Un hermano de Juan Ventura González, el hombre que murió apuñalado en su casa de Arrecife (Lanzarote) en marzo de 2022, declaró este lunes en la primera sesión del juicio que se celebra ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que los dos acusados por estos hechos, Rubén H.M. y Souffian D., lo atacaron de forma violenta y sorpresiva portando cuchillos después de «destrozar» la puerta de la casa que compartían.
Para ambos, el fiscal Joaquín Manuel Bobillo reclamó una condena de 17 años por los delitos de homicidio doloso, daños y amenazas. Según la acusación, los dos encausados fueron coautores del crimen ocurrido el 1 de marzo de 2022.
Benjamín V. G. –hermano del fallecido– detalló que no vio con detalle la puñalada mortal, sino solo «los cuchillos moviéndose» alrededor de su hermano, quien consumía droga, estaba «muy enfermo y no podía defenderse». «Mi hermano estaba muy enfermo, estaba muy hecho polvo ya. No podía defenderse», añadió. Explicó que «sobre las 9 o 9.30 sentimos unos golpes y patadas a la puerta, la destrozaron» y que al ver a los dos acusados con cuchillos, cogió un hacha porque «sabía que me iban a matar. Por eso agarré el hacha y salieron corriendo». Aclaró que «el hacha que portó era decorativa» y la tenía colgada en su casa.
«Después del ataque y al verme con el hacha, salieron a la calle, yo fui detrás de ellos y se fueron. Luego fui a mi casa a ver a mi hermano y estaba tirado en el suelo, estaba muerto ya».
«Yo vivía en esa casa y mi hermano había ido», explicó Benjamín, y añadió que «los dueños de la casa son él y su hermana Josefina». Manifestó sentirse «muy mal, fatal. Al principio estuve en tratamiento con psicólogos y psiquiatras. Intenté superarlo pero me cuesta. Echo demasiado de menos a mi hermano».
Cuando el fiscal le preguntó si eran «esos dos señores los que acuchillaron y quitaron la vida a su hermano», Benjamín respondió: «sí». También relató que «al llegar a mi casa preguntaron por droga porque alguien los mandó a comprar a mi casa. Era la excusa para entrar y matarle, no sé por qué. Sé que fueron a matarlo porque lo habían amenazado de muerte, a mí y a mi hermano una semana antes. Pensaban que éramos unos mataos, okupas o gente que no era de ahí. En mi casa no habían follones», manifestó negando que su vivienda fuera un fumadero de droga.
«Mi hermano era consumidor de drogas», señaló Benjamín, aunque afirmó que «ni hemos vendido drogas» ni que fuera cierto «que fueron a la casa a que les devolviera el dinero de una droga que no era».
Describiendo la secuencia de los hechos, dijo que «Souffian entró tras empujar la puerta y lo intenté echar y mi hermano se levantó para echarlo. Al salir, Rubén salió con un cuchillo y, como sé cómo es y sabía lo que iba a pasar, cerré la puerta. Entonces empezaron a darle patadas y yo fui a coger el hacha al salón. En ese momento entraron y se abalanzaron sobre mi hermano, y al llegar yo, me vieron con el hacha y se alejaron. Mi hermano tenía un cuchillo, no tenía fuerza y no podía ni moverse, era solo para intimidarlos». El testigo aseguró que «salieron, corrieron unos metros y luego se volvieron hacia mí, pero luego se largaron».
Al respecto del momento del ataque, admitió que «no vi el gesto del apuñalamiento de mi hermano, no tengo las imágenes muy claras», pero insistió en que «son esos dos señores los que acuchillaron y quitaron la vida a su hermano», contó señalando hacia los acusados.
Benjamín relató también que «mi hermano estaba empastillado por un tratamiento que seguía», y que «estaba bajo los efectos de las sustancias estupefacientes cuando sucedieron los hechos, yo no».
Aclaró que los acusados «llevaban diez euros en la mano y yo les dije que no había droga mientras mi hermano estaba sentado. Les insistí que no vendíamos droga y empujaron la puerta para entrar por cojones a la casa. No habíamos discutido previamente con los acusados por la tarde».
No les vieron la cara
Por su parte, la hermana del fallecido, Josefina V.G., contó que a ella esa noche le avisó una vecina y que cuando llegó a la casa se encontró con que habían matado a Juan y que Benjamín «estaba llorando y no podía hablar» y que también vio que la puerta estaba rota.
Benjamín V.G. y su hermana reclamaron a los dos acusados una indemnización por la muerte de Juan y por los daños causados en la vivienda.
Ninguno de la decena de testigos que declararon este lunes, vecinos y conocidos del fallecido en su gran mayoría, vio con nitidez las caras de los dos acusados porque «llevaban las cabezas cubiertas con capuchas», dijeron, pero varios afirmaron que los dos portaban cuchillos de «grandes dimensiones».
Dos de estos testigos llegaron a declarar que fueron amenazados por el acusado Rubén H.M. y por su familia si declaraban: «Me han llegado amenazas externas de chivato por parte de gente que también va a declarar», dijo uno de ellos.
La víctima murió de una sola puñalada que le causó un fallo en los centros vitales derivado de un shock hemorrágico
Otro testigo, vecino del fallecido, contó que escuchó golpes y oyó decir a dos personas que vio corriendo por debajo de su ventana: «Vamos, vamos, corre, corre». Añadió que uno de los que huía podría ser Rubén, alias Tuntún, y detalló que huyeron en un coche azul que estaba aparcado en la puerta de su casa.
Otro vecino contó que cuando estaba en la comisaría declarando recibió una llamada de Tuntún y éste le dijo que era un «chivato» y que «ya había matado a una persona y podía matar a otra».
Una amiga de Rubén, que esa noche estuvo con él en su casa, señaló a la policía y en el juzgado de instrucción que cuando habló con ese testigo ella le escuchó decir «le maté yo y ahora te mato a ti», si bien el testimonio que prestó fue confuso, por lo que el fiscal pidió que se le investigue por falso testimonio y aportó su declaración anterior.
Esta testigo indicó que encontró esa noche a Rubén «totalmente ido» que «no estaba en sus cabales» y que le había dicho que había tenido una disputa.
Al inicio del juicio, el fiscal manifestó que estaba convencido de que los dos acusados querían acabar con la vida de Juan y que por ello se presentaron en su casa con dos «cuchillos de grandes dimensiones» y con la intención de acabar con su vida.
Por su parte, el abogado defensor de Rubén H.M. indicó que su cliente cometió un homicidio imprudente por el que reclamaba una condena de cinco años de prisión, mientras que la letrada que defendía a Souffian D. dijo que era inocente.
El juicio sigue este martes con policías y peritos.
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