«Me dijeron de todo. Que si era un brindis al sol, mucha indiferencia...»
Fútbol ·
Lucas Bravo de Laguna inició en febrero de 2022 la carrera que hoy está culminada con Gran Canaria como sede del Mundial 2030. Los inicios de aquella iniciativa no fueron demasiado amables
Con él empezó todo. Ahora que todo son felicitaciones, parabienes y horizontes luminosos con la elección, ya oficial y confirmada, de Gran Canaria como sede del Mundial de Fútbol 2030, es de justicia retroceder más de dos años, concretamente al 8 de febrero de 2022. Ese día, Lucas Bravo de Laguna encabezó la firma de la propuesta que presentó el partido Unidos por Gran Canaria para ser presentada al grupo de gobierno del Cabildo de Gran Canaria con el fin de hacer visible la posibilidad de que la isla aspirara a lo que ya es hoy.
«Me dijeron de todo. Que si era un brindis al sol, hubo que soportar bastante indiferencia. Incluso tuvimos que cambiar la propuesta inicial porque no nos la querían sacar adelante... Pero poco más de dos semanas después, en concreto el 25 de febrero, y con el apoyo, entre otros, de mi padre, al que agradezco el apoyo fundamental brindado ese día, se aprobó. Y ahí arranca todo«, recuerda con precisión el promotor de una iniciativa que, como subraya, muchos la consideraron una osadía, un imposible pero que, efectivamente, sentó los cimientos de lo que ahora es la noticia de mayor impacto en la historia del Archipiélago.
«Creo que todavía no somos conscientes de la relevancia que va a tener traer aquí el mayor evento deportivo y social que se celebra en el planeta. Hablamos de un impacto económico y turístico incalculable y que, de aquí a seis años, durante el propio 2030, y posteriormente con el legado que dejará, será una fuente de riqueza global para nuestra tierra. Gran Canaria y Canarias están ya en una plataforma privilegiada para exportar al mundo su potencial y hacerse más visibles que nunca«, añade.
Tweet del 25 de febrero de 2022.
La idea surgió en Bravo de Laguna de manera natural, por una ensoñación de su niñez: «Pude ver el Mundial de Naranjito, el de 1982, y luego me pregunté muchísimas veces que por qué Gran Canaria y Canarias se habían quedado fuera. Y teniendo uno de los mejores aeropuertos de España, una planta hotelera de primer nivel, la tradición futbolera que es de enorme relevancia o la cantidad de licencias federativas en nuestra base, entre otros factores, ni lo dudé cuando me enteré que España optaba a ser candidata al Mundial 2030. Sentí que a nuestra tierra le debían esa oportunidad y no la podíamos dejar pasar. Insisto, los inicios de esta idea no fueron fáciles porque se quiso darle un matiz ideológico que nunca tuvo. Quise hacerlo por mi naturaleza de grancanario y en base a los criterios objetivos que hacían de nuestra isla una posible sede igual o mejor que las más potentes que podía presentar nuestro país«.
«Ya en mi etapa de consejero de Deportes pudimos traer el Mundial de Baloncesto, vino la gente de la NBA y nos demostramos la capacitación para albergar grandes eventos. Y ahí quedó el Arena como testamento de todo, como ahora quedará un Estadio de Gran Canaria precioso y funcional como nos merecemos tras más de veinte años de obras inacabadas. El Mundial de Fútbol lo supera todo, pero estoy tremendamente seguro de que será un éxito en Gran Canaria. Aridany Romero ha realizado un trabajo sensacional, entendiendo que no se podía dejar pasar esta oportunidad de oro, y hay que felicitarle por haberlo conseguido. Ya lo he hecho personalmente. Igualmente creo que Ángel Víctor Torres cubrió una parte esencial con el Gobierno de España.Ya lo dije antes, esto no va de siglas políticas, de si yo soy de izquierdas, de centro o de derechas. Esto va de Gran Canaria, de Canarias y de los canarios, de asumir que estamos ante una coyuntura que nos va a cambiar la vida y para mejor porque supondrá oportunidades, trabajo y recursos para todos los sectores de la economía«, agrega.
Bravo de Laguna «siempre» fue optimista por muchos intereses cruzados que pusieran en peligro la elección de Gran Canaria para 2030: «Pongo en valor el esfuerzo y trabajo de todas las fuerzas políticas que se unieron. A nivel personal, desde el minuto uno creí en que podríamos hacerlo. Parece fácil decirlo ahora, pero jamás dudé. Si se hacía lo necesario, lo conseguiríamos. Y se ha hecho de manera brillante y lo hemos conseguido».
La UD «como actor principal»
Ahora en labores ejecutivas en la UD Las Palmas tras cubrir responsabilidades políticas como concejal, alcalde o consejero, avanza que el club representativo «será actor principal» de todo lo que viene por delante.
«Es otro de los efectos colaterales positivos que trae esta elección. La UD se paseará los próximos seis años, esperemos que siempre en Primera, diciéndole al mundo que su estadio será sede en 2030. Y no dudo de que se coordinarán fuerzas con Cabildo, Ayuntamiento, Gobierno Federación y resto de estamentos implicados para que la entidad cobre un realce añadido y exclusivo, en todos los sentidos, por su condición de escudo embajador de Gran Canaria«, agrega.
Su ausencia en el acto oficial en el que se anunció este viernes la elección de Gran Canaria la asume sin ningún tipo de rencores: «Me emocioné al enterarme de todo y pongo por delante de cualquier medallita o personalismo el logro histórico de nuestra tierra. Huyo del protagonismo y, además, me he puesto a disposición del consejero de Deportes a ayudar en lo que humildemente pudiera si él lo considera necesario. Con haber puesto mi granito de arena ya me siento tremendamente orgulloso de poder ser partícipe, como todos los grancanarios y canarios, de los tiempos tan increíbles que nos vienen por delante».
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