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María Dueñas (Granada, 2002) no rehúye las responsabilidades. Tiene claro que, además de seguir cimentando su meteórica carrera como una de las violinistas jóvenes más brillantes y reputadas de la actualidad, tiene que poner su granito de arena para conseguir que la música clásica deje de ser para muchos jóvenes un terreno ajeno y exclusivo de los adultos.
«Los jóvenes tenemos que mantener viva la música y ser una inspiración», apunta por teléfono desde Londres tras culminar una larga jornada de ensayos con la Philharmonia Orchestra, junto a la que este viernes, a partir de las 20.00 horas, en el Auditorio Alfredo Kraus, protagoniza el concierto inaugural de la 41ª edición del Festival de Música de Canarias.
Reconoce estar «muy ilusionada por debutar en un festival de tanto renombre» como el que organiza el Gobierno de Canarias y para ello ha optado por una pieza no muy habitual en el repertorio pero que, reconoce, entronca con su idea de hacer atractiva la música clásica a un público menos habituado.
Se trata del 'Concierto para violín en Re mayor, op. 35', de Erich Wolfgang Korngold, uno de los más brillantes compositores del pasado siglo XX. «Dentro del repertorio clásico del violín es bastante inusual. Como es una pieza tan jovial me hace una especial ilusión tocarlo en España, porque pienso que puede atraer a un público joven», defiende la artista que viaja este jueves a Gran Canaria para tocar el viernes en el recinto del paseo de Las Canteras y al día siguiente en el Auditorio de Tenerife Adán Martín.
«Es una obra que no se plantea mucho. Es muy brillante, con mucha influencia de la música para cine y habitual en las películas de Hollywood. Lo disfruto mucho cuando lo toco junto a la orquesta», explica sobre esta obra de este compositor centroeuropeo que recaló en Estados Unidos con el ascenso del nazismo en Alemania y acabó nacionalizándose norteamericano.
«Técnicamente es una obra bastante complicada, obliga a buscar balances con la orquesta. En este caso, con una gran orquesta», apunta sobre la formación londinense con la que se estrenó «hace unos meses con una obra de Sibelius», explica la violinista andaluza de 22 años.
Marin Alsop (Nueva York, 1956) será la encargada de dirigir estos conciertos al frente de la Philharmonia. «Es la primera vez que toco con esta directora. Estamos muy conectadas, porque entendemos la música de una forma muy parecida. Trabaja con mucho diálogo con la orquesta», destaca María Dueñas sobre esta directora y también violinista norteamericana.
La artista andaluza reconoce que aún queda mucho de la niña María Dueñas que tocaba en casa antes de iniciar sus estudios musicales en Madrid y posteriormente en la ciudad germana de Dresde, gracias a una beca de la Wardwell de la Fundación Humboldt. «Soy la misma persona, me acuerdo de las raíces, de dónde vengo y de que he tenido que trabajar mucho. Sin duda, lo tengo muy presente, así como todo el sacrificio que han hecho mis padres por mí», apunta.
Es consciente de que, además de por su talento como violinista, atrae a las salas de conciertos a parte del público por la expectación que genera ver en directo a una violinista profesional de su edad. «Me queda mucho por delante. Estoy en el principio, me queda mucho trabajo por delante, pero siempre sin perder la ilusión ante cualquier concierto nuevo. Lo afronto con mucha disciplina y con una responsabilidad muy grande. Soy consciente de que tengo que ser una inspiración para otras generaciones que están empezando. Eso me hace mucha ilusión. He visto que a mis conciertos vienen muchos jóvenes y eso es muy bueno, porque los jóvenes tenemos que mantener viva la música. A mí me pasaba cuando era una niña y veía a los músicos jóvenes tocando», rememora.
María Dueñas es una de las artistas exclusivas del prestigioso sello discográfico alemán Deutsche Grammophon. Se estrenó con el álbum 'Beethoven and Beyond', publicado en 2023, donde toca con el director Manfred Honeck y la Wiener Symphoniker. En un mes publica el segundo. Se trata de 'Paganini: 24 Caprices'. «Es una grabación que llevaba mucho queriendo hacer. Se trata de los '24 caprichos', con los que tengo una conexión especial igual que con Beethoven y que me han acompañado muchas veces en mi carrera», explica.
María Dueñas toca con dos violines, un Nicolò Gagliano cedido por la fundación Musikleben, y el Stradivari 'Camposelice' de 1710, cedido por la Nippon Music Foundation. «Voy a tocar con el Gagliano, aunque este concierto de Korngold también lo he tocado con el Stradivari. Me interesa mucho ver los colores que da con este concierto. Es un instrumento muy brillante que creo que va muy bien con este concierto tan jovial», explica la violinista que ha participado en la película 'Medidas para un funeral' (Measures for a Funeral), de Sofia Bohdanowicz.
«Ha sido un proyecto muy emocionante y diferente a lo que hago en la música clásica. Va sobre la violinista Kathleen Parlow, que quedó olvidada en la historia y que me ha permitido descubrir un concierto que se hizo para ella», confiesa.
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