Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Emiliano García-Page hizo este jueves un llamamiento al PP para que, como le reclama el Gobierno, apoye o facilite la aprobación de la nueva senda de estabilidad presupuestaria, el paso previo a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. El presidente castellano-manchego, la voz más crítica del PSOE con las cesiones que en los últimos años ha realizado Pedro Sánchez al independentismo, argumentó que las principales perjudicadas de que los objetivos de deuda y déficit planteados por el Ejecutivo no salgan adelante serán las administraciones territoriales y pidió «altura de miras». Un mensaje casi idéntico al que viene lanzando la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero,
El pasado julio el Gobierno vio con sorpresa cómo el Congreso rechazaba la senda de estabilidad. No fue el voto negativo del PP lo inesperado, a pesar de que, como recuerda siempre Montero, las comunidades en la que este partido gobierna había optado por la abstención días antes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el órgano de coordinación entre la Administración general y las autonomías. Con lo que los socialistas no contaban era con que al rechazo de los populares y Vox se uniera Junts. Y, sin embargo, los reproches del Ejecutivo se dirigieron fundamentalmente contra Alberto Núñez Feijóo y los suyos.
El Consejo de Ministros volvió a aprobar este martes exactamente los mismos objetivos, que deberán ser validados por las Cortes. Hasta ahora se había interpretado que sin ese aval, no podían presentarse las Cuentas públicas pero el Gobierno solicitó hace meses un informe a la Abogacía del Estado que concluyó lo contrario. Montero ya ha advertido de que ella elaborará los Presupuestos sí o sí e insiste en que, si llegado el momento la senda en vigor es la última aprobada, quien de verdad saldrá perdiendo serán ayuntamientos y autonomías, en su mayoría gobernadas por el PP. Si no hay cambios, estarán obligados a hacer un ajuste de 11.400 millones de euros en dos años, mientras que con la nueva senda estarían exentos de cualquier esfuerzo fiscal.
Page, a quien desde el propio PSOE acusan de bailar constantemente el agua a los populares, siempre se ha cuidado de defender la política económica y social de Sánchez y de subrayar que su discrepancia no está ahí . Apenas cinco días después de cargar duramente en el comité federal de la formación contra el concierto económico contemplado en el acuerdo de investidura de Salvador Illa entre el PSC y ERC, y 72 horas después de haber planteado recurso de inconstitucionalidad contra la amnistía al 'procés', dio un paso en esta otra materia para recolocarse.
«No se pueden exigir políticas después si no se permite que esas políticas tengan reflejo en el presupuesto», argumentó en durante la inauguración de una escuela infantil en la localidad albaceteña de Madrigueras. «Si no apoyan los límites de gasto que puede permitirse el Estado no permitirán avanzar en políticas sociales». Aun así, insistió en que no dará el brazo a torcer en lo que afecta al debate de la financiación y, frente a la «singularidad» que el Gobierno está dispuesto a conceder a Cataluña, abogó por un sistema «igualitario». «No vamos a ceder –dijo– ni un milímetro en esta discusión.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.