Borrar
J.L.M.P.
Bulos; Policía… y el consuelo del dulce néctar cervecil
Voces, palabras

Bulos; Policía… y el consuelo del dulce néctar cervecil

Nicolás Guerra Aguiar

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 27 de septiembre 2024, 23:02

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

UNO. Esta sociedad española, esta Madre Patria, esta España nuestra en manos de los rojos se resquebraja, se tsunamiza. La Historia ya lo reconoce. Por tal razón aplaude el pacto de honor de las fuerzas patrióticas con un sector de los independentistas catalanes (Junts, el organizador del referéndum de independencia). Menos mal. Si no, de la imperial Hispania martillo de herejes, unidad de destino en lo universal, no heredarán sus nietos ni Ceuta ni Melilla ni nuestras tierras insulares como la geográficamente más inmediata Fuerteventura, tierra donde «pellas de gofio, pan en esqueleto, / forma a estos hombres -lo demás, 'conduto'-», al decir de Unamuno.

Porque Marruecos prepara, estimado lector, la 'recuperación' de tales territorios. Leo en escudodigital.com que existe un ultrasecreto 'Plan Marruecos 2030 para su reconquista'. Así lo afirma en un libro Fernando San Agustín, «ex espía de los servicios de inteligencia». Y no se trata de la guerra santa contra el infiel recreada por algunos políticos marroquíes, no. Indirectamente, España la propicia: «Los españoles son débiles y poco patriotas, empezando por los políticos», osan decir públicamente. Y eso, pregona el exespía, atenta contra el honor, la gloria y las acciones heroicas de nuestro pueblo (¡oh, padrito!).

La 'recuperación' se llevaría a cabo con masas humanas (tal la usurpación del Sájara exespañol) armadas con la bandera de Marruecos y el Corán. Solo en dos días se produciría la primera toma y conseguirían el absoluto control con el apoyo del Ejército, la Marina Real y la Aviación. «Guardia Civil y Policía se enfrentarán a una multitud que les quintuplicará y correrá para ocupar instituciones, viviendas y comercios», leo anonadado. Por tanto, »las fuerzas españolas se verán obligadas a huir».

(Por cierto: las operaciones relacionadas con sofisticadas logísticas podrían estar controladas y supervisadas por los servicios secretos de EE UU/Israel, desinteresados colaboradores en la liberación de los pueblos tal como siguen demostrando en Palestina ante el vergonzante silencio de la civilizada Europa, la misma que presume de haber sido cuna de libertades, sistemas democráticos y revoluciones populares.)

¿Por qué 2030? Los marroquíes dominan el control mental que da su planteamiento vital: serenidad, distensión, aplomo y la absoluta seguridad de que Alá proveerá. Cuentan, además, con el indirecto influjo de algunos ppartidos ppolíticos españoles, tan radicalmente opuestos a cualquier protagonismo del Gobierno... incluido el nombramiento de una mujer, Teresa Ribera, como segunda autoridad femenina de la Comunidad Europea y para quien la presidenta (familia popular, por cierto) reservó la más codiciada cartera, de casi inmenso poder: Competencia.

(Monomanía o neura, por otra parte, con torpes desaciertos, bolas, mentiras: el PP acusa al Gobierno español de «apoyo al golpe de Estado en Venezuela y al señor Maduro». Pues bien, el señor González Urrutia, candidato reconocido por la Eurocámara como 'presidente legítimo', lo niega rotundamente: «No he sido coaccionado por el Gobierno de España ni por el embajador español», destaca ABC. (¿No fumas, inglés?) Silencio pepero.

La inteligencia marroquí echa cuentas y concluye que a los rojos les quedan tres afeitadas, el país se descompone con los independentistas (por suerte, el PP recupera al señor Puigdemont y los suyos para salvar a España oponiéndose a la regulación de los alquileres, al reparto de menores extranjeros apelotonados a miles en Canarias...). Añadamos las recepciones a los migrantes (en el Congreso, Vox sacó cuentas de gastos en viajes, hoteles, manutención…). Pero hay una solución frente a este terrible problema: el envío de poderosos destructores contra pateras y cayucos. Así lo pregonó un portavoz pepero... mientras cantaba «¡Libertad, libertad, libertad sin ira!». Y la primera ministra italiana, su diosa fascista, construye campos de concentración (que no campos elíseos) en la vecina Albania: ¡son cárceles, pero al carajo los derechos humanos!

(Por cierto: según el comentarista del libro, «La obra mezcla elementos de realidad y ficción dejando al lector discernir entre la fantasía y la verdad», hábil estrategia: ni niega ni afirma algunos aspectos… pero siembra la duda, convulsiona a la sociedad, desajusta a los españoles. Ya circula por redes sociales en Youtube.be/ta1nv [...] un resumen patrióticamente comentado.)

DOS. Días atrás esperaba mi turno para la renovación del DNI (casualmente, entre tantos ciudadanos nadie con chaqueta, puro proletariado). Presté mucha atención a los comportamientos de once policías nacionales para ver si son «chulos de Marlaska, paletos, macarras»... tal como los define un tal Nacho Cano (protegido de la señora Díaz Ayuso), de profesión sus 'becarios mexicanos': había sido detenido y llevado a comisaría por la Policía Nacional.

(Por cierto: consulto el Diccionario y descubro el inmenso campo de sinónimos o afines de 'chulo': 'jactancioso, arrogante, bravucón, fanfarrón, baladrón, chuleta, farolero, soberbio, altanero, perdonavidas, pintón, proxeneta, rufián, macarra, gancho, cabrón, lenón, zopilote, jote, cute, zamuro...'. Además, define como 'paleto' al 'ignorante, iletrado, inculto'. Y reserva para 'macarra' voces correspondientes como 'camorrista, pendenciero, peleón, matón, vulgar, chavacano, hortera...'.)

Pues bien. En los 45 minutos de espera -llegué adelantado- no vi a ninguno de tales características (ni tan siquiera con el numeroso grupo de negros en cola y bastantes suramericanos). Más: durante las horas pasadas años atrás con grupos de ellos para algún que otro artículo nadie ejerció de chulo, paleto o macarra ni apuntó tan siquiera fugaces comportamientos de arrogancia, ignorancia, ordinariez. Y tales tics brotan instintivamente, son incontrolables.

TRES. Sospecho lo peor: en alguna evaluación no final debí de suspender a mi exalumno. El envío desde Dublín de la foto que encabeza me lo hace sospechar (¡no se atrevió a hacerlo desde Gran Canaria, temió mi hábil manejo del naife!). El impacto desestabilizador recibido acaso durante su estancia en mi aula grabó tan profundamente tal mente juvenil que -lo dice Freud, y eso va a misa- allí permaneció encastrado durante decenas de años.

Su mente acaba de experimentar «fuertes detonaciones, dislocaciones titánicas, arroyos líquidos de fundida lava» tal como apunta Agustín Millares para la formación de Canarias tras la lucha entre Vulcano y Neptuno. Y a la manera de traquitas, tobas y basaltos, su afectuosa y emotiva venganza se cumplió: el muy puñetero me envía la foto desde una nocturnal taberna irlandesa mientras deja correr por entre papilas gustativas, gaznate... el dulceamargo frescor de una beer, birra, piba, bière, bier, cerveza, servesa, serveja, pivo, ... (¡Ditoseadiós, cómo martiriza a su exprofe, con quien tan bien se llevaba! Pero los mundos del subconsciente son a veces inescrutables, otras no: entiendo su reacción de sana revancha, pacífico desquite, bonachona represalia…)

No obstante, el fleje de pintas cromáticas y recia pero suave espuma, cremosa y turbia por su propia esencia me produce momentos de turbación y sospecha: a pesar de todas las justificaciones, intuyo que hubo cierta malévola disposición, placentera 'vendetta' sin ánimo de ofenderme, perreta de pollillo ruin, ingenuo y candoroso, acaso desarreto emocional. Pero que, respectivamente, añadiera a izquierda y derecha una copa entubada y una jarra de medio litro a medio consumir (la dorada, mi gran debilidad y placentera monomanía), ¿puede resultar acaso, estimado lector, un «¡rabea rabea!» usado para poner los dientes largos ante la imposibilidad de participar en tal recreación psíquicoespiritual del dulce néctar cervecil? Si así fuere, fuera, fuese, ¡mal rayo lo parta! (Y que Dios me perdone.)

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios