Diego Martínez, el resucitador de la UD
Fútbol ·
Su llegada ha sido mano de santo. Heredó un equipo hundido y sin fe y, en cuatro partidos, ya lo tiene fuera de descenso y lanzadoSecciones
Servicios
Destacamos
Fútbol ·
Su llegada ha sido mano de santo. Heredó un equipo hundido y sin fe y, en cuatro partidos, ya lo tiene fuera de descenso y lanzadoNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Un mes después de su llegada al banquillo, el equipo está fuera del descenso y ofrece unas prestaciones que asombran en comparación a lo que deparó el inicio del campeonato con Luis Carrión. El técnico gallego ha obrado un viraje que alimenta esperanzas e ilusiones.
1-Creencia y fe por encima de todo
Cuando Diego Martínez asumió el mando del equipo todo eran malas noticias: ocho meses sin ganar un partido, jugadores muy por debajo de sus prestaciones, ansiedad manifiesta, afición hastiada y un calendario que contemplaba ir a Mestalla, plaza siempre exigente por mucho fondo que haya tocado el Valencia, y dos rivales de Champions League (Girona y Atlético de Madrid). Diego Martínez afrontó la misión, desde el kilómetro cero, convencido de que era posible y transmitiendo a sus hombres que, efectivamente, eran capaces de dejar atrás todas las perspectivas sombrías que les atenazaban. Hoy ofrece un discurso de reconocimiento al vestuario que es exactamente el mismo que trasladó a todos en Barranco Seco cuando todavía se estaba en descenso y en plena sequía de triunfos.
2-Estilo que llega y decisiones acertadas
Por lo que fuera, Luis Carrión nunca llegó a conectar con los futbolistas, se quedó a medias en esa labor fundamental de ganarse la confianza toral de los suyos. Dicen, incluso, que le faltó dialéctica, que sus mensajes carecían de la convicción necesaria para imponer respeto y adhesión a sus postulados. Con Diego Martínez cambió todo. Su llegada a la fibra sensible de los profesionales está a la luz del rendimiento que ofrecen y en el que se detecta una implicación sin límites. El funcionamiento de esta nueva UD ha venido acompañado por decisiones un tanto sorprendentes con respecto a lo que se veía antes (suplencias de McBurnie o Mika Mármol y cancha para Campaña) que, de igual manera, no han restado potencial ni posibilidades. En su idea de juego la intensidad, el orden y el cumplimiento de roles es esencial.
3-Reordenamiento en cuestiones internas
En el borrón y cuenta nueva que ha propuesto el preparador gallego también se incluyen aspectos relativos a la convivencia fuera del terreno de juego en lo relativo al día a día en Barranco Seco o las concentraciones. Los grupos de jugadores que antes eran visibles ya no lo son tanto porque ha querido que se fortalezcan los vínculos y la integración colectiva sea plena. En este mes suyo al frente del proyecto se han cuidado muchos esos detalles relativos a la convivencia. Siempre hubo un grupo sano de profesionales pero hacía falta alguien que actuara a conciencia en este aspecto. Y Diego Martínez, con el indudable pegamento de los resultados, se ha encargado de que la UD que no es tan visible, al margen de partidos y entrenamientos, también funcione.
4-Ni tan buenos... Ni tan malos
«Odio más perder de lo que me gusta ganar y esto me ha acompañado toda mi vida. Es un error pensar que en la derrota todo está mal y en la victoria todo está bien». Así se expresó en la previa de la visita al Rayo Vallecano un entrenador mentalizado de que la competición exige dureza mental y madurez. La UD venía de perder (y bajar varios créditos) frente al Atlético de Madrid y las palabras de Martínez, en consonancia con su cariz mesurado, buscaban restar presión a los suyos restando drama al resbalón anterior. La receta funcionó. Y nada más conquistar Vallecas, se aplicó en sentido contrario y atajando euforias: «No miramos la clasificación. Ahora tenemos que pensar que hay dos semanas para seguir creciendo como equipo». La estabilidad y el equilibrio emocional como cimiento de todo los demás.
5-Viti, Kirian, Álex Muñoz, Fuster, Campaña, Moleiro...
No ocurrió con el anterior técnico pero sí con el actual. La versión floreciente de varios jugadores que han ido de menos a más es ya una realidad y, en consecuencia, los beneficios para el equipo se han multiplicado. Antes Cillessen salía en todas las fotos con sus paradas y había algún verso libre de Silva o Moleiro. Ahora abundan las referencias individuales porque son numerosos los jugadores que están ofreciendo lo que se esperaba de ellos, hasta el punto de que el brillo compartido alcanza a casi todos los protagonistas. La lista de nombres es lo suficientemente amplia como para poner en valor la riqueza de recursos de la plantilla. Y eso que las lesiones no han permitido que los Pejiño o Januzaj, llamados a ser importantes, aporten su cuota.
6-Reforzamiento y reconocimiento
Las felicitaciones y mensajes de reconocimiento forman parte del ideario de Diego Martínez, que no renuncia a expresar en voz alta y de manera explícita su grado de satisfacción por lo que le ofrecen sus pupilos. Y, más allá del resultado, subrayando el mes de «esfuerzo titánico» que se ha completado en este tramo, sabe que en la psicología del fútbol el reforzamiento en los buenos momentos como el que ahora se vive también es un elemento que marca las diferencias. Sin restar exigencia, la felicitación pública es un eslabón más en la misión que le encomendaron de reconducir el proyecto hasta la salvación.
Noticia relacionada
Kevin Fontecha
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.