
Secciones
Servicios
Destacamos
Las apariencias muchas veces engañan. Una cosa es lo que se ve desde fuera y otra muy distinta es la realidad de puertas para adentro. Sobre todo en unos tiempos en los que cada vez nos fiamos menos del prójimo. Esta es una de las reflexiones que, de forma velada, trascenderá en la puesta de largo del clásico de la dramaturgia nacional 'Maribel y la extraña familia', en la que visión que protagonizará la compañía grancanaria 2RC, los próximos días 22 y 23 de noviembre, a partir de las 19.30 horas, en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria.
El elenco lo integran Saray Castro, Toni Báez, Maykol Hernández, Miguel Ángel Maciel, Yanara Moreno, Luis O'Malley, Sheila Martín y el director Rafael Rodríguez, que vuelve a los escenarios 40 años después de hacer sus pinitos para un breve cameo.
«La obra trata un poco del trasfondo de la gente. De lo que vemos y lo que realmente somos. De una sociedad de los pareceres, de las apariencias, más aún hoy día en que se le tiene miedo a cualquiera. Ya la gente no se fía ni siquiera de quien le hace un favor o nos ayuda. Ves a alguien que va por la calle con dificultad y le dices si le ayudas a cruzar y te dice que no, porque tiene miedo. Ese tipo de cuestiones ya están en este texto de Mihura. Criticaba la sociedad puritana de su época, farisea y de costumbres burguesas», explica Rafael Rodríguez, director de este estreno absoluto que ve la luz gracias a la coproducción del Cuyás.
A propuesta de Gonzalo Ubani, director artístico del Cuyás, la compañía 2RC, que ha transitado por el teatro clásico español y por textos contemporáneos canarios y nacionales -incluido Juan Mayorga- comenzó a «bucear» en la dramaturgia española del siglo XX que, en buena medida, «se está perdiendo».
«Se hace muy poco. Se piensa muchas veces que es algo viejo, incluso ideológicamente. En parte puede ser verdad. Pero como siempre, cuando uno se pone a trabajar busca darle una vuelta a los clásicos, hacer una relectura. Entonces, nos pusimos a leer textos y textos. Y me puse con Mihura. Y hablando con José Luis Massó y Luis O'Malley, que siempre trabajan conmigo, José Luis me dijo que por qué no miraba 'Maribel y la extraña familia'. Y me pareció un texto que podía funcionar como comedia para una relectura contemporánea», reconoce el director grancanario.
Fue clave, recuerda, decidir hacia dónde se llevaban la obra. «Teníamos que decidir si la manteníamos en la época o si apostábamos por otros juegos. Al final optamos por hacer una traslación espacialmente, con un montaje más conceptual y no tan naturalista desde un punto de vista escenográfico y de vestuario. A veces va un poco en contra del texto original. Por ejemplo, arranca con que la casa de ella está llena de trastos y cosas antiguas. Yo me quedo con el concepto de extraño, el juego de lo extraño que no es Bretchiano, pero algo de eso hay, fue lo que me llevó a jugar con la extraña familia, con lo raro. Sin perder el trabajo del actor, que tiene que ser muy verdadero, porque no estoy haciendo farsa, aunque puede haber momentos que lo parezca. Evitamos caer en lo exagerado», señala Rafael Rodríguez.
Para plasmar esa extrañeza, se sirve de dos de los personajes. «Las dos señoras, doña Matilde y doña Paula, las interpretan dos actores, Miguel Ángel Maciel y Maykol Hernández. No estoy buscando que hagan de travestis ni buscamos la jaula de las locas. Tampoco intentamos que se disimule de tal manera que no parezca que son dos actores. Lo que les pido a los dos es que construyan una madre y una tía. Una madre preocupada por su hijo y una tía cariñosa. Un referente puede ser lo que hizo José Luis López Vázquez en 'Mi querida señorita'. Era un hombre que se vestía de mujer, pero no dejabas de ver a López Vázquez, aunque en el fondo veías a una mujer», apunta el director de 'Maribel y la extraña familia'.
Miguel Ángel Maciel reconoce que se trata de «un gran reto» interpretativo, a la vez que aclara que para componer este personaje se aleja de cualquier atisbo carnavalesco o burlesco.
Otra de las claves, según Rodríguez, fue dar con la actriz adecuada para encarnar a Maribel, la prostituta profesional que conoce a Marcelino, quien la acaba llevando a su casa para que conozca a su peculiar familia. «Tiene que ser una gran actriz, que pueda dar dulzura y a la vez sea una prostituta descarada y potentemente sexual. Apostamos por Saray Castro y ha sido todo un acierto», vaticina Rafael Rodríguez con la mirada puesta en el estreno del próximo fin de semana.
La compañía grancanaria 2RC Teatro traslada a la actualidad la acción de 'Maribel y la extraña familia', de Miguel Mihura.
«Lo traigo a hoy día y lo descontextualizo de Madrid. Se desarrolla en una ciudad o un pueblo en el que está la fábrica de la familia del personaje de Marcelino. Utilizamos algunos elementos musicales que, desde el arranque sitúan al espectador e incorporamos detalles como el uso del móvil, sobre todo en los jóvenes», explica el director Rafael Rodríguez. Otra de las novedades es que el trío de amigas de la protagonista Maribel incluye a una joven de género fluido.
Las incorporaciones contemporáneas no acaban ahí, ya que Rafael Rodríguez reconoce que el texto original se ha limado para eliminar ciertos aspectos «machistas» que a día de hoy son inconcebibles. «Le hemos quitado machismo, sobre todo al personaje de Marcelino. Hay frases que toman un sentido más irónico. Pero tengo que reconocer que había un cierto aire de modernidad en el texto original de Mihura, ya que valora la existencia de una mujer libre y pensadora, que es por lo que las dos señoras mayores aceptan a Maribel. La ven como una chica moderna, actual, que puede ir sola con su novio al campo sin ningún problema», aclara el director grancanario.
Tras el estreno en el Cuyás, el objetivo de la compañía es hacer gira, tanto a nivel insular, regional como nacional. «Como siempre vamos a intentar girar en Canarias y saltar a la península, pero está todo muy complicado. Hay cosas tan absurdas como que las ayudas a la movilidad son a posteriori. Además, no han salido las ayudas a la producción. Contamos con la coproducción del Cuyás, pero para el proyecto, en el que comenzamos a trabajar el año pasado, esperábamos contar con las ayudas a la Producción, pero el Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC), a estas alturas del año, no ha sacado la convocatoria», se lamenta Rodríguez.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.