El tiempo lo cura todo» o «el tiempo pone a cada uno en su lugar», son frases hechas a las que acudimos con frecuencia con ... el objeto de combatir la frustración frente un hecho o acontecimiento ante el cual nos vemos imposibilitados a la hora de afrontarlo con perspectivas de éxito dejando que el tiempo mitigue y confunda el recuerdo o el daño producido como si de una fórmula mágica se tratara.
Es curioso cómo, cuándo no sabemos muy bien que decir recurrimos a la amplia nómina de refranes y frases hechas que conocemos, estas expresiones se han nutrido de la experiencia y la sabiduría popular acumulada a lo largo de la existencia de la humanidad, una razón de peso que justifica su uso con un alto grado de probabilidad de acierto.
Casi siempre caben matices, como en todo. El tiempo lo cura «casi» todo y «no siempre» el tiempo pone a cada uno en su lugar. Sin embargo, en el caso que me ocupa en estas líneas, quiero compartir algunas reflexiones sobre el primer año de la presente legislatura en Santa Lucía de Tirajana. Este periodo ha sido un tiempo de estabilización y avance, marcando con nuestra impronta un gobierno que proyecta nuevas ideas y soluciones para el futuro de nuestro municipio.
Echar la vista atrás es imprescindible para hacer una valoración justa y certera sobre el camino recorrido durante estos doce meses caracterizados por algo que echábamos de menos: la estabilidad. A estas alturas en la legislatura anterior, que comenzó con titulares tan poco halagüeños como el de la «silicona en las cerraduras y los ordenadores formateados», ya se acumulaban una cantidad de cruces de acusaciones entre los miembros del grupo de gobierno en los medios de comunicación escandalosamente sonrojantes, cuatro destituciones de concejales, varias crisis de gobierno, dos gobiernos municipales, entre otras cuestiones. Todo esto dio pie a un final de legislatura con un grupo de gobierno en descomposición que contribuyó de manera decisiva a la consolidación de la legislatura menos productiva de la historia y más perjudicial para el municipio de Santa Lucía.
En ocasiones, a donde el tiempo no llega, lo hace la democracia, y los resultados en las urnas fueron lo suficientemente claros y contundentes como para vertebrar una mayoría progresista que devolviera al municipio a la senda de la estabilidad, el progreso y la prosperidad. Sobre todo, con una prioridad imperiosa, la tarea de recuperar el tiempo y las oportunidades perdidas en esa etapa gris acontecida en la anterior legislatura. La ciudadanía de Santa Lucía de Tirajana se expresó con su voto.
Sin estabilidad no hay buen gobierno y, mucho menos, buena gestión. Sin un programa de gobierno claro no hay norte posible, no existe objetivo ni camino que recorrer. Sin respeto nunca se alcanzará el marco de confianza y lealtad necesario sobre el que construir las respuestas y alternativas con las que afrontar los retos del presente y futuro, y estar a la altura de las expectativas de la ciudadanía a la que representamos. Y es ahí donde se encuentran los principales logros de este acuerdo de gobierno. Me siento orgulloso, nos sentimos orgullosas y orgullosos, de proporcionar estabilidad, programa de gobierno y respeto.
Pero también sentimos orgullo de transitar en la actividad pública practicando la política que forma parte de la solución y no del problema. Creando un contexto a través del cual poder iniciar la trasformación del municipio: mejorando la capacidad de atención de los servicios sociales un 60%, estableciendo nuevas vías que faciliten la diversificación de la económica en Santa Lucía de Tirajana a través del turismo deportivo, promoviendo a través de diferentes iniciativas una sociedad más igualitaria y sin discriminación, mejorando los parques y jardines que permanecían en el olvido, implantando nuevos sistemas de riego que permiten el ahorro del consumo de agua, dinamizando la actividad económica del municipio, trabajando en el nuevo Plan Director del Comercio de la Zona Comercial Abierta, descentralizando la atención social, promoviendo la creación de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, adaptando las políticas de juventud a las demandas de la población, innovando e implantando nuevas formas de liderar la acción política basada en la cercanía, la participación y adaptadas a las características de cada territorio que dibuja la realidad heterogénea de nuestro municipio.
Sin lugar a duda, Santa Lucía de Tirajana está mejor que hace un año, y contamos con la convicción de que, al finalizar esta legislatura, dejaremos un municipio mejor que como lo encontramos. Con unos servicios públicos en consonancia con las demandas de la ciudadanía, una administración moderna y ágil, un municipio con la solvencia necesaria para convertir en realidad la ciudad que imaginamos. Con capacidad de liderazgo cultural y educativo, en el que la generación de riqueza vaya de la mano con avances sociales que garanticen la igualdad.
Todo llegará y todo es cuestión de tiempo. El tiempo, aunque intangible, es nuestro bien más preciado y aprovecharlo para 'hacer' es la mejor manera de invertirlo. De lo contrario, el tiempo terminará poniendo a todo el mundo en su lugar y se encargará de curarlo 'casi todo'. A los hechos me remito.
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