José Miguel Bravo de Laguna, en el casco de la Villa de Santa Brígida.Juan Carlos Alonso
José Miguel Bravo de Laguna, alcalde de Santa Brígida
«El 31 de diciembre dejo la alcaldía y me voy de la política con la conciencia tranquila»
Entrevista ·
Bravo de Laguna dejará el bastón de mando a José Armengol (Ando Sataute) tras una experiencia «enriquecedora en la que he intentado estar cerca de los vecinos»
–Diputado por las Cortes Generales, presidente del Parlamento de Canarias, presidente de Cabildo de Gran Canaria y desde las pasadas elecciones vivió en sus carnes un año y medio ilusionante como alcalde de la Villa de Santa Brígida. El pacto alcanzado entre UxGC, Ando Sataute y PSOE estipulaba que cedería el bastón de mando el 31 de diciembre a José Armengol. Pero esa fecha será también muy especial, porque llegará el momento de su retirada de la vida política, a los 80 años de edad. ¿Qué tal ha sido esta experiencia como alcalde?
-Hicimos un pacto de tiempo compartido en la alcaldía, ya que fue necesario tras las elecciones, al no haber ningún grupo político con mayoría, conformar unos pactos de gobierno. Lo hicimos entre Ando Sataute, que tiene cinco concejales, PSOE, que tiene tres, y UxGC, al que yo pertenezco que tenemos dos concejales. El pacto fue que ocuparía la alcaldía durante año y medio, es decir hasta el 31 de diciembre. El resto del tiempo lo ocupará José Armengol (Ando Sataute). A veces lo comento con mis amigos, yo he hecho la carrera política al revés de lo que parecería más lógico. Empecé en las Cortes Generales, desgraciadamente soy el único diputado constituyente vivo de esta provincia; luego en el Parlamento de Canarias, ocho como presidente; luego me retiré de la política o la política se retiró de mí entre 2003 y 2011 y ejercí la abogacía; y luego presidente del Cabildo hasta el 2015; posteriormente seguí como consejero de UxGC hasta 2023, y llegó el periodo electoral a las elecciones municipales de Santa Brígida. He hecho el recorrido un poco al revés: Generales, Autonómicas, Insular y ahora Local como final de etapa. Ahora como alcalde he vivido desde dentro la carencia de recursos respecto a otras administraciones. Está claro que la administración local es la más cercana a los ciudadanos, pero también es la que tiene menos recursos. Acabamos de aprobar el presupuesto para Santa Brígida para el año 2025 en torno a 19 millones de euros y lógicamente comparado con los miles de millones que maneja la Comunidad Autónoma o los más de 1.000 millones del Cabildo, las carencias presupuestarias en un Ayuntamiento son muchas. Los Ayuntamientos apenas tienen capacidad de inversión, tienen que depender siempre de las aportaciones que le dan otras administraciones. Pero esta experiencia como alcalde ha sido muy enriquecedora. Me puse como propósito y lo he cumplido es el de estar lo más cerca posible de los ciudadanos y por eso establecí el criterio de que los martes y los jueves recibo directamente a vecinos que pidan cita con el alcalde. He recibido a unos 1.000 vecinos en este año y medio de alcalde. No me he tomado vacaciones en este periodo y esa cercanía con los ciudadanos es muy enriquecedora.
–¿Cómo se encuentra Santa Brígida a día de hoy?
-Hacer un juicio de uno mismo y de su labor puede ser parcial, pero es evidente que en un año y medio no ha dado tiempo de solucionar muchos temas. He planteado algunas soluciones de temas que se han podido arreglar y otros que están encausados. Uno de los temas fundamentales que hay en este municipio, e imagino que en la mayoría, son las infraestructuras que menos se ven, como temas de alcantarillado, vertidos a los barrancos, etc. Nos hemos dedicado de una manera importante a arreglar estas cuestiones y tenemos más que multiplicado nuestro presupuesto en saneamiento. Otro tema importante y que va a arrancar es el famoso mamometro. En el último Pleno, a propuesta de Unidos por Gran Canaria, le hemos denominado para el futuro como Gran Canaria Central. Para mí será uno de los centros públicos más importantes de la isla y por eso lo hemos denominado así. Tiene 15.000 metros cuadrados de superficie y ahí habrá un centro social, cultural, de esparcimiento, etc. Un aparcamiento, zona ajardinada, edificaciones de uso cultural y social, algún edificio que sirva para Plenos municipales o para conferencias, etc. Y estamos estudiando junto a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria la posibilidad de hacer aquí en la Villa de Santa Brígida un centro universitario, porque es una oportunidad por nuestra cercanía con el Campus de Tafira y por la carencia de espacios con los que cuenta ya la Universidad de contar aquí en Santa Brígida con una titulación universitaria que nos vendría bien a todos.
–¿Y cuál es ese primer paso para que el mamometro denominado a partir de ahora como Gran Canaria Central arranque?
-Vamos a poner en marcha el concurso de proyecto y obra. La obra durará varios años y habrá que financiarla plurianualmente porque no tenemos capacidad financiera. Vamos a arrancar con 3 millones de euros que ha aportado el Cabildo de Gran Canaria, en un plan especial para los ayuntamientos, y ese dinero lo dedicaremos a la primera fase de ese concurso que vamos a abrir de proyecto y obra.
–¿Qué otros asuntos están pendientes? La Policía Local ha alzado la voz.
-Hay muchos temas pendientes. Tenemos un problema de organización interna. El municipio no cuenta con una RPT, regulación de puestos de trabajo, y eso genera inestabilidad funcionarial y laboral en el municipio. También está sobre la mesa el convenio colectivo con el personal del Ayuntamiento, incluida la Policía Local, y lo estamos elaborando para solucionarlo. Hay muchos asuntos de infraestructuras pendientes. Iniciamos ahora el asfaltado de Cruz de Morales, una zona importante de comunicación. También hemos abordado la reparación del tendido eléctrico de este municipio, que es muy antiguo y obsoleto. Vamos a renovar todos los centros de mando eléctricos y estamos haciendo una renovación completa de las farolas públicas para convertirlas en más eficientes. Pero hay servicios con muchas carencias, como el de Limpieza que debe mejorarse. Ahora se subirá la tasa de basura pero estamos estudiando la posibilidad de bajar algo el tipo del IBI que en Santa Brígida es alto.
–¿Cuántos habitantes tiene Santa Brígida a día de hoy?
-Casi 20.000. Aunque hay muchos técnicos municipales que me dicen que hay mucha gente que vive en Santa Brígida y está empadronada en Las Palmas de Gran Canaria, principalmente me dicen que es por la inscripción de los niños en los colegios.
–Deja la alcaldía y la política. ¿Quién ocupará su cargo en el Ayuntamiento?
-Ya he cumplido 80 años y es el momento de dejarlo. Ya está bien. Todo tiene que renovarse. Me mantengo muy activo. No sé lo que haré y no descarto incluso escribir algo. Estoy preocupado por la situación del país y ha habido un cambio con lo que se fraguó con la democracia. Los radicalismos se han extremado y eso me preocupa. Tengo mis reflexiones y mis pensamientos, y a ver si soy capaz de plasmarlos. En el Ayuntamiento de Santa Brígida me sustituirá Carmen Juez, que es funcionaria del ayuntamiento y era la número 3 de la lista por UxGC.
–¿Cómo ve el futuro de UxGC?
-Yo dejé de ser presidente hace unos años y está mi hijo Lucas Bravo de Laguna al frente. UxGC nació con la idea de que Gran Canaria es la única isla del Archipiélago que no tiene un partido insular propiamente dicho. Gran Canaria ha creído poco en defenderse como isla y creo que eso no es incompatible con nada. Defendiendo Gran Canaria se defiende a Canarias.
–¿Entonces usted analiza este año y medio como alcalde de manera satisfactoria, así como su cierre de ciclo político?
-Hay una frase de Ortega y Gasset que a mí me encanta: «Miré a los ojos a mi juventud y me quedé tranquilo con mi conciencia». Yo miro para atrás en este año y medio de alcaldía y me quedo tranquilo con mi conciencia. No quiero ser conformista y ha habido cosas que he podido hacer mejor y temas inacabados. Creo que he atendido a los ciudadanos, he intentado mejorar el listón del nivel de la política municipal en la medida de mis posibilidades, estamos haciendo una enorme labor cultural, etc. Quedan montones de cosas por hacer, pero con 19 millones de euros de presupuesto no se pueden hacer milagros. En general me voy satisfecho, habrá quien me critique, pero espero que valoren el esfuerzo que se ha hecho. Y era para mí una ilusión acabar el ciclo político como alcalde en buenas condiciones.
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