
Baloncesto - Derbi canario
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Baloncesto - Derbi canario
Músculo en la zona y carácter en el perímetroEn un inicio de liga tan camaleónico como el que ofrece esta temporada la Liga Endesa, tanto el amarillo Nico Brussino como el aurinegro Fran Guerra pondrán el músculo, el carácter y el talento en un derbi canario en plena efervescencia. Este domingo, a partir de las 12:00 horas, el alero argentino y el pívot grancanario saltarán al parqué del pabellón Santiago Martín como los dos jugadores con mejora valoración de este arranque liguero ofreciendo, eso sí, roles y biorritmos distintos.
Sin duda, el derbi canario ofrecerá un sinfín de duelos y rencillas competitivas sobre la superficie lagunera. Un duelo ya clásico dominado en los últimos tiempos por la escuadra tinerfeña (ocho victorias canariastas en los últimos 10 duelos ACB).
Ironías del destino, Fran Guerra -quien, pese a ser grancanario, nunca estuvo vinculado al conjunto claretiano- llega a esta quinta jornada en un momento más que dulce, merced a sus 15,7 puntos por encuentro, 4,3 rebotes y 20 créditos de valoración.
Por su parte, Brussino ha fortalecido sus galones en el Dreamland cuajando un arranque liguero en el que ha ido de menos a más, adaptándose a la perfección a las necesidades del equipo y tomando la batuta ofensiva en los últimos duelos tanto en la competición doméstica -14 de valoración, 10,3 puntos y 3,8 rebotes- como en la EuroCup -11,6 puntos, 3,8 rebotes y 13,8 créditos de valoración.
No obstante, las mejores sensaciones en este arranque de la Liga Endesa se las ha anotado Guerra, quien se ha mostrado decisivo en partidos como el del pasado fin de semana frente al Covirán Granada (75-86), firmando 24 puntos.
A sus 32 años, la trayectoria deportiva de Guerra ha sido todo un vaivén, con severos altibajos hasta alcanzar por fin la consolidación en la élite nacional, confirmando además su condición de internacional con la selección en distintas ventanas FIBA.
Forjado en el Ramiro de Maeztu -la cantera del Estudiantes-, se labró un buen nombre en la LEB Oro, pero la llamada de la ACB se demoró en demasía, llegando a amagar con tirar la toalla, tal y como reconoció años atrás en su etapa en Palma de Mallorca. Y eso a pesar de convertirse en el mejor pívot de la segunda categoría española durante tres campañas consecutivas.
Una sanción de su equipo de entonces, el Iberojet Palma, por dos agresiones en dos encuentros diferentes, supuso uno de los puntos de inflexión de su carrera. Tras arroparse en su familia y con ayuda añadida de un coach especial, Gaspar Vera, fue adquiriendo la madurez necesaria para eclosionar ya en La Laguna Tenerife, donde ha tomado el protagonismo que normalmente se le ha atribuido al georgiano Giorgi Shermadini.
«Es un privilegio y un orgullo jugar este tipo de partidos», explicó el isleño. Los dos equipos estamos a un gran nivel. Enfrente tendremos a un rival que atesora jugadores de mucha calidad». A su juicio, «debemos intentar que el Gran Canaria no supere los 80 puntos. La clave va a estar en la defensa», añadió.
Mucho han cambiado las cosas desde que un entonces imberbe Nico Brussino aterrizara en Gran Canaria en 2017 para defender los colores del equipo amarillo. No fue una temporada fácil para el argentino (6,1 puntos y 2,2 rebotes en aquella etapa inicial), quien curiosamente hizo las maletas al año siguiente para defender los colores del Iberostar Tenerife. Sin embargo, sería en Zaragoza un año después donde daría su primer salto de calidad antes de volver, en la campaña 21-22, a la isla redonda.
A partir de ahí, su juego experimentó una mejoría en todas las facetas -45% de acierto en triples en la 22-23, y 12,2 puntos conjugados con 20 créditos de valoración de media en la temporada siguiente-.
Ya en la campaña 22-23 batió su récord de valoración -49 créditos frente al Unicaja- y de anotación (35 puntos en el mismo encuentro), y en el ejercicio anterior superó sus topes de rebotes (11 frente al Baskonia) y triples (6 ante el MoraBanc Andorra).
Con el omnívoro deseo de hacer algo grande esta temporada, Brussino (31 años) ha sabido reciclar su rol al contexto de cada técnico, de cada pizarra y de cada plantilla. En un equipo en el que se conjuga el hambre anotador de jugadores como Caleb Homesley, Joe Thomasson o John Shurna, el apartado estadístico ya no es obsesión: «Trataré de hacer las cosas que el equipo necesite. Habrá días que haré más o menos puntos, eso no me importa mientras el equipo consiga los objetivos».
De momento, el equipo lo ha necesitado en vanguardia y el de Cañada de Gómez ha respondido con solvencia. Sin duda, será uno de los grandes protagonistas del derbi.
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