Cómo cuidar a tu mascota en verano
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Cómo cuidar a tu mascota en verano
Ni le rapes el pelo ni le pongas hielo: así se cuida una mascota durante una ola de calorNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
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El calor excesivo no solo nos deja hechos polvo a nosotros, los humanos, también a esos otros miembros de la familia más 'peludos'. Hablamos de nuestras mascotas, que sufren igualmente la llegada de las altas temperaturas y cuya salud hay que cuidar. Cuando el mercurio se eleva, debemos preocuparnos por el bienestar de nuestros animales de compañía, que cada vez son más. Se estima que la población de perros en España supera los nueve millones. Y la de gatos, los siete. Aunque los datos del Instituto Nacional de Estadística no están muy actualizados y hay que cruzarlos con otros como los de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC)
Sin embargo, no siempre sabemos cómo atender a estos miembros de la manada cuando llega una ola de calor. En una búsqueda rápida de información encontramos los consejos habituales: no sacarlos en las horas de más calor, darles mucha agua, comprobar que no se quemen las almohadillas... ¿Es suficiente con esto?
Cuando hace calor los potajes nos apetecen poco. Y, de hecho, cambiamos nuestra manera de comer: ensaladas, sopas frías, gazpachos... Pero nuestras mascotas no. A ellas les seguimos dando lo mismo de siempre. ¿Lo estamos haciendo bien? «No tienen por qué cambiar la alimentación, pero hay que tener en cuenta algunos factores», explica José Manuel Rodríguez, más conocido como Txetxu, veterinario de la clínica MiVet en Bilbao. Por ejemplo, en el caso de gatos o perros que comen pienso seco y no beben demasiada agua, el experto recomienda añadir comida húmeda, como latas, al menú diario, especialmente en el caso de los felinos, que no se acercan mucho al cuenco del agua. Con respecto a esto, también hay trucos para estimular que beban tan sencillos como «poner varios de distintos colores para atraer su atención». Eso sí, sobre cantidades y horarios no tenemos que hacer cambios.
Puede que los humanos en verano seamos más de salir al aire libre y pasear, pero a nuestras mascotas no tenemos que obligarlas a nada, solo atender sus necesidades. Y sí, salir es una de ellas. ¿Cuánto y por dónde? «Hay que usar el sentido común», señala Rodríguez. Es mejor evitar el asfalto, sobre todo si está caliente. Y si los llevamos a la playa, no debemos olvidar que la arena puede alcanzar mucha temperatura. «Lo ideal es que salgan por la mañana antes de que suba el mercurio y que se muevan bastante. Y después, al atardecer, cuando el sol haya bajado», aconseja el veterinario. Aunque claro, no todos los perros aguantan en el mismo tiempo sin miccionar: puede que tengamos que sacarlos más a menudo si lo necesitan, aunque solo el tiempo mínimo imprescindible. En este caso, hay que llevarlos por la sombra y comprobar que el suelo no quema para que no se dañen las almohadillas de las patas.
Otra de las dudas más comunes es si hay que cortarles el pelo o no en verano. La respuesta del veterinario es que no, aunque esto tiene matices. El pelo los protege tanto del frío como del calor. Sin embargo, en el caso de perros que tienen mucho pelo, no estaría mal recortárselo un poco, especialmente en la zona de la tripa. Al despejar esa parte, les facilitamos la termorregulación cuando se tumban en suelos fríos. Lo que nunca se les debe rapar son las zonas más expuestas al sol, porque sí, también se queman.
Cuando un gato o un perro jadea suele ser por cansancio o por calor. Y no pasa nada... salvo cuando lo hacen «de manera excesiva y prolongada», advierte Rodríguez. Es «la primera señal» de que puede estar sufriendo un golpe de calor. En una situación así, lo primero que debemos hacer es tomarle la temperatura. En ambos casos, gato o perro, lo normal es que esté entre 38 y 39 grados. Si supera los 40, hay riesgo y es necesario llamar a su veterinario. Lo más probable es que nos recomiende bajar el calor gradualmente con agua tibia. «Si está demasiado fría el contraste repentino puede dañar sus órganos internos». Otro consejo importante: nunca debemos tapar a nuestras mascotas con una toalla, esté mojada o no, ya que impide la salida del calor. Si con todo no podemos controlar su temperatura, a la consulta.
Lo primero cuando llevamos al perro o al gato en coche es la seguridad: deben ir separados del conductor y, si van en los asientos traseros, llevar un arnés anclado al cinturón de seguridad. Si, en cambio, van en el maletero, deben tener las barreras necesarias para que no puedan pasar a la parte delantera. También es recomendable un transportín de la talla adecuada para su tamaño.
Después de la seguridad, hay que preocuparse del confort. Debe llegarles aire fresco y, si podemos, incluir colchonetas de frío. «Nunca se los debe dejar solos en el vehículo», alerta el veterinario. No solo es ilegal, sino que solo cinco minutos a pleno sol puede provocarles graves consecuencias para su salud.
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