
El huevo, el pequeño gigante de la nutrición
Pasana health ·
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¿Sabías que estás frente a uno de los alimentos más completos y nutritivos que la naturaleza tiene para ofrecerte?¡Si, el huevo! Ese pequeño tesoro ovalado que has visto en tu cocina tantas veces, pero que quizás no has valorado como se merece. ¿Sabías que estás frente a uno de los alimentos más completos y nutritivos que la naturaleza tiene para ofrecerte? Sí, querido lector, estamos hablando del humilde huevo, un superalimento con más propiedades que un héroe de cómic.
Seguro que cuando nombre el huevo pensaste en el colesterol… durante años, el huevo fue acusado injustamente de ser un villano para tu salud cardiovascular. ¿Recuerdas cuando decían que las yemas eran malas para el colesterol? ¡Mentira! La ciencia, que nunca deja de sorprendernos, ha revelado que comer huevos no solo es inofensivo, sino que podría ser beneficioso para tu corazón.
El colesterol LDL, el famoso «malo», tiene dos caras: partículas pequeñas y densas (riesgo real de enfermedad cardíaca) y partículas grandes y esponjosas (amigables para tus arterias). ¿Adivina qué hace el huevo? Transforma las partículas pequeñas en grandes, esto quiere decir que hace que fluyan y no se adhieran a tus arterias.
Un huevo tiene más nutrientes que muchos suplementos multivitamínicos en una farmacia y más biodisponibles. Aquí te dejamos un resumen de lo que obtienes al comer uno solo:
Vitaminas: A, D, E, K, B2, B5, B6, B9 y B12.
Minerales: Selenio, fósforo, azufre, zinc y algo de hierro.
Proteínas: 15% de tu requerimiento diario en un solo bocado, con todos los aminoácidos esenciales.
Grasas saludables: Omega-3 para un corazón feliz.
Antioxidantes: Luteína, zeaxantina, triptófano, tirosina.
Ellos mantienen todo conectado y funcionando. Esto se debe a su increíble aporte de colina, un nutriente que no solo se asegura de que tus membranas celulares estén en perfecto estado, sino que también establece la comunicación entre tus nervios, como si fuera un conector del cuerpo.
Pero eso no es todo: la colina también actúa como el vigilante del tráfico sanguíneo, evitando que la homocisteína se acumule en niveles peligrosos. ¿Por qué importa esto? Porque cuando esta molécula se «descontrola», puede abrirle la puerta a problemas cardíacos.
Además, como si fuera poco, el huevo es un genio del equilibrio: con solo 70-80 calorías por unidad, es bajo en calorías pero sorprendentemente alto en saciedad, así que te ayuda a perder peso.
En resumen, es como un pequeño cofre del tesoro nutricional que puedes abrir todos los días sin sentirte culpable. ¡Puro oro en forma de cáscara!
Atención, porque aquí viene una revelación: el huevo es un todo terreno nutricional, y cada parte tiene un propósito brillante. Así que, la próxima vez que vayas a prepararlo, no te limites a usar solo la clara o la yema, ¡aprovecha hasta la cáscara! Vamos por partes para que te enamores aún más de este súper alimento.
La yema: el corazón dorado del huevo; no le tengas miedo a la yema, ¡es el tesoro nutricional del huevo! Es rica en grasas saludables, colina (vital para tu cerebro y memoria), vitaminas A, D, E y K, y antioxidantes como luteína y zeaxantina, que cuidan tus ojos como unos lentes de sol naturales. Si la dejas de lado, te pierdes la mejor parte, así que ya sabes: no más yemas desterradas de tu plato.
La clara: la campeona de las proteínas; la clara es la «estrella fitness» del huevo, cargada de proteínas de alta calidad, perfectas para tus músculos y tejidos. Además, es baja en calorías, pero súper saciante, lo que significa que te deja satisfecho sin exagerar con las calorías. Es como el mejor amigo del gimnasio, pero en forma líquida.
La cáscara: el guardián de los minerales; ¿Sabías que la cáscara de huevo es una de las mejores fuentes naturales de carbonato de calcio? Sí, ese mismo mineral que tus huesos y dientes necesitan para mantenerse fuertes. Puedes triturarla (limpia y esterilizada, claro) y usarla como suplemento casero, agregándola en pequeñas cantidades a tus comidas o batidos. También contiene trazas de otros minerales esenciales como magnesio y fósforo, que trabajan en equipo para cuidar tu sistema óseo. Así que no se te ocurra desecharlas, lávalas bien, hornéalas a baja temperatura (a 40Cº) para esterilizarlas, y luego tritúralas hasta hacer un polvo fino. Úsalo como suplemento de calcio en pequeñas cantidades.
La película del huevo: el tejido ninja; Entre la cáscara y la clara hay una fina película que suele pasar desapercibida, pero no debería. Esta capa es rica en colágeno, ácido hialurónico y otras proteínas esenciales para la salud de tus articulaciones, piel y tejidos conectivos. Es como una mini mascarilla natural para tu cuerpo. De hecho, hay productos cosméticos que intentan replicar este efecto, pero ¿para qué gastar tanto si el huevo lo tiene de manera natural?. Cuando cocinas un huevo pasado por agua o escalfado, esta película se integra a la clara, aportando sus beneficios. También cuando cocinas un huevo rompiendo la cáscara esta fina pella se queda allí junto a ella, si utilizas la cáscara como te mostré antes esta película irá también en ese polvo… todo en uno.
Así que, la próxima vez que tengas un huevo en la mano, míralo como lo que es: un paquete completo de nutrientes, desde la cáscara hasta la yema. Cada parte tiene algo que ofrecerte para que estés más fuerte, saludable y lleno de energía.
El huevo también cuida de tus ojos como un caballero andante. Gracias a ser rico en antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, tus retinas estarán protegidas contra problemas comunes como las cataratas y la degeneración macular. Es como unas gafas de sol internas que funcionan desde el desayuno.
Si estás pensando en agrandar la familia, el huevo es tu mejor amigo. Contiene colina, un nutriente esencial que ayuda al desarrollo cerebral del bebé y previene defectos congénitos como la espina bífida. Un solo huevo aporta casi el 25% de la cantidad diaria recomendada de colina. ¡Todo un regalo para la vida que comienza!
Eso sí, no todos los huevos son iguales. Opta siempre por huevos orgánicos de gallinas camperas, gallinas libres en el campo. Estos tienen más nutrientes y menos probabilidades de estar contaminados. Además, sabrás que estás apoyando una producción más ética y sostenible.
El huevo no solo es un alimento, es un verdadero milagro nutricional que cabe en la palma de tu mano: completo, versátil y diseñado por la naturaleza para nutrirte de pies a cabeza. Mis analíticas están perfectas y yo me como hasta 8 al día… ¿Cuántos huevos comes tu?.
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