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El universo creativo de la grancanaria Noemí Pérez emerge el próximo 13 de diciembre en el Teatro Pérez Galdós, a partir de las 20.00 horas, con una propuesta, titulada 'Calderón', que como es habitual en su trayectoria como dramaturga y directora vuelve a transitar entre «la difusa línea que separa lo teatral, lo 'performativo' y las instalaciones, a lo que le sumo en esta ocasión cine, con una breve proyección», como ella misma avanza.
'Calderón' es la quinta propuesta que estrena Noemí Pérez. Un montaje que, al igual que los anteriores, denomina «práctica teatral». Los entiende como un lugar de búsqueda, de experimentación de sensaciones y reflexiones propias, sociales y artísticas. Piezas todas, subraya, que se conectan, de forma explícita y velada, porque comparten las cuestiones que le interesa abordar.
«Cuando termino 'Vernix Virtual', al igual que sucedió con 'Hablemos de Fausto', veo que se me quedan cosas de las que quiero seguir hablando en los siguientes trabajos. A su vez, me planteo trabajar con textos de otros autores, para ver qué sucede. Al final, me encuentro con una serie de casualidades que acaban conformando los ejes de esta obra. Uno fue que empecé a leer Calderón de la Barca, porque quería trabajar con un verso que nos resultara algo alejado, para que la palabra fuese como algo ajeno, para lo que sea necesario prestar atención y que no nos llegue de forma natural. El verso barroco me lo proporciona. La otra cuestión importante es que a medida que leía 'La vida es sueño' veía que se acercaba a mi idea de realidad que ya trabajé en 'Vernix Virtual', ese tránsito entre lo real y lo no real», explica Noemí Pérez sobre la gestación de este proyecto.
En 'La vida es sueño', 'El gran teatro del mundo' y 'La hija del aire', entre otras piezas del genio del Siglo de Oro español, Noemí Pérez también descubrió otra cuestión que le sirvió como fuente de inspiración para dar vida a su nueva apuesta sobre los escenarios. «Tenía el verso, tenía ese juego entre la realidad y lo no real, pero también encontré un dato histórico muy interesante. La causa por la que censuraron uno de los 'Autos' de Calderón en las órdenes militares. Fue por el dogma de la Inmaculada Concepción, por ese constante empeño en conceptualizarnos. Al investigar en las causas reales y no solo las oficiales descubrí otra cuestión que me interesa aún más, como es la autocensura, que siempre tiene algo de rebeldía, porque es crítica con el sistema pero no de una forma abierta», puntualiza horas antes de ensayar 'Calderón'.
El montaje tiene como protagonista a la actriz lanzaroteña Marta Viera, a la que se suma un coro femenino. «Soy mujer y tenía un interés especial por escribir personajes femeninos, que por ahora no los había trabajado en mis obras. La palabra más fuerte que he escrito por ahora la ha dicho un hombre. En 'Vernix Virtual', la palabra estaba proyectada o grabada, lo que la despersonalizada totalmente. Quería escribir personajes femeninos y era consciente que eso implicaba un proceso, porque siempre nos han descrito hombres. Me puse a escribirlo para ver hasta dónde me llevaba ese personaje», reconoce Noemí Pérez dentro de esta idea de constante búsqueda que implican sus procesos creativos.
«Paralelamente a esta práctica teatral, me di cuenta de que lo teatral está en la calle. Los límites entre la realidad y la ficción están difuminados. Sales con una cámara a la calle, filmas y eso es un plano secuencia de la realidad. La política es una puesta en escena y las redes sociales son una puesta en escena de tu vida privada, porque estás creando unos personajes. El papel de las redes sociales en la sociedad actual me interesa mucho, cómo está afectando a la imagen de la mujer y eso está presente también en la obra», reconoce sin querer entrar en mayores detalles que desvelen lo que el público verá en el Teatro Pérez Galdós.
«Lo que me interpela a mí, lo que me interesa del teatro, es cuál es mi razón de ser. Hay crisis de imaginación, de narración, de todo... pero hacemos constantemente todo lo posible por crear cosas. Me interesa que cada vez haya menos escenografía. Aquí, en 'Calderón', hay una caja blanca y desde la misma me interesa ver todas las posibilidades que se generan. Como persona que practica el teatro me interesa mi lenguaje, que está conformado por una coreografía, que no es danza sino movimiento, a lo que se suma la luz, la palabra, el sonido y los cuerpos en escena. Me gusta romper las narrativas. No busco el aplauso ni la provocación. Evito buscar generar unas emociones concretas para provocar una respuesta por parte de los espectadores. No sé lo que voy a provocar. No me preocupa. Sí que sé que estamos en un momento de tiempos barrocos en los que vamos a ver qué se puede hacer, en medio de una crisis en la que se va al pasado», señala.
Advierte que para 'Calderón' ha mirado, evidentemente, al pasado, pero no para crear un montaje calderoniano al uso. «No he ido al pasado, he ido al verso. No estoy representando ni 'La vida es sueño' ni 'El gran teatro del mundo'. He cogido los versos de Calderón de la Barca para crear un mundo nuevo, una creación contemporánea con cosas que me inquietan como la autocensura, las redes sociales o la iconografía de los 'likes' y de Instagram», apunta.
Durante el mar de temas, reflexiones y sugerencias por las que el público transitará en 'Calderón', Noemí Pérez propone dos guías. Una es la actriz Marta Viera y otro el coro de 35 mujeres de distintas edades que aparecerán sobre la escena.
«Buscaba una actriz de mi edad, que fuera muy potente con el texto, que defendiera la palabra con solvencia. Encontré en Marta Viera lo que buscaba. Cuando se lo propuse, ella me dijo que tenía ganas de trabajar conmigo porque veía 'mirada' en los trabajo que hago. La verdad es que se ha adaptado fenomenalmente a la propuesta. También porque sabía a lo que venía», destaca Noemí Pérez.
A la hora de conformar el coro femenino de 'Calderón', contactó con Maite Robaina, responsable del coro de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas, que le dijo que contaba con las piezas que requería para esta propuesta. Y el engranaje ha sido el idóneo, destaca la dramaturga y directora grancanaria. «El coro está feliz, encantado. No quieren que se acabe, quieren seguir haciendo más cosas, porque están jugando en los ensayos a cosas que son muy nuevas para ellas. Durante el montaje interactúan con Marta, las integrantes del coro forman parte de la coreografía del espectáculo, por lo que estamos trabajando también el movimiento del cuerpo», destaca Pérez, que cuenta con formación en danza clásica.
Noemí Pérez sabe que sus propuestas transitan por un terreno alejado de lo convencional y comercial, lo que complica mucho el siempre difícil acceso a las programaciones de los enclaves escénicos. «Es súper complicado encontrar un espacio para este tipo de propuestas. Tengo la suerte inmensa de que el Teatro Pérez Galdós me apoya para poder hacer este tipo de montajes. Es muy difícil que te programen, porque estamos fuera de los estándares. Y es una pena, porque creo que son proyectos que sí que tienen público», considera.
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