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Javier Darriba y Francisco Suárez Álamo
Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 19 de septiembre 2024, 02:00
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La Sociedad Municipal de Gestión Urbanística de Las Palmas de Gran Canaria (Geursa) reconoció la semana pasada en sede judicial la improcedencia del despido de uno de sus trabajadores y acepta el pago de unos 27.000 euros por la extinción del contrato laboral, tal y como recoge un acta emitida por el Juzgado de lo Social 3 de la capital grancanaria.
Se da la circunstancia de que esta persona es una de las que ha declarado como testigo ante la Guardia Civil en el marco de las pesquisas ordenadas por el magistrado del Juzgado de Instrucción 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Passaro Cabrera, junto a las fiscalías delegadas de Medio Ambiente y Urbanismo y contra la Criminalidad Organizada de Las Palmas, en el caso Valka. Este nombre es el que se ha dado a la investigación iniciada a raíz de una denuncia del colectivo Rehoyas Avanza y que trata de averiguar si en el seno del Ayuntamiento de Las Palmas operó una supuesta trama corrupta con ramificaciones en las áreas de Urbanismo y de Parques y Jardines.
La extinción de su contrato laboral fue acordada en enero de 2024 bajo la justificación del «importante descenso en la carga de trabajo relacionada con las obras públicas», que era el departamento al que estaba asignado el técnico, ante el esfuerzo que estaba realizando Geursa en materia de vivienda pública. «La plantilla de ingenieros técnicos de obras públicas está totalmente sobredimensionada», consta en la carta de despido. El empleado demandó a Geursa y el pasado 12 de septiembre se acordó, tras un acto de conciliación entre las dos partes, el reconocimiento de la improcedencia del despido y el pago de la indemnización correspondiente.
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El acuerdo entre las dos partes se conoce justo en el momento en el que se está desarrollando la instrucción del caso Valka. En las diligencias realizadas por la Guardia Civil se desprende que algunos empleados de Geursa soportaban un entorno laboral de presiones. Uno de los testigos habla, en este sentido, de un «ambiente completamente tenso» en el que se si no se pliegan a la voluntad de la gerencia, «te anula como trabajador y como persona».
Las diligencias de la Guardia Civil en el caso Valka también transcriben las declaraciones de otro testigo, quien afirma que «hay compañeros a los que les quitan funciones y obras si no acceden a las peticiones de la gerente y responsables de departamento».
Esta situación fue denunciada el pasado mes de febrero por Intersindical Canaria. «Es el cuarto despido de un trabajador que ha mostrado algún tipo de disconformidad con determinadas formas de proceder de la gerencia», explicaba la delegada del sindicato, Jessica López, a través de un comunicado que concluía con que todo parecía «una caza de brujas».
En las pesquisas de la Guardia Civil consta también la declaración de otra testigo que habla sobre la situación laboral que se vive en el seno de Geursa. La grabación de la conversación, volcada en papel por los agentes, reflejan el modo en que, supuestamente, ingresan en la administración local algunos trabajadores. «En el Ayuntamiento entrará el que ponga la demanda porque le han dicho que la ponga, si no, no, porque, además... tú imagínate la que se organiza... entonces hay que tener cuidado con eso», señala la gerente, Marina Más, «todos los que han entrado es porque les han sentado primero, después de pactarlo conmigo y me han dicho: voy a decirle a fulanito que presente la demanda, y digo: vale, perfecto. Hablamos con fulanito y le decimos presenta la demanda».
«Sí, sí, los que todos conocemos», le responde otra persona que se identifica en la conversación.
«No, no, y conocerás más», le asegura Más.
Este no es el caso de la persona que denunció por cesión ilegal de trabajadores en un juicio que se celebró el 10 de octubre de 2017. «Geursa te está reconociendo la indemnización por despido improcedente, con lo cual, económicamente, tú ya lo tienes reconocido. Yo ya dije desde el principio que eso no se lo iba a tal... y dice ¿cuál es la postura del Ayuntamiento? La postura del Ayuntamiento es que si lo gana, la despiden, la echan a la calle. Y siguen con esa perreta, esa perreta (...) Nosotros no vamos a los temas de cesiones, yo no voy, porque el que la pone (se ríe) es porque está pactado que va pa'dentro» .
«Si ella hablara conmigo... lo que aquí la gente se lo toma como se lo toma... yo se lo diría, le diría: ¡no seas tonta! Te estás enfrentando al Ayuntamiento de Las Palmas y a la Sociedad que licita las obras del Ayuntamiento de Las Palmas siendo aparejadora. ¿A dónde coño quieres ir? La primera vez, si terminas consiguiendo que alguien te contrate, que aparezcas en una obra que tenga que ver con nosotros, van a decir (palmadas) ¡a ésta me la quitas! Entonces en la vida hay que saber... dónde está uno y te callas y te aguantas, como todo el mundo, qué te crees, ¿que aquí no nos aguantamos todos?», prosigue la declaración que se atribuye a la gerente de Geursa.
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