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LIDIA CARVAJAL
El mismo cargador para todos los móviles

El mismo cargador para todos los móviles

La Unión Europea impone el USB-C como conector universal

sara borondo

Lunes, 16 de mayo 2022

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Alguien tiene un cargador de móvil? En la era de la superconexión, nos podemos quedar desconectados solo por habernos olvidado el cable para cargar el teléfono. Cada vez se utilizan más los que tienen un conector USB-C, pero hay modelos que utilizan el miniUSB y los más baratos o antiguos incluso el microUSB; luego están los iPhones, que utilizan un cargador propio: Lightning. Hace ya dos décadas que la Unión Europea se dio cuenta de que era un error que hubiera tantos tipos de cargadores. No solo por la molestia que genera en los ciudadanos tener que llevar más de un cargador para las vacaciones familiares, sino por lo que supone en residuos electrónicos. Así que en 2009 la Comisión Europea comenzó las gestiones destinadas a unificar los cargadores dentro de su territorio –se calculaba que en ese momento había más de treinta tipos de cables de dispositivos diferentes–. Por entonces el objetivo era el microUSB. Tras firmar un acuerdo con catorce fabricantes, se suponía que en 2010 todos ellos utilizarían en sus teléfonos microUSB, un conector que, conectado a un ordenador, servía para transferir datos al mismo tiempo que se recargaba la batería del móvil. La propuesta logró buena parte de los resultados esperados y, de treinta, se pasó a solo tres cargadores, ya que la mayoría de fabricantes optaron por el microUSB.

Pero el memorando de entendimiento, que es como se llamó el acuerdo de 2009, permitía el uso de interfaces de carga exclusivos de una empresa. En 2014, cuando expiraba el memorando, nació el conector USB-C, que se distingue por su forma ovalada, posee 24 pines con capacidad para transmitir datos (incluyendo vídeo) y energía y también es reversible, lo que facilita la conexión ya que no hay que fijarse en la forma correcta de colocarlo. En 2018 los fabricantes propusieron un nuevo acuerdo, pero manteniendo los conectores exclusivos de las empresas. La Comisión Europea consideró que el USB-C ofrecía las mismas mejoras técnicas que cualquier otro conector, rechazó el nuevo memorandum y encargó un estudio que concluyó que para minimizar los residuos electrónicos y beneficiar a los consumidores, lo más indicado era imponer una interfaz común de carga en teléfonos inteligentes y posiblemente también en tablets, cámaras, lectores... Y que el dispositivo de carga se comprase por separado.

Apple se opuso a esta idea de utilizar un solo conector alegando que supondría dejar obsoletos sus dispositivos y accesorios, lo que supondría generar más desechos electrónicos y molestias para sus compradores.

En 2020 el Parlamento Europeo se puso en marcha con la petición de la adopción urgente de una norma que obligase a los fabricantes a utilizar un cargador común (incluso cuando se trate de carga rápida) y que no fuera obligatorio comprarlo con cada teléfono. Según un estudio europeo, imponer un puerto de carga USB-C se traducirá en una reducción del gasto de los consumidores en estos artículos de unos 250 millones de euros anuales al comprar los cargadores sueltos. Y también se dejarían de producir casi 1.000 toneladas de residuos tecnológicos al año en conectores no utilizados.

Los trámites europeos van lentos, pero avanzan y hace unas semanas se aprobó la reforma de la directiva necesaria para obligar a que los dispositivos radioelécticos que se vendan en territorio europeo incluyan una conexión USB-C, lo que afectará a móviles, tablets, auriculares, cascos, cámaras digitales, consolas portátiles y altavoces portátiles de todas las marcas. Solo quedarían fuera los dispositivos demasiado pequeños como pulseras de actividad, relojes inteligentes y miniauriculares. Además, se debería indicar si los nuevos aparatos incluyen o no un cargador. Después de haber aceptado el USB-C queda por redactar el texto final que previsiblemente estaría para 2023, y los fabricantes tendrían un par de años para adaptarse a la nueva normativa.

ASÍ SE 'ESTIRA' LA BATERÍA DEL MÓVIL

  • No abrir con frecuencia las aplicaciones que consuman mucho Youtube, redes sociales, juegos y plataformas de vídeo...

  • Ajustar el brillo de la pantalla Cuanto más brillante la pantalla, más energía consume.

  • Desactivar Bluetooth, GPS Wi-Fi y NFC si no se utilizan En sitios donde no haya una red Wi-Fi convendría desactivarlo y lo mismo sirve para el Bluetooth cuando no se estén utilizando con auriculares o similar, el GPS cuando no usemos una aplicación que precise de geolocalización y la tecnología de pago contactless (NFC).

  • Reducir el tiempo de bloqueo Durante el tiempo que la pantalla está iluminada antes de bloquearse se está gastando batería. Por lo que es conveniente establecer pocos segundos desde que no se usa la pantalla hasta que se bloquee.

  • Reducir las vibraciones Se puede configurar el teléfono para que no vibre si el volumen está activado.

  • Utiliza temas oscuros Muchas aplicaciones tienen el fondo de la pantalla negro y las letras blancas. Esta modalidad es más molesta a la vista y a muchas personas les resulta más difícil leer, pero ahorra batería.

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