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Cubierta del libro e imagen de la escritora extremeña. C7
Reconciliarse para siempre con el silencio, el reto de Cristina Reyes

Reconciliarse para siempre con el silencio, el reto de Cristina Reyes

La escritora extremeña presentara en la Biblioteca Insular su libro autobiográfico 'Quiérete sorda', en el que narra el descubrimiento de una voz propia que desconocía

F.Z.

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 29 de septiembre 2024, 20:08

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La historia de la escritora y abogada extremeña Cristina Reyes es todo un ejemplo de resiliencia. Cuando apenas contaba con tres años fue diagnosticada con hipoacusia degenerativa (deficiencia auditiva). Desde su infancia hasta su adolescencia la intervinieron quirúrgicamente unas siete veces. Cuando se sometió a su última operación, tenía 16 años.

En su libro autobiográfico 'Quiérete sorda' que presenta el día 8 de octubre en la Biblioteca Insular (18.00 horas), Reyes relata cómo ha terminado por reconciliarse consigo misma y con su identidad sorda, tras emprender en 2019 un viaje de dieciséis meses alrededor del mundo para conocer en primera persona las diferentes realidades de las comunidades sordas, que, a pesar de haber sido ignoradas e incluso perseguidas, habitan -y en ocasiones, malviven- en él.

A medida que la autora se enfrenta a las barreras que le brinda el periplo, con su mochila al hombro y escogiendo el autostop como su principal medio de transporte, va descubriendo una voz propia que no sabía que poseía. A través de sus momentos de vulnerabilidad y autodescubrimiento, el lector será testigo en las páginas de su primer libro de cómo lo que Cristina pensaba que era su debilidad termina por convertirse en su mayor fortaleza. «Yo empecé teniendo hipoacusia bilateral mixta y degenerativa de forma leve y, ahora, se ha convertido en severa. A medida que mi discapacidad ha ido en aumento, he ido buscando respuestas y aprovechando los viajes que he hecho para conocer las realidades de las personas que están pasando por lo que yo estoy pasando, pero en diferentes partes del mundo», explica la también ex directora de la Fundación de La Cultura de la Junta de Extremadura y trotamundos que mantiene abierto su blog, 'Mochileando sin barreras'.

«En la India, por ejemplo, las personas con discapacidad auditiva no tienen derecho a heredar los bienes familiares o a tener una tarjeta bancaria. En el caso de las mujeres, se agrava más el problema porque llegan a esconder su pérdida de audición por miedo a ser aisladas», añade la escritora. «Como rasgos similares, las personas hipoacúsicas o con sordera que utilizan la lengua oral, como yo, están muy invisibilizadas. Es difícil encontrar una comunidad organizada y con referentes en los que reflejarte. Normalmente es una condición que se vive con ocultación y vergüenza», dice.

«Con respecto a la comunidad signante, de personas sordas profundas, hay cierta discriminación, ignorancia y aislamiento social. Pero las oportunidades no son las mismas si naces en India, donde hay un gran estigma hacía las personas sordas, que no pueden heredar bienes familiares o abrir una cuenta bancaria; si naces en Vanuatu, una isla del Pacífico donde ni siquiera existe una lengua de signos oficial; o si naces en Australia o Nueva Zelanda, por ejemplo, donde los gobiernos invierten mucho en accesibilidad acústica, haciéndonos la vida mucha más fácil, y no solo en necesidades sociales básicas, sino también en el ocio y cultura, que no debemos olvidar que también tenemos derecho al disfrute. La comunidad sorda está reconocida como un «grupo minoritario» que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, tiene su propia cultura, su propio arte, su propia manera de vivir», concluye la escritora.

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