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Personajes poco entrañables como Bob Dylan o Phill Spector sucumbieron a la tentación. La historia de los discos navideños es un clásico de la música popular, una forma de entrar en el mercado por la que acabaron apostando artistas reputados que trayendo a su lenguaje aquellas canciones crearon un género capaz de reconfontar el espíritu en estos días de espiritualidad artificial.
Vince Guaraldi Trio
Pocos discos reconfortan tanto el espíritu en el periodo navideño como la banda sonora del especial de 1965 de 'Charlie Brown', el personaje que en España era más conocido por su secundario 'Snoopy' –ese perro que hoy decora pijamas y es emblema de las franquicias de ropa barata–. El disco que soporta la producción televisiva es una obra maestra del jazz contemporáneo, si por contemporaneidad se puede hablar de las últimas seis décadas.
Estas pieza del Vince Guaraldi Trio son una colección de canciones perfectas, que eleva la altura intelectual de unos personajes de dibujos animados concebidos para un público infantil. Es fácil comprobar la permanencia de este trabajo a lo largo de los años y hay un detalle comercial que lo acredita.Es reciente, en mayo de 2022 la asociación de la industria del disco norteamericano certificó que esta obra había superado los cinco millones de discos vendidos y que solo una obra de jazz, el 'Kind of Blue' de Miles Davis ha vendido más.
La banda sonora de 'A Charlie Brown Christmas' es pura expresión. Guaraldi lideraba desde el piano un trío convencional rematado con bajo y batería, una formación austera que sin embargo llenaba de color la atmósfera de los cartones televisivos. Su contribución no solo enriqueció el producto televisivo, tuvo como gran virtud el ensanchar la audiencia del jazz a un público que nunca se había aproximado de esa manera al estilo. Eso también se le apunta como acierto al productor televisivo Lee Mendelson, que meses atrás había quedado prendado de 'Cast Your Fate to the Wind' una de las cumbres de la trayectoria de Guaraldi, e impulso su participación en las viñetas animadas para esa Navidad.
La trayectoria de Guaraldi, que falleció joven debido a un ataque al corazón, permaneció para siempre ligada a la del personaje de 'Charlie Brown' para el que continuó escribiendo partituras hermosas como 'Baseball Theme'. Una contribución hermosa a la historia de uno de los personajes televisivos más tiernos.
Phill Spector
En enero de 2021 Phill Spector murió en la cárcel, donde pagaba la condena de haber asesinado a la actriz Lana Clarckson. Con esas piezas es difícil encajar la idea de que ese excéntrico personaje, tal vez uno de los más geniales productores de la edad del pop, también construyera uno de los mejores discos navideños de todos los tiempos.
'A Christmans gift for You From PhillSpector' data de 1963 y está facturado, en formato de villancico soul, por algunos de los grupos que trabajaban a las órdenes de Spector en el estudio de grabación bajo su legendario 'Muro de sonido': The Ronettes, Darlene Love, The Crystals... Spector se permitió el lujo de rechazar las pistas de piano grabadas por Brian Wilson, fundador de los Beach Boys, por entender que no estaban a la altura. Una genialidad adecuada para rituales navideños como el beso debajo del muérdago.
The Beach Boys
Brian Wilson, un personaje singular y ultracompetitivo, debió quedarse dolido cuando Phill Spector le eliminó de su disco navideño. En 1964 junto a sus surferos Beach Boys crearon su propio larga duración repasando los clásicos de las fiestas. El sonido jazz que protagoniza el mítico 'Santa Claus is Coming to Town' con ese coro final de swing, empastado sobre esas armonías que básicamente relacionamos a melodías sobre tablas de surf, es una delicia para los amantes de los arreglos vocales que forzaron a los Beatles a ir más allá en las posibilidades del estudio de grabación para responder a la obra maestra de espantosa portada que fue 'Pet Sounds'. Pongan a calentar el chocolate, elijan un buen sofá con escabel cerca del árbol, finjan que fuera llueve y no hay calima, y permitan que las voces celestiales de los hermanos Wilson les trasladan a una Navidad real con sus preciosas armonías navideñas.
James Brown
No todo va a ser melancolía en las fiestas navideñas y que mejor encargado de hacernos mover las caderas –eslogan viejuno– que el gran James Brown, pura energía sobre el escenario y en el estudio de grabación. Brown grabó varios trabajos de temática navideña pero este 'Funky Christmas' es un pelotazo infalible. Desde el arranque de 'Go Power At Christmas Time', marcado por el sonido del órgano y los metales, con la tradicional chapa evangelizadora de Brown fraseando sobre la capa musical, y como declaración de intenciones de un disco perfecto que podrá acompañar las fiestas de buena onda. 'Hey America' cierra el trabajo, redondo y bailable, y te invita a secuestrar a los invitados que han aparecido por casa porque cuando acabe el disco estarás tan arriba que no estarás dispuesto a firmar tan fácil tu rendición e irte a la cama a entregar las fiestas al sobre de un año de hibernación.
Sonora Ponceña
La disquera clásica de la salsa, la legendaria Fania neoyorquina, tiene en su catálogo joyas bailables para las fiestas. Los dos volúmenes del 'Asalto Navideño' de Willie Colón y Héctor Lavoe son piezas maestras, con su clásico 'La Murga' como himno. Pero ojo a esta 'Navidad Criolla' de la Sonora Ponceña, una joya musical de pericia vocal e instrumental convertida en esa «parranda de los antillanos que llega saludando a todos los hermanos» que canta el 'Aguinaldo Antillano'. 'Un jíbaro en Nueva York' es una pieza maravillosa que representa a la perfección el espíritu de este gran disco que igual no ha entrado nunca en el principal radar de los amantes de lo latina en estas islas pero que debería estar incluido en todas esas listas que ocuparán espacio en caso a lo largo de este interminable festín que acabará con la dictadura de la báscula en apenas unas semanas. Mejor quemar bailando.
'A Jolly Christmas from Frank Sinatra'
Si Frank Sinatra tiene un disco navideño ese disco debe figurar en una recopilación de discos del género. No hay que dar más argumento, por que 'La Voz' puede pasar siempre sin llamar a la puerta. Es siempre delicioso escuchar a Sinatra, más todavía si está arreglado por Nelson Riddle, socio musical del genio durante gran parte de su carrera como se atestigua en aquella joya del periodismo literario llamado 'FrankSinatra está resfriado' que escribió Gay Talese. En este disco Sinatra se mide a los clásicos habituales del repertorio de las fiestas y, por supuesto, los hace suyos. Cuando Sinatra hace suyo un tema ajeno, básicamente siempre, le pertenece para siempre –excepción personal con Fly me to the Moon, donde hago reverencia a Bobby Womack–. El cantante siempre aprovechó para marcar territorio. Y la aparición de su disco navideño es una respuesta a una publicación ese mismo año del de Elvis Presley, al que no quería permitirle que amenazara su estatus. Pocos líos se permitía 'Frankie', un hombre de baja estatura pero de una altura legendaria de la que todavía hoy podemos ir descubriendo anécdotas.
También el siempre uraño y esquivo Dylan sorprendió en su día con su espíritu navideño. Fue en 2009 y sin previo anuncio, el bardo presentó 'Christmas in The Heart', una fiesta bluesera y beoda. Porque Dylan se acerca a alguno de los clásicos más básicos de la Navidad para atacarlos con los primeros tiempos de su voz rasgada, un extraño sonido que hace pensar cuando lo escuchas que te has peleado con tu familia durante la cena y has acabado sentado bajando whiskys con Tom Waits en una remota taberna de carretera nevada.
Tom Waits
Y ya que venimos de citar a Tom Waits es obligado nombrar 'Christmas Card From A Hooker In Minneapolis', que no forma parte de un disco navideño sino que es un corte de su álbum 'Blue Valentine'. Este es un triste cuento de Navidad, que relata la carta que una prostituta embarazada envía a su novio contándole sus desgracias y recordando que «ya no tenemos el dinero que solíamos tener para drogarnos». Waits compuso esta canción tras presenciar desde una guagua cómo en las calles de Minneapolis se había montado tremenda tangana entre prostitutas. «Volaban desde el bar los cuchillos, los tenedores...». Este tema de finales de la década de 1970 acabó contando con una famosa toma en directo en el que arrancaba con la ya rota voz de Waits raspando notas sobre 'Silent Night', el 'Noche de paz' de toda la vida. En esta fábula sobre perdedores uno encuentra el Tom Waits más elemental, que llega a doler pero que de alguna forma siempre reconforta. El que gustaba escuchar a Alexis Ravelo, escritor con puñales en los dedos, cuya ausencia nos obligará a otro brindis compungido en esta segunda Navidad sin sus abrazos.
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David S. Olabarri y Lidia Carvajal
Iker Elduayen y Amaia Oficialdegui
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