La acusación: «Sacarle dinero a una gente que solo quiere tener hijos es una estafa miserable»
Tribunales ·
Fiscal y acusaciones piden para Alexis Ricardo M.D. seis años y tres meses de cárcel por estafar a dos parejas en sendos procesos de gestación subrogada
«Sacarle dinero a una gente que solo quiere tener hijos es una estafa miserable». De esta forma se refirió el abogado José María Guerra, que ejerce una de las acusaciones particulares, a Alexis Ricardo M.D., un sanitario grancanario acusado de haber estafado a dos parejas con la falsa promesa de gestionarles sendas gestaciones subrogadas. Tras la práctica de la prueba durante el juicio de este martes, la fiscal Teseida García modificó su petición de pena inicial y se adhirió a la de los letrados de los perjudicados -el otro era Alberto Suárez Bruno-, pidiendo una condena total de seis años y tres meses de prisión por los delitos de estafa, falsificación de documento oficial y presentación en juicio de documento falso.
Todo ello, según las acusaciones, por haberse hecho pasar por médico y ginecólogo con titulaciones falsas expedidas por la Universidad Estatal Médica de S.L. Georgievskogo de Crimea y por la Academia Nacional Médica de Estudios de Postgrado de Shupky, con sede en Kiev. Añadieron que, en este escenario, el acusado se hizo valer de esa posición de experto en la materia para montar en la capital grancanaria una empresa consultora en el año 2011 llamada Yoursurrogacy que ofrecía a parejas la gestión de vientres de alquiler en países donde supuestamente fuera legal esta práctica.
Pero dos parejas homosexuales que recurrieron a los servicios de Alexis Ricardo M.D. vieron como su ilusión de ser padres se fue al traste, según sus versiones, al ser estafados por el encausado. Le ingresaron importantes sumas de dinero para poder conseguir vientres de alquiler en países como Tailandia, Rusia o México en contra de las legislaciones de los dos primeros estados. En el primero de los casos, porque -según les contó Alexis Ricardo- cambió la ley durante el proceso que estaban llevando a cabo y, en el segundo, porque el estado soviético no permite la gestación subrogada a las parejas homosexuales.
Un calvario
Durante el juicio, los miembros de la primera pareja perjudicada declararon que se acercaron a Alexis Ricardo tras ver su empresa anunciada en redes sociales. «Nos pusimos en contacto con el acusado porque queríamos tener hijos y la forma era la subrogación», explicó el primero de ellos. Según su testimonio, el acusado les aseguraba que «tenía formación en ginecología» y que «iba a saber en todo momento cómo estaba el proceso de la gestante».
Detalló que se les ofreció la gestación subrogada en Rusia, sin que en ningún momento les advirtiera de que, como pareja homosexual, estaba prohibido en ese país. «Se lo preguntamos y nos dijo que no había ningún problema», indicó, asegurando que afirmó haber gestionado anteriormente otros procesos similares sin inconvenientes.
95.953 euros piden las acusaciones que pague Alexis por el dinero abonado por los tratamientos
Su pareja corroboró este relato y añadió que confiaron en Alexis Ricardo por cómo se presentaba en internet: «Se anunciaba con una foto con bata blanca y como licenciado en Medicina y Ginecología por dos universidades. Eso influyó en que confiáramos en él». Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Los testigos explicaron que, una vez en Rusia, el proceso fue caótico. «Nos dijo que no nos pusiéramos en contacto con la clínica, que él era el único interlocutor», afirmó. Además, detalló que en octubre de 2006, el acusado les informó por WhatsApp que la gestante estaba embarazada y, poco después, les solicitó una segunda transferencia de 6.000 euros.
Martín añadió que insistieron en recibir pruebas del embarazo, pero Alexis Ricardo nunca se las proporcionó. Un mes más tarde, recibieron un mensaje en el que el acusado les comunicaba que «el feto había tenido una parada cardiaca y que lo sentía mucho». A partir de ese momento, los intentos de contactar con él fueron infructuosos. «Nos dijo que estaba hospitalizado y que no podía hablar con el móvil», recordó y señaló que el acusado nunca ofreció devolverles el dinero.
Ambos coincidieron en la falta de transparencia del proceso y en las sospechas que surgieron tras firmar documentos adicionales que no les explicó debidamente. «Nunca tuvimos información y no supimos si los intentos se hicieron o no», concluyó este perjudicado, quien aseguró que Alexis Ricardo nunca acreditó el embarazo ni el aborto que supuestamente ocurrió. «Le dimos 31.500 euros para iniciar la gestación subrogada y su supervisión como ginecólogo, pero no recibimos nada a cambio», dijo.
Por su parte, su pareja resumió el sentimiento de desesperanza que los acompañó durante todo el proceso: «Por querer tener hijos dejé mi trabajo en Gran Canaria y me trasladé a Lanzarote, creíamos en ese proyecto de vida y nos sentimos traicionados».
Los llevó a tres países
El testimonio de la segunda pareja afectada añadió más detalles sobre el presunto modus operandi del acusado. Ambos viajaron en varias ocasiones con Alexis Ricardo a Tailandia, México y Rusia, confiando en su gestión. «Siempre contratamos a este señor como asesor, él llevaba la parte médica y un abogado que trabajaba con él, la parte jurídica», afirmó uno de los miembros de la pareja. En Tailandia, tras abonar 24.000 euros para el tratamiento y la asesoría, todo se desarrolló sin que recibieran ningún documento del proceso. «Nos comunicaron de palabra que el médico que iba a hacer la gestación había sido detenido, pero nunca tuvimos acceso a la clínica», explicó.
Los perjudicados alegan que se quedó con su dinero y jugó con la ilusión que tenían de ser padres
A su regreso, Alexis Ricardo les devolvió parte del dinero, pero en la siguiente etapa, en México, los problemas se agudizaron. «Nos recibió gente con unas neveras de corcho y contratos en blanco con nuestros nombres. Firmamos porque si no, no podíamos seguir con el proceso», señalaron. La falta de información y la ausencia de un abogado les generó gran desconfianza. Finalmente, tras pagar 28.000 dólares, no hubo embarazo y el acusado no les entregó ningún documento. «Nos dijo que creía que nos estaban engañando en México y que no lo íbamos a hacer más».
El tercer intento se realizó en Rusia, donde, según la pareja, descubrieron que no podían proceder con la gestación subrogada por ser homosexuales. «Nos enteramos después de pagar que no se podía hacer con parejas homosexuales y luego nos dijo que solo fuera uno solo ya que eran un poco homófobos», declaró uno de ellos. A pesar de las trabas, firmaron un contrato con una empresa intermediaria y pagaron 17.000 euros, pero de nuevo, no obtuvieron ningún documento ni pruebas del proceso. «Me mandó una ecografía y luego me dijo que la gestante estaba teniendo una pérdida. Nos culpó a nosotros por obligarla a hacerse una ecografía», relató con frustración. La pareja intentó recuperar sin éxito el dinero por la vía civil.
El acusado negó todos los hechos y el juicio quedó visto para sentencia que será dictada por la Sección Segunda de la Audiencia.
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