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Cuando cayó en sus manos la propuesta de adaptar a la escena la novela 'El cuarto de atrás', de Carmen Martín Gaite, Emma Suárez tuvo claro durante la primera lectura de la adaptación de María Folguera que había llegado el momento de volver a los escenarios, aunque el proyecto supusiera frenar en parte su presencia en cine y televisión, medios que la han convertido, sobre todo desde principios de los años 90, en una referencia.
«Hay decisiones en la vida que son inevitables. Están por encima de los deseos. Leí esta función y se quedó grabado el deseo de hacerla, a pesar de las circunstancias y condicionamientos externos que no facilitaban la decisión. Pero ha sido un empeño brutal», reconoce la actriz durante la presentación a los medios de este montaje que se representa este viernes y sábado, siempre a partir de las 19.30 horas, en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria.
«Yo tenía muchas ganas de trabajar con la directora Rakel Camacho. Su imaginación y puesta en escena nos ha seducido desde un primer momento. Nos hemos dejado llevar a un viaje fantástico», subraya la actriz ganadora de dos premios Goya y que da vida al personaje de C en 'El cuarto de atrás'.
Emma Suárez rodó hace años para televisión una adaptación de 'Cuentos de interior', también de la escritora salmantina fallecida en el año 2000. «Tuve la suerte de conocerla a ella y a su hermana durante aquel rodaje. Todo en este viaje ha estado lleno de señales de forma constante. Es como si el destino de forma inevitable me haya traído aquí», subraya.
Aclara que el proceso creativo de este montaje le ha llevado a profundizar en la obra de Carmen Martín Gaite para encontrar paralelismos y mejorar su propio conocimiento sobre el rico y amplio legado literario de una autora de referencia de las letras en castellano durante el siglo XX. Acercarse a la figura humana que se escondía detrás de esos libros le ha ayudado también a dar forma a su personaje. «C es ella. Yo no podría interpretar a Carmen Martín Gaite, pero sí que podía impregnarme de su imaginario y es lo que he tratado de hacer. Ser la voz de ese personaje», señala Emma Suárez.
Sobre el escenario, está acompañada de otros dos intérpretes, Alberto Iglesias y Nora Hernández. El primero da vida al hombre de negro y la joven actriz hace lo propio con otros tres personajes que dan voz al pasado de la protagonista.
«Todo concurre en un corto espacio de tiempo, en una noche de tormenta, con una escritora que busca o no busca inspiración. Le pasan una serie de cosas que rozan lo onírico y así vamos entrando en el terreno de los sueños, que es muy adecuado para el teatro», destaca Iglesias.
Así, destaca el actor, el pensamiento filosófico, la vida, el pasado, el deseo y la imaginación «se van colocando» ante los ojos de los espectadores mientras «emerge el fantasma de Carmen Martín Gaite, de quien personalmente estoy profundamente enamorado».
Alberto Iglesias define la obra como «un viaje transformador y una oda a la creación, además de a la imaginación, a no dejarse arrebatar por la realidad, a cimentarse en los sueños, a buscar otras maneras de explorar y a perderse en el camino» de la vida. De ahí que invite al espectador a «dejarse llevar» y a que «empatice y disfrute» y que de alguna manera vea «reflejados sus propios deseos, fantasmas y demonios».
'El cuarto de atrás' tiene una parte histórica «muy fuerte», añade Iglesias, que ayuda a saber «de dónde venimos y a dónde vamos». Ese pasado, precisamente, ha conectado especialmente a la actriz Nora Hernández con 'El cuarto de atrás'. «La obra no solo habla de la historia de España, sino de la historia de las mujeres. He conectado mucho con esa parte al leerla, porque he visto cosas de mi familia. Sus personajes me recuerdan a cosas que me contaba mi abuela», confiesa la joven intérprete que canta en directo en algunos pasajes de esta adaptación escénica.
Hernández destaca también cómo 'El cuarto de atrás' aborda cuestiones como la lucha del artista para crear sus obras, en este caso durante «una noche de insomnio» y «la infancia». «Al final, estamos todo el rato en un juego de descubrir cosas, de interactuar con el otro, así como con el niño y la niña interior. Eso ha sido para mí, en esencia, 'El cuarto de atrás», puntualiza en la sala de prensa del Cuyás.
Ha sido un proceso muy peculiar y bonito gracias al que hemos ido descubriendo lo que era ese cuarto de atrás, que es una expresión simbólica de todo lo que sucede en la cabeza y el corazón de Carmen Martín Gaite», reconoce la directora Rakel Camacho sobre el montaje teatral 'El cuarto de atrás'.
Uno de los principales objetivos desde que nació el proyecto, señala, fue «encontrar la teatralidad» en esta novela-ensayo con ciertos tintes autobiográficos de Martín Gaite. «La teatralidad de alguna manera estaba en la obra, porque se representa un mundo. Para ella el teatro era muy importante, desde pequeña escribió obras de teatro y dirigía obras con su hermana, que actuaba. Elegimos este libro y no otro de su producción por esto», confiesa.
Toda la acción transcurre en una madrugada y eso da pie al juego escénico que se verá este fin de semana en el Cuyás. «Todo se resume en una noche, el espacio tiempo es una metáfora. Empieza una noche y acaba en una mañana. Vamos de la oscuridad hacia la luz», señala Rakel Camacho.
Ha diseñado la obra como un «gran collage» en el que tienen cabida todas las cuestiones que aborda la autora salmantina y a la que califica como «una maravilla». No escatima las locas hacia el elenco de 'El cuarto de atrás'. «Son unos actores muy creativos, que con su inteligencia y creatividad han hecho posible este viaje» que, en parte, reconoce acentúa la importancia del «arte como refugio o tabla de salvación» frente a la realidad.
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