantecan (GTC), el mayor telescopio óptico e infrarrojo del mundo, es el buque insignia del IAC. ¿Por qué es prioritario modernizar su instrumentación?

-Es la prioridad que tiene que tener el IAC. Es un reto muy específico, dotar a Grantecan de lo que llamamos óptica adaptativa con estrella de guiado láser. Esta óptica trata de corregir el efecto de la atmósfera terrestre, que distorsiona las imágenes de las estrellas. Hay técnicas que permiten corregir esas turbulencias y la óptica adaptativa ha sido probada en Grantecan, ya hay un principio, pero el camino es muy largo y para conseguir tener instrumentos competitivos detrás. Hay que traer uno que se está construyendo con una colaboración en México.

Además esta óptica utiliza siempre una estrella cercana en el campo donde estamos y a veces no están y si no están hay que crearla y lo hacemos con un láser, que lo enviamos a la atmósfera y por una serie de procesos vuelve hacia abajo y parece una estrella. Es una forma de conseguir que el Grantecan esté como en el espacio. Si lo logramos podemos mirar allá donde queramos y es necesario para poder seguir siendo competitivos, es más importante que nunca hacer este esfuerzo y lograr la óptica adaptativa para el Grantecan.

-¿La inversión está asegurada?

-Es complejo. Tenemos muchos de los dineros, no todos. Hay algunos complejos de asignar, como los de los planes de recuperación, y ahora estamos intentando adelantar fondos para tener esto cuanto antes, lo tenemos que conseguir. Mi reto es que en los próximos cinco años podamos ver esa foto del GTC con su estrella láser.

-¿Qué hallazgo le gustaría anunciar como director del IAC?

-Sin duda alguna, la detección de células orgánicas en un exoplaneta. La detección de vida, de algo que sepamos que hay, a lo mejor una planta, fotosíntesis, sería el anuncio más importante que podríamos hacer.

-¿Y lo ve factible?

-Bueno, lo primero que hace falta es lograr la óptica adaptativa en el GTC. Eso es lo primero, porque podemos ver todo con más detalle y con ese instrumento que vendría de México podremos detectar algo. Es factible pero hay que trabajar mucho.

Valentín Martínez Pillet, durante la entrevista. Arcadio Suárez

«La inversión privada en I+D+i es la asignatura pendiente»

- En España la financiación de la ciencia viene básicamente de las instituciones públicas. ¿No echa de menos más implicación del sector privado? Muchísimo, de hecho es la gran parte del sistema I+D+i que tenemos que mejorar. Es con mucho la parte más deficitaria. ¿Qué necesita España que no tenemos? Empresas grandes, porque pedirle esto a las pequeñas y medianas es muy difícil, y las hay, como algunas tecnológicas del País Vasco que ayudaron al Grantecan y otros grandes telescopios. También hay en Cataluña o Madrid, pero tenemos muy poco músculo en grandes empresas y ahí hay que hacer mucho. Sí, es con mucho la asignatura pendiente.

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