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El dirigente del BNR y uno de los líderes del sector crítico de Nueva Canarias (NC), Teodoro Sosa, sacó este miércoles toda su artillería dialéctica para volver a defender que un cambio en la dirección del partido era la única posibilidad de alcanzar un acuerdo en la organización. Ahora, su postura, «claramente», es la desconexión del partido.
En un acto celebrado en Gáldar y ante el máximo dirigente de Coalición Canaria (CC) y presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, Sosa criticó que el problema está enquistado porque en NC «hay personas que anteponen sus intereses personales a los intereses generales de la ciudadanía y del propio partido», en clara referencia al líder de la organización, Román Rodríguez.
Después de que el portavoz de Nueva Canarias, Luis Campos, hablara esta semana de que la imposición de renovación del sector crítico era poco democrática y no era la vía adecuada, Sosa consideró esta valoración como «una falta de respeto a lo que representan en la historia del partido las asambleas locales».
Recordó que los partidos aliados y la dirección llevan un año negociando una salida a este debate interno que ha tenido como principal reclamación el cambio de nombres en la cúpula. «Que se hable de imposición es simplemente engañar».
Reiteró que «quien debe reflexionar es quien ha antepuesto su interés personal sobre el interés de la ciudadanía y de esta tierra».
Teodoro Sosa no descartó que la nueva formación que salga de la escisión de NC, si finalmente se produce, alcance acuerdos con Coalición Canaria. En este sentido, se mostró abierto a alianzas y entendimiento «con otras fuerzas, aunque en algunas cuestiones pensemos de manera diferente». Sí apuntó que el nuevo proyecto se mantendrá en el espacio del nacionalista progresista «donde hemos estado hasta ahora».
Además, rechazó la posibilidad de que los críticos presenten una alternativa en el congreso de Nueva Canarias, tal como ha planteado la dirección, que se celebra el próximo mes de julio. «Si la solución para ellos es que presentemos una propuesta, le regalo las siglas. Que siga Román Rodríguez al frente de NC».
Su hoja de ruta pasa por la asamblea del Bloque Nacionalista Rural (BNR) el 28 de enero, donde él personalmente se posicionará a favor de la «desconexión» aunque «nunca le desearé ningún daño a quienes han sido mis compañeros».
Insistió en que «aquí no sobra nadie, pero hay personas que no pueden seguir aportando más y un paso a un lado hubiera sido la solución». A su juicio, hay que escuchar a la ciudadanía y a la calle, «que no puede estar equivocada».
El BNR, tanto en la asamblea de Gáldar como de Agaete, votará su permanencia o salida de Nueva Canarias a final de mes. Unos días después, el 3 de febrero, se celebrará probablemente la reunión de Roque Aguayro en Agüimes. El objetivo final es presentar el nuevo proyecto político en marzo o abril.
Sosa defendió -tal como había hecho en anteriores ocasiones- la necesidad de trabajar de forma unida con otras fuerzas nacionalistas canarias para defender los intereses del archipiélago «más allá de nuestra tierra» sobre todo, dijo, ahora que Madrid nos desprecia». En este sentido, apuntó que «la gente está cansada de divisiones» y abogó por el trabajo en común.
Clavijo no quiso entrar a valorar la crisis de NC, pero sí apostó por «la unidad de una fuerza de obediencia canaria» para defender los intereses de la comunidad autónoma ante el Estado.
«Si tuviéramos cuatro o cinco diputados en el Congreso», aseguró el dirigente de Coalición, «los grandes problemas de las islas, como la inmigración o las infraestructuras, se verían resueltos».
Como ejemplo del poder de esta unión de fuerzas en los territorios, el presidente canario indicó que «solo hay que fijarse en lo que consiguen los vascos y catalanes»
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