Borrar
Imagen de uno de los rodajes de los alumnos del Instituto del Cine Canarias. C7
El vivero que nutre a «todas las producciones audiovisuales» que se ruedan en Gran Canaria

El vivero que nutre a «todas las producciones audiovisuales» que se ruedan en Gran Canaria

Arranca el curso en el Instituto del Cine Canarias con novedades en «su funcionamiento interno» y un vínculo estrecho con la industria

Victoriano Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 27 de octubre 2024, 02:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

«En todas las producciones, sin excepción y sean de lo que sean, trabajan alumnos o exalumnos nuestros». Así de tajante se muestra Sebastián Alvarado sobre la estrecha conexión entre el Instituto del Cine Canarias, que dirige y cuyo nuevo curso acaba de arrancar, y la industria audiovisual que se desarrolla, cada vez con más fuerza, en Gran Canaria y en todo el archipiélago.

«Hace poco se rodaron una serie de videoclips de un artista canario muy conocido. Nos pidieron gente para distintos puestos técnicos. Todos los exalumnos que contactamos para ver si les interesaba, nos dijeron que ya estaban dentro del proyecto. Con la empresa Macaronesia Films tenemos una excelente relación. Si vas a su oficina, verás que un 40% de los profesionales que allí trabajan son exalumnos de nuestro Instituto», pone Alvarado como ejemplos de la estrecha conexión con el sector profesional.

«Estuve como parte del elenco de la serie 'Weiss y Morales'», apunta la actriz grancanaria y docente del Instituto del Cine de Canarias, Mari Carmen Sánchez. «En el equipo técnico había varios exalumnos nuestros. En el equipo de dirección había uno y en un momento del rodaje pude hablar con el director de la serie sobre cómo veía su trabajo. Me respondió que muy bien, que se notaba que estaba muy bien preparado», rememora.

Que este instituto privado se haya convertido en el principal vivero que nutre a la industria audiovisual canaria tiene varios motivos, según su director Sebastián Alvarado. «Los alumnos están todo el día rodando, ruedan una o dos veces por semana. Incluso, a muchos exalumnos les seguimos prestando en ocasiones material para que rueden y se perfeccionen. Otra pata importante es que todo lo que hacen aquí es extrapolable. Los problemas que se encuentran durante los rodajes en el Instituto son los mismos que tendrán que resolver en un rodaje profesional, pero allí multiplicados por cincuenta», asegura.

Profesorado en activo

La tercera pata que sustenta ese aprendizaje tan valorado en el terreno profesional se debe en gran medida, apunta Sebastián Alvarado, al profesorado. «Todos son profesionales que están en activo. Eso hace que estén al tanto de lo que pasa ahora. No se han quedado anclados en lo que pasaba en el sector hace años, cuando sacaron su plaza de docentes», defiende sin ambages.

Rodaje de los alumnos del Instituto del Cine Canarias. C7

La actriz y profesora de Interpretación en el Instituto del Cine Canarias destaca que el hecho de que rueden tanto no solo los prepara para su futura vida laboral, también les ayuda a crear equipo desde la etapa de formación.

«Lo normal es que muchos de los que acaban sus estudios de dirección aquí, después rueden con muchos de sus antiguos compañeros, porque ya saben cómo trabajan. Del Instituto han nacido incluso productoras nuevas muy pequeñitas que ya están rodando cortos, publicidades y cosas para instituciones», aseguran Sebastián Alvarado y Mari Carmen Sánchez.

El nuevo curso ya está en marcha en el Instituto del Cine Canarias, aunque el periodo de matrículas es flexible y algunos rezagados aún están formalizando sus inscripciones. «Esperamos repetir las cifras de años anteriores, con unos 160 alumnos», dice el director del Instituto.

«Tenemos novedades en el funcionamiento interno. Tenemos el proyecto de certificar cursos con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es muy interesante, porque nosotros estamos en una especie de limbo de formación no reglada y queremos acercarnos a la reglada. Siempre ha sido complicado, porque existían muchas trabas para una formación como la nuestra. Estamos a punto de conseguirlo. Nos obligará a trabajar con créditos, de una forma mucho más estructurada, con una mayor exigencia en la asistencia, pero sin que perdamos la idiosincrasia del Instituto, que es una Escuela de Arte que prima la libertad creativa y la práctica frente a la teoría, aunque también le damos importancia a la segunda», avanza.

Sesión de maquillaje durante una de las clases del instituto. C7

Otra de las novedades de la nueva temporada formativa es la inclusión de nuevas optativas, para responder mejor a la demanda del sector profesional. «Hemos incluido el vestuario. Hace años que ya teníamos algunos cursos, con muy buena acogida. Pero lo hemos incluido en el área de maquillaje, peluquería y caracterización, porque hemos visto que con los años los exalumnos de esas áreas terminaban haciendo sus pinitos en vestuario. Ahora saldrán más formados para enfrentarse a la realidad laboral», señala Alvarado. «También queremos sacar un tercer año de fotografía. El primero es común y el segundo es específico. La realidad es que hacen falta puestos específicos más allá del de dirección de fotografía, que ejerce una sola persona. La idea es que ese tercer año vaya de la mano de la industria, porque aspiramos a que esa formación sea la mitad en el Instituto y la otra mitad en las empresas», añade quien «pide ayuda» a las instituciones públicas para que le faciliten un espacio en el que poder ampliar las disciplinas que se abordan entre las que tienen en mente «una diplomatura de Arte».

Protección

Mari Carmen Sánchez subraya que desde el Instituto del Cine Canarias también se protege a los alumnos frente a un mercado laboral que tiene sus luces y sombras. «Es un sector en el que hay vendemotos y frescas y frescos. Cuando los llaman para trabajar, los orientamos, porque sabemos quién es quién. Les advertimos de cosas como que los castin nunca se hacen de noche ni en casa de los directores. Eso no existe, los castin se hacen por la mañana o por la tarde y en una oficina. Nos preocupamos también de que no les tomen el pelo y frente a los anuncios de trabajo no remunerados». «Hay veces que el no lo damos nosotros y no los alumnos, porque lo consideramos parte de su formación, para que sean críticos y valoren su trabajo», añade Sebastián Alvarado.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios