Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Las farmacias y salas de espera de los ambulatorios ya empiezan a llenarse de pacientes aquejados de catarros, dolor de garganta, asma y todas las 'itis' propias de esta época del año: sinusitis, rinitis, laringitis... La bajada repentina de las temperaturas, el comienzo de las clases y la vuelta al trabajo después de las vacaciones multiplican la propagación de los indeseables virus, que ya están haciendo de las suyas. Estas son las patologías comunes más frecuentes en esta época del año.
Todavía no hemos entrado oficialmente en el otoño, pero ya tenemos encima los primeros catarros de la temporada. Mocos, malestar, dolor de cabeza, estornudos, toses... «La mayoría de las infecciones respiratorias que sufrimos en estas fechas son leves y transitorias. Y la mayoría están causadas por virus, de manera que no sirve de nada automedicarse con un antibiótico que tengamos en casa», alertan en el Área de Divulgación Científica del Consejo General de Farmacéuticos.
Si lo que nos ocurre no va más allá de un catarro común podemos tirar de botiquín para tratar los síntomas y hacer más llevaderos los días que nos encontremos peor. «Los anticatarrales, que se pueden dispensar sin receta y no tienen grandes efectos secundarios, suelen incluir una combinación de principios activos que ayudan a mejorar el estado general del paciente. Lo más frecuente es que lleven un analgésico (ibuprofeno, paracetamol, ácido acetilsalicílico...) para bajar la fiebre y aliviar el dolor; un antihistamínico (clorfenamina) para reducir el picor de ojos, los estornudos y la secreción nasal; y un descongestivo (fenilefrina, pseudoefedrina...) para 'desatacar' la nariz», precisan los farmacéuticos.
Para tratar la tos es importante diferenciar entre la seca y la productiva. En el caso de la primera, se puede recurrir a medicamentos antitusivos (dextrometorfano), mientras que si se expulsan flemas lo que tenemos que tomar es un mucolítico (acetilcisteína, carbocisteína...) para ayudar a que sean más fluidas. La Asociación Española de Pediatría (AEP) desaconseja el uso de anticatarrales en niños menores de 12 años.
Son las enfermedades de garganta más frecuentes. Cuando la inflamación afecta a las cuerdas vocales (la mayoría de las laringitis en adultos) es habitual que el paciente se quede afónico. Si esta laringitis producida por un catarro común o una gripe dura un par de días no hace falta ir al médico. Basta con reposar la voz, beber líquido o tomar un analgésico. En el caso de los niños, esta patología es más complicada porque afecta normalmente a la parte que está encima de las cuerdas vocales (epiglotis) y si esta zona se inflama puede obstruir la respiración. Lo primero que se debe hacer es darle un ibuprofeno (antiinflamatorio) y abrir la ventana para que el niño respire aire frío. Si no mejora, se debe acudir a urgencias.
Lo que ocurre en las faringitis es que se produce una infección de las mucosas que rodean las anginas, casi siempre por virus. En este caso, el síntoma más característico es el dolor al tragar. «Cuando es de origen vírico se puede controlar con antiinflamatorios, mientras que si la infección es por bacterias ya precisa de tratamiento antibiótico».
Aunque las crisis respiratorias pueden desencadenarse en cualquier estación, para los pacientes con alergia a los ácaros del polvo, la peor época del año es de septiembre a noviembre porque la proteína del alérgeno está más activa. La rinitis alérgica, cada vez más frecuente, también suele tocar techo en los meses de otoño y, en este caso, los síntomas varían en función del alérgeno que cause la reacción, aunque la mayoría de pacientes que padecen este tipo de rinitis sufren picores, estornudos y moquera más líquida y clarita.
Las plantas, semillas y flores se ha usado tradicionalmente para tratar diferentes tipos de dolencias como el catarro, la tos o el dolor de garganta. «Ahora bien, las infusiones pueden tener efectos muy beneficiosos si se utilizan de la forma adecuada, pero también pueden llegar a ser perjudiciales para nuestro organismo si las tomamos de manera incorrecta, en dosis elevadas o si se mezclan con determinados medicamentos. El problema es que mucha gente se piensa que como se trata de productos naturales no nos pueden hacer daño y no es así. Natural no significa inocuo», advierten en el Área de Información del Medicamento del Consejo General de Colegios Farmacéuticos antes de recomedar un par de combinaciones para mitigar los síntomas causados por las enfermedades típicas de esta época del año.
La mezcla de té verde, hierba luisa y menta resulta «ideal» para ayudar a combatir los síntomas propios de la tos crónica y los catarros. También se le puede añadir una cucharadita de limón e incluso otra de miel. «Además de ser antioxidante, el té verde también tiene propiedades sobre el sistema inmune, de manera que combinado con la menta y la hierba luisa (antiinflamatorias) puede mejorar este tipo de patologías».
Por otro lado, la infusión de jengibre y limón es «excelente» para mitigar el dolor de garganta. Se recomienda tomar tres tazas diarias durante un par de días para notar sus efectos. «Estos dos ingredientes se usan mucho para tratar este tipo de molestias por su 'poder' antiinflamatorio», precisan los farmacéuticos . También se le puede añadir un cuarto de cucharadita de pimienta Cayena.
Tomar leche con miel o hacer vahos de eucalipto para 'soltar' los mocos también pueden ayudar en algunos procesos catarrales, «pero en ningún caso van a curar enfermedades por sí solos. Otros 'trucos' directamente no funcionan. «Ni partir una cebolla y dormir con ella cerca de la cama hace que respires mejor ni tomar propóleo evita que tengas resfriados. Lo mejor para tener a raya nuestro sistema inmunitario es mantener un correcto estado nutricional».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.