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Coriolis y los lavabos
Ciencia en píldoras

Coriolis y los lavabos

Este efecto explica el movimiento de huracanes y remolinos oceánicos

MANUEL J. TELLO

Sábado, 5 de septiembre 2020, 23:08

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Hace unos días en una televisión se explicaba que el agua de un lavabo, al desaguar, gira a la izquierda en el hemisferio Sur y, a la derecha en el Norte debido a una fuerza llamada Coriolis. Lo mismo se dice en un episodio de Los Simpson y, en otro de James Bond. Incluso se podía leer en algún libro de texto.

En Ecuador y Uganda los nativos tienen un atractivo turístico que utiliza el mismo tema. Por donde pasa el ecuador pintan su línea en el suelo y colocan tres recipientes con agua. Uno sobre la línea del ecuador y los otros dos a ambos lados de ella. Al desaguar, en el del hemisferio Norte gira en un sentido, en el del Sur en el opuesto y en el del ecuador no gira. Dicen, no explican, que se debe a Coriolis. En el caso turístico es una mentira 'piadosa'. Sin embargo, es grave que se diga en los demás casos. Una demostración de que el conocimiento sigue sin estar de moda.

Veamos qué es el efecto Coriolis y cuándo se debe tener en cuenta. El científico francés G. G. Coriolis publicó en 1832 un artículo demostrando que en la Tierra existe un efecto que produce desviaciones en los desplazamientos (trayectorias) de cuerpos o fluidos en movimiento. Además, la desviación tiene diferente signo en cada hemisferio. Así, por ejemplo, un avión que va de Nueva York a México experimenta la desviación producida por el efecto Coriolis. Por ello, en vez de volar en línea recta describe un arco. Esta desviación es a la derecha en el hemisferio Norte y hacia la izquierda en el Sur. Además, el valor de este efecto disminuye desde los polos hasta el ecuador, donde es cero. Para entender cómo surge este efecto debemos recordar que en la Tierra medimos las distancias desde un punto en reposo, que llamamos sistema de referencia. Pero resulta que no está en reposo. La Tierra, además de otros movimientos, gira alrededor de sí misma. Esto hace que los sistemas de referencia en la Tierra estén girando. Coriolis demostró que ese giro produce el efecto que lleva su nombre y que actúa sobre los cuerpos en movimiento.

El efecto Coriolis debe tenerse en cuenta para explicar las desviaciones en muchos movimientos de traslación y rotación. Por ejemplo los huracanes y los remolinos oceánicos que, en el hemisferio Norte giran en un sentido y, en el Sur, en el contrario. En el primer caso estamos hablando de una extensión de aire de 500 km de diámetro y velocidades de 150 km/h. En el segundo de una extensión de agua de 40 km de diámetro y velocidades de 50 cm/s. Pero, ¿por qué el efecto Coriolis no actúa sobre el agua del lavabo? Al introducir en las ecuaciones del efecto Coriolis los datos de la velocidad del agua desaguando y las dimensiones del lavabo, se encuentra que su valor es totalmente despreciable. Es decir, no puede ser la causa de la rotación del agua. Esto indica que la rotación a izquierda o derecha se debe a otros efectos: irregularidades del lavabo, dirección de salida del agua del grifo o de la jarra, inclinación, etc. El efecto Coriolis existe pero es irrelevante en el desagüe del lavabo.

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